Colombia frente a la economía de conocimiento, ¿un callejón sin salida? - Vol. 29 Núm. 128, Julio - Julio 2013 - Estudios Gerenciales - Libros y Revistas - VLEX 507488438

Colombia frente a la economía de conocimiento, ¿un callejón sin salida?

AutorPineda, Leonardo

Colombia facing the knowledge economy; a dead end?

Colômbia face à economia do conhecimento, um beco sem saída?

  1. Introducción

    El desarrollo basado en el conocimiento ha sido analizado en varios contextos académicos. El reporte de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, presentado en Túnez en 2005, se preguntaba lo siguiente: "¿El objetivo de construir sociedades de conocimiento tiene sentido cuando la historia y la antropología nos enseñan que, desde la antigüedad, todas las sociedades han sido, probablemente, cada una a su manera, sociedades del conocimiento?" (Unesco, 2005, p. 17).

    Uno de los elementos centrales de las sociedades del conocimiento tiene que ver con la "capacidad para identificar, producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la información, con el fin de construir y aplicar el conocimiento para el desarrollo humano" (Unesco, 2003, p. 10). Por tanto, tales sociedades, "requieren una visión social que abarque la pluralidad, la inclusión, la solidaridad y la participación" (Unesco, 2003, p.10).

    Lo anterior proporciona la fuente para el moderno desarrollo basado en el conocimiento, en el que los nuevos objetivos se centran en el desarrollo basado en el recurso humano y en un fuerte sistema económico de conocimiento, elementos que conducen a la era de la sociedad del conocimiento. Esta es una sociedad en la que la mayoría de los trabajadores producirá, administrará y distribuirá información o conocimiento codificado. Es decir, se trabajará más con la fuerza del intelecto que con la física.

    Por otra parte, las nuevas teorías del crecimiento económico se basan en el hecho de que las fuerzas detrás de un desarrollo duradero son el conocimiento creciente y el cambio tecnológico, no la acumulación de capital, maquinaria o equipos de alto contenido tecnológico. Además, a pesar de que las nuevas tecnologías facilitan una mayor producción, se considera que la gestión empresarial, especialmente la estratégica asociada con el pensamiento estratégico y a las ciencias de la complejidad, será el factor clave que contribuirá a la preparación de las organizaciones para operar satisfactoriamente en un entorno caracterizado por la hipercompetitividad, resultado de una mayor internacionalización de las economías y de las empresas.

    Por tanto, en esta investigación se trató de determinar la situación particular de Colombia frente a la nueva (KE, en inglés Knowledge Economy), y por ende, conocer las brechas que separan al país en la consecuente "sociedad del conocimiento".

    Para abordar esta problemática, se propone realizar un ejercicio de comparación de los diferentes índices para medir los avances hacia la economía y sociedad del conocimiento, que han sido construidos y publicados por instituciones internacionales como el Banco Mundial y el Organismo de las Naciones Unidas de Propiedad Intelectual junto con la INSEAD de Francia; y en el ámbito nacional, con los datos del Observatorio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia. Por tanto, se trata de datos e información de fuentes secundarias, cada una con sus diferentes metodologías de elaboración de los índices.

    La investigación busca responder 3 cuestiones básicas, a saber:

  2. ¿En qué rango se sitúa Colombia en los diferentes indicadores?, y ¿esa posición es favorable para determinar los avances de Colombia para ingresar en la sociedad del conocimiento?

  3. Aun cuando cada uno de los indicadores ha sido elaborado en diferentes formatos metodológicos, se tratará de responder a la pregunta: ¿existen congruencias en los resultados, o por el contrario se evidencian desviaciones que en cierta forma reflejen situaciones diferentes?

  4. Si bien en el caso de Colombia no se han elaborado indicadores específicos relacionados con la economía/sociedad del conocimiento, sí hay datos e información que sirven de parámetro para responder a los indicadores internacionales, ¿estos realmente reflejan la situación del país, o por el contrario se distancian de aquellos?

    Por tanto, los hallazgos de este artículo, bajo un enfoque deductivo-inductivo, responden a la pregunta planteada en el título: ¿dónde se encuentra Colombia respecto a la economía y la sociedad del conocimiento?

    Después de esta introducción, se hace un repaso al marco conceptual asociado a la sociedad del conocimiento y el papel que juega el desarrollo científico-tecnológico y la innovación como dinamizadores de esta sociedad. Luego, se continúa con la presentación de las diferentes metodologías y el análisis de los resultados para Colombia, asociándola a las políticas y estrategias de ciencia, tecnología e innovación que propone el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2010-2014 del Gobierno nacional. Finalmente, con base en los aspectos analizados anteriormente, se presentan las principales conclusiones a las que se llega, en donde se evidencia que todo parecería indicar que Colombia se encuentra en un callejón sin salida, y que se requiere un esfuerzo enorme por parte de las entidades públicas y privadas para que se mejore sustancialmente la investigación y el desarrollo tecnológico, lo que se espera se logre con la llamada locomotora de la innovación del PND.

  5. Marco conceptual sobre el desarrollo basado en el conocimiento y el papel de la innovación

    El tema de la ciencia, la tecnología y la innovación (CT+i) como fuente de desarrollo económico y social ha sido analizado desde varios enfoques académicos, políticos y sociales, y ya no se pone en duda que hay una relación directa entre el grado de desarrollo de un país y su capacidad de investigación científica, tecnológica y de innovación que se refleja en el mercado con productos, procesos y servicios y ante todo en empleos de alto valor agregado tecnológico, que son característicos de la economía del conocimiento. En consecuencia, los países se han orientado cada vez más hacia la promoción de la CT+i como palanca para alcanzar objetivos de desarrollo económico, tecnológico y social.

    Por ello es que la CT+i es un sine qua non de la competitividad, y como tal debe considerarse desde un contexto sistémico en los llamados sistemas nacionales o regionales de CT+i, como generador de valor, ya que trae beneficios sociales, y no solamente económicos y financieros.

    Todo depende, al final de cuentas, de la capacidad nacional de CT+i, definida como el potencial de la economía para producir una corriente de desarrollos científicos y tecnológicos reflejados en innovaciones de productos, procesos, servicios y modelos de negocios, relevantes en el campo comercial, pero con impacto social. Pero al mismo tiempo, la capacidad innovadora depende en parte de la sofisticación científica tecnológica de una economía y su fuerza de trabajo, y de un arreglo de inversiones y cursos de acción acometidos por parte del sector público en asocio con el privado.

    Los rápidos cambios tecnológicos asociados con los nuevos materiales, la biotecnología y los grandes avances que se realizan en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) presentan una serie de oportunidades y desafíos para la sociedad y para la estructura de producción de los países. Las naciones que no logran adaptarse a las transformaciones impuestas por las nuevas tecnologías, especialmente en la industria, la agricultura, la salud, el medio ambiente, la energía y la educación, corren el riesgo fatal de quedarse rezagados en términos de desarrollo y bienestar.

    En el caso de los países en desarrollo, la llamada brecha digital y de tecnologías de información, que los separa del mundo industrializado, es cada vez mayor. Desde el punto de vista económico, la clave y las repercusiones de este proceso radican en la mayor importancia adquirida por la tecnología como factor dinamizador de la producción, debido a los cambios que ella produce en aspectos como la naturaleza de los bienes producidos, los mercados y la competencia internacional.

    Todo lo anterior ha estado acompañado, y ha sido principalmente una consecuencia de un aumento de la complejidad tecnológica de los bienes y servicios derivados de los conocimientos científicos, del desarrollo de conceptos avanzados de diseño y servicios, de la fabricación de materiales inteligentes, de la automatización de la producción, del desarrollo de software y de los hallazgos médicos y biológicos, resultado de innovaciones en productos, procesos, servicios y modelos de negocios.

    En este artículo, en términos generales, la innovación se define como la capacidad de desarrollar nuevas y mejores formas de organizar la producción y la comercialización de nuevos y mejores productos y servicios (Lundvall, 1992; Nelson, 1993; Nonaka, 1994; Grant, 1996). Esto no quiere decir que las consideraciones de costos sean irrelevantes, sino simplemente que las fuerzas combinadas de la globalización de los mercados y los cambios tecnológicos asociados a las nuevas tecnologías están mejorando el impacto real del conocimiento como recurso intangible y de la educación y el aprendizaje como esenciales dentro de los procesos de producción.

    Como lo señala Garnett (1999), la innovación juega un papel central en los procesos económicos dentro de la nueva economía del conocimiento. En el nivel macro, hay evidencia de que la innovación es el factor dominante en la competitividad internacional y, por lo tanto, en el crecimiento de las economías nacionales, y determina los patrones del comercio mundial. En el nivel micro, esto es dentro de las empresas, las actividades de investigación y desarrollo (I+D) que dan como resultado la innovación son consideradas como un factor que mejora la capacidad de una empresa para absorber y explotar todo tipo de nuevos conocimientos, no solo el saber cómo tecnológico, con objeto de optimizar y mantener su posición competitiva.

    Con frecuencia, las innovaciones se producen como el resultado de una interacción entre múltiples elementos, en lugar de ser producto del esfuerzo de un individuo aislado (Hãkansson, 1987; Von Hippel, 1988; Lundvall...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR