Prevención del delito y teorías criminológicas: tres problematizaciones sobre el presente - Núm. 16-2, Junio 2014 - Estudios Socio-Jurídicos - Libros y Revistas - VLEX 520627622

Prevención del delito y teorías criminológicas: tres problematizaciones sobre el presente

AutorEmilio Jorge Ayos
CargoDoctor en Ciencias Sociales (UBA)
Páginas265-312

Page 267

Introducción

Toda estrategia de prevención del delito supone, explícita o implícitamente, la reelaboración de la pregunta sobre qué es el delito, cuáles son sus causas y cómo conjurarlo. En sus discursos institucionales, o a través de sus prácticas de gestión, la política de prevención del delito (como toda política) conforma grillas de inteligibilidad a partir de las cuales se definen sus objetos de intervención. En este trabajo, nos dedicaremos a ubicar, en el saber criminológico, los ‘materiales’ que han sido reactualizados para construir estas formas de problematización que atraviesan las modalidades de intervención que pusieron en marcha las políticas de prevención social del delito en la Argentina contemporánea. En este sentido, propondremos una particular clave de lectura sobre estos cuerpos de teoría social, que supone encadenamientos y distinciones que cobran sentido a la luz del resultado de nuestra investigación empírica, la cual, a la par, iremos desarrollando. En las líneas siguientes, adelantaremos la conceptualización emergente sobre las líneas de continuidad y las disrupciones que (re)interpretamos sobre estas producciones del saber criminológico.

En el marco de la proliferación de políticas inscriptas en el paradigma de la prevención ‘extrapenal’ del delito desde mediados de la década de los setenta del siglo pasado, las estrategias de prevención ‘social’ se han diferenciado por retomar la cuestión de las ‘causas sociales’ del delito, es decir, por orientarse hacia sus supuestos orígenes estructurales-sociales. Esto las diferenció de las políticas preventivas situacionales-ambientales, las cuales, sin dejar de elaborar una concepción sobre el delito, fueron atravesadas por una racionalidad que no solo abandonó la preocupación de los orígenes sociales del delito, sino que se construyó en oposición a esa tradición. Estas referencias sobre las causas sociales del delito en la ‘nueva’ prevención social no son una novedad: en ellas resuenan las argumentaciones, los posicionamientos y las disputas que se desarrollan dentro del pensamiento criminológico. Cabe decir que estas argumentaciones corresponden a diferentes inscripciones disciplinarias y de enfoques, como doctrina jurídico-penal, sociología criminal, antropología criminal, sociología de la desviación o de la reacción social, o criminología crítica; como así también que su encabalgamiento y sus consecuencias en relación con las políticas de control del delito es una cuestión problemática, con desplazamientos y mediaciones,

Page 268

abierta a las diferentes dinámicas históricas. En las formas específicas en que son problematizadas las ‘causas’ sociales del delito en las estrategias de prevención contemporáneas, se reactualizan de manera particular (a partir de ciertas aperturas y obturaciones, bloqueos y desbloqueos) las diferentes voces que elaboraron esta cuestión en la teoría criminológica, particular-mente en las diferentes polémicas que la estructuraron. A partir de esta problematización, a su vez, se organizaron las distintas construcciones sobre la idea de ‘prevención del delito’ que de la misma manera proliferaron con continuidades y rupturas.

En el presente trabajo, reconstruiremos tres producciones dentro del discurso criminológico que son retomadas en la problematización de la que participan las estrategias de prevención del delito en la Argentina de la última década. Nos planteamos la pregunta acerca de qué producciones del saber criminológico sobre la prevención del delito se anudan y se reactivan estratégicamente en la emergencia de estas políticas. Pretendemos ubicar los diferentes ejes, en tanto distintas tradiciones criminológicas, que estructuran sus modalidades de intervención. En este sentido, nuestro objetivo será ubicar una clave de inteligibilidad para los debates actuales en los que se inscriben las políticas de prevención social del delito, en especial, acerca de los modos de problematización de la relación entre condiciones de vida y delito.

Así, no nos proponemos hacer un relevamiento exhaustivo de las ‘escuelas’ criminológicas, sino identificar algunas líneas argumentales que se muestran como particularmente relevantes para nuestro problema de investigación. Proponemos tres mojones para realizar esta reconstrucción: en primer lugar, la sociología criminal positivista de Enrico Ferri, en particular su teoría de los ‘equivalentes de las penas’; la problematización de la prevención del delito en la sociología de la llamada ‘Escuela de Chicago’, centrándonos en el trabajo de Frederic Thrasher; y, por último, la mirada sobre la ‘intervención multiagencial’ contra el delito en los autores referenciados en la criminología realista de izquierda, especialmente sobre Jock Young, Roger Matthews y John Lea. Estas producciones comparten, a su vez, el haber abordado la cuestión de la ‘prevención del delito’ de manera específica en sus trabajos.

La identificación de estas tres elaboraciones conceptuales surge como resultado de nuestra investigación empírica sobre el desarrollo de los

Page 269

programas preventivos en Argentina durante el período 2000-2010 y el vínculo que estas establecieron con el campo de las políticas sociales, particularmente con los programas asistenciales laborales (Ayos, 2009, 2010, 2011, 2012a, 2012b, 2013a, 2013b). No podemos aquí desarrollar en profundidad las formas de problematización sobre la relación entre condiciones de vida y delito que mostraron estos resultados de investigación. Pero sí marcaremos las dimensiones o ejes problemáticos fundamentales que orientaron el análisis de las teorías criminológicas que en este artículo presentamos. El primer eje de análisis fue el papel de las políticas sociales en las modalidades de prevención del delito. Nos referimos al lugar que le es asignado a las intervenciones sociales del Estado en los ‘mecanismos preventivos’ propuestos por la política criminal y los encadenamientos causales que se desprenden de ella. Sin poder extendernos, solo diremos que los resultados de nuestra investigación muestran una tensión entre una forma de problematización centrada en la intervención sobre las condiciones de vida de los sujetos y grupos (en tanto mejoramiento de sus ingresos, de sus condiciones de vivienda, de su acceso a la educación o a empleos de calidad protegidos por la seguridad social) como mecanismo preventivo, frente a una problematización que presenta a las políticas sociales como una mera ‘herramienta’ que atrae a los jóvenes a los dispositivos (las entrevistas individuales, los talleres informativos o de discusión, las reuniones grupales o los proyectos recreativos) donde el trabajo sobre su subjetividad adquiere total protagonismo como mecanismo preventivo (Ayos, 2009, 2013a). El segundo eje se vincula con las formas de construcción de la población objetivo. Aquí las tensiones se observan entre formas más generalistas de definir los sujetos destinatarios de la intervención (en tanto intervenciones de política social que afectan al conjunto de sectores populares y trabajadores) frente a miradas que recortan diferentes poblaciones en torno a sus características específicas, entre las que se cuenta su vínculo con las prácticas delictivas. Por último, nos orientó la cuestión de las modalidades de territorialización que desarrollaron estas intervenciones preventivas en Argentina. En este sentido, nos preguntamos por la forma en que estas políticas entendieron la dimensión territorial de su intervención, pendulando entre una mirada extendida, ampliada, de los territorios de intervención, teniendo a la noción de sociedad como referencia conceptual (como de manera clásica muestran las políticas de seguridad social, a las que alude significativamente Ferri, como

Page 270

luego veremos); contra una territorialización segmentada (Ayos, 2012a) que recorta espacios sociales y urbanos definiendo sus características específicas, aludiendo de manera recurrente a la noción (permanentemente reactualizada, reelaborada) de comunidad. Esta última forma de problematización ha mostrado su anudamiento con la centralidad de la cultura como dimensión que caracteriza a estos territorios segmentados (y esta es la clave que marca nuestra identificación de la producción de la Escuela de Chicago y luego del Realismo de Izquierda).

Quisiéramos en este momento adelantar uno de los hallazgos fundamentales que este artículo se propone desarrollar: en estas tres producciones conceptuales ya clásicas sobre la prevención del delito, es posible trazar una línea de continuidad en cuanto a dos dimensiones que son características definitorias de las políticas de prevención en la Argentina contemporánea: en primer lugar, tienen en común el elaborar una interpretación sobre la prevención del delito desde un discurso científico-sociológico, asentado en la centralidad de la sociología como ciencia, como conocimiento científico que puede mostrar las ‘verdaderas’ causas de los problemas sociales. En segundo lugar, es posible identificar un posicionamiento progresista, que confía en la reforma social como respuesta al conflicto. En relación con su carácter sociológico, este se configura en contraste con la tradición del saber jurídico centrado en el campo del derecho (Melossi, 1997), aunque sus cruzamientos son recurrentes. Con la noción de progresismo intentamos recuperar aquel sentido de una fe eminentemente moderna en el progreso, de una confianza (y una apuesta) en el proyecto moderno, como camino hacia un futuro siempre mejor, que, a finales del siglo xix, conjuga la ‘reforma social’ como...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR