Gesti - Vol. 29 Núm. 128, Julio - Julio 2013 - Estudios Gerenciales - Libros y Revistas - VLEX 507488490

Gesti

AutorLizarzaburu, Edmundo

Management of exchange risk: application for a Peruvian exporting company

Gestão do risco de câmbio: aplicada a uma empresa exportadora do Peru

  1. Introducción

    Es importante definir los conceptos de riesgo cambiario y exposición cambiaria. Según Adler y Dumas (1984), el riesgo cambiario es un concepto relacionado con la desviación a lo previsto en la tasa de cambio de una moneda; mientras que el tema de la exposición cambiaria es el monto en moneda extranjera que maneja una empresa a través de diferentes instrumentos financieros.

    Asimismo, Adlel y Dumas (1984) comentan que existen 3 elementos que distinguen el riesgo cambiario de cualquier otro concepto financiero. Primero, el monto de la exposición cambiaria; segundo, dicho monto debe representar un porcentaje importante para el activo financiero total; tercero, la medición debe ser realizada con las técnicas especializadas, y que lo expuesto debe ser cubierto a través de un mecanismo. Incluso, Stulz (1984) señala que el valor óptimo de la cobertura de una moneda es igual en el valor de la exposición solo que con el signo contrario.

    Por su parte, Froot, Scharfstein y Stein (1993) explican que la gestión del riesgo es un tema preocupante para las corporaciones, resaltando entre las principales preocupaciones de los gerentes financieros.

    De esta forma, Makar, DeBruin y Huffman (1999) investigan sobre cómo utilizan las grandes empresas multinacionales estadounidenses los derivados de divisas para administrar el riesgo cambiario, tomando en consideración las divisas de las diversas operaciones realizadas.

    Asimismo, Triantis (2003) considera que la gestión de riesgos financieros, incluido el cambiario, en una compañía debe estar acompañada de opciones reales, tales como inversiones en países del origen de la moneda. Además, menciona que una empresa que es capaz de tomar ventaja de sus opciones reales y emplear contratos financieros que reduzcan su riesgo entiende en su totalidad el valor de los beneficios de una estrategia de gestión de riesgos.

    Adicionalmente, dentro del riesgo cambiario se presenta la volatilidad del instrumento, y como Chowdhury y Sarno (2004) destacan, la volatilidad del tipo de cambio juega un rol importante en la diversificación internacional del portafolio de inversiones y en varios otros aspectos de la política económica, en particular, en la determinación de la incertidumbre en torno a los precios de las exportaciones e importaciones, el valor de las reservas internacionales y las posiciones abiertas en moneda extranjera, y el valor en moneda nacional de los pagos de la deuda y las remesas de los trabajadores que, a su vez, puede afectar a los salarios nacionales, los precios, la producción y el empleo.

    Es importante señalar que el riesgo cambiario puede ser definido como: "Las variaciones en los tipos de cambio de la moneda local frente al dólar o al euro pueden ser causa de pérdidas, o de ganancias, considerables para el inversor extranjero. El riesgo de cambio a corto plazo puede ser fácilmente cubierto con los mecanismos disponibles en el sistema financiero pero a largo plazo, que es el horizonte en el que opera la inversión directa, los seguros de cambio no son eficientes" (Rodríguez, 2012, p. 118).

    Asimismo, la utilidad de la gestión del riesgo cambiario (Capstaff, Marshall y Hutton, 2007) no se debería cuantificar mediante la comparación de los resultados de las estrategias de cobertura frente al escenario de no haberlo empleado. Por el contrario, debería cuantificarse como la posibilidad de generar certeza en un contexto de incertidumbre y poder tomar las decisiones pertinentes, y para ello es necesario el apoyo del más alto nivel gerencial de la compañía (Berggrun, Espana y Lopez, 2011).

    Cabe resaltar que la administración del riesgo cambiario es una tarea que debe involucrar no solo al área financiera de una compañía, sino al nivel de la alta gerencia, de manera que las decisiones que se tomen cuenten con la aprobación necesaria.

    Esto es significativo debido a que la cobertura del riesgo cambiario tiene como propósito generar certidumbre sobre los flujos futuros de la empresa a fin de garantizar los niveles esperados de rentabilidad, aunque estos no siempre sean los óptimos (Peña y Ríos, 2011). Sin embargo, esta administración debe ser realizada de manera que no se vuelva una actividad redundante, pues la especulación sobre el tipo de cambio es una actividad demandante y que puede distraer a las empresas del foco de su negocio.

    El manejo del riesgo cambiario debe ser comprendido en su totalidad, debido a que es recomendable que las empresas exportadoras se centren en innovar, buscar ventajas competitivas en mercados nuevos y actuales, buscar la eficiencia en los procesos y generar valor para los clientes y sus accionistas; y no en especular o buscar ganancias con la tasa de cambio, que es una especialidad de entidades financieras.

    En el ámbito latinoamericano, el riesgo cambiario se puede intensificar para un negocio exportador en un contexto de un régimen de tasa de cambio flexible, dentro del cual el valor de la moneda extranjera en moneda local fluctúa libremente, pues los valores que posee una empresa en moneda extranjera varían en función de la cotización (Berggrun et al., 2011).

    Este escenario genera una incertidumbre en cuanto al futuro y, por ende, un riesgo que la empresa exportadora debe afrontar.

    Por tanto, resulta necesario que el riesgo cambiario sea administrado adecuadamente por las empresas expuestas a él; de manera que se pueda cuantificar el riesgo al que están expuestas (por ejemplo, a través de la metodología del Valor en Riesgo (VaR) y tomar las medidas necesarias para mitigarlo a fin de que no afecte a los resultados financieros de la empresa

    Debido al creciente intercambio comercial, cada vez es más recurrente que las empresas latinoamericanas opten por mecanismos de gestión de riesgos (Peña y Ríos, 2011). Un mecanismo o metodología es el modelo de VaR, un método de valuar o medir riesgo que emplea técnicas estadísticas estándares que comúnmente se usan en otros campos técnicos.

    De manera formal, el VaR mide la peor pérdida esperada sobre un intervalo de tiempo dado bajo condiciones normales de mercado en un nivel de confianza estadística (o probabilidad estadística). Sustentado en sólidos fundamentos técnicos, el VaR otorga a sus usuarios una medida sumaria de los riesgos de mercado (Zambrano, 2003).

    La definición estándar del VaR, que es la misma que emplea JP Morgan que inicialmente sistematizó y ofreció esta herramienta al mercado en 1994...

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