Mito: de «el otro de la razón» a la razón del otro. Anotaciones sobre la racionalidad mítica como eje central de la relación entre ciencia y religión en América Latina
Autor | Carlos Miguel Gómez |
Páginas | 161-191 |
Capítulo VIII • Mito: de «el otro de la razón» a la razón del otro. ... 161
Introducción
Una reflexión sobre las relaciones entre ciencia y religión en Améri-
ca Latina tiene que partir de la consideración del carácter particular
que esta relación adquiere en nuestro contexto. En efecto, plantear
adecuadamente la cuestión sobre la relación entre fe y razón impli-
ca para nosotros, en primer lugar, una pluralización de los términos
de tal relación. Parafraseando a MacIntyre deberíamos comenzar por
preguntar: ¿cuál ciencia y qué religión? Pues sería un error craso
comenzar presuponiendo que ciencia y religión son entidades bien
definidas, cuyo contenido conocemos de antemano y podemos iden-
tificar claramente. Por el contrario, se trata de entidades históricas,
culturalmente determinadas, que acaso carezcan de algo así como
una “esencia común”. La dificultad de otorgar un contenido preciso y
único a las nociones de ciencia y religión ha sido puesta en evidencia
tanto por los estudios de historia y filosofía de las ciencias que mues-
tran el cambio constante de paradigmas, métodos e intereses de la
investigación científica y su interdependencia con proyectos sociales
y culturales determinados; como por la conciencia creciente de la
diversidad fenomenológica de las llamadas tradiciones religiosas del
mundo, que hace difícil encontrar un solo elemento común a todas
ellas que pudiera servir para definir lo que es “la religión” en general1.
Por eso, en la mayoría de las reflexiones sobre las relaciones entre
ciencia y religión es común encontrar que la cuestión es más bien la
relación entre cierta interpretación de una teoría científica y una vi-
sión de mundo religiosa particular, las cuales son luego proyectadas
1 Cf. Wilfred Cantwell Smith, The Meaning and End of Religion (Minneapolis: Fortress Press,
1991).
Carlos Miguel Gómez
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como “la ciencia” y “la religión”: la teoría de la evolución y cierto tipo
de cristianismo, la teoría del Big Bang y cierta manera de leer el libro
del Génesis, etc.
No obstante, podría objetarse que la cuestión de fondo es mucho más
general y se refiere a la relación entre dos modos diferentes de ser
en el mundo, a dos actitudes fundamentales propias del ser huma-
no que algunas veces se oponen y otras se complementan: la actitud
religiosa, basada, por ejemplo, en una comprensión mítica de la rea-
lidad; y la actitud científica, basa en el conocimiento racional. Pero
este desplazamiento de la cuestión no hace más que evidenciar la
profundidad del problema, pues la oposición entre mito y razón, de
un lado, descansa en una interpretación reductiva de la noción de
racionalidad que la identifica con un único modelo de explicación
del universo y desconoce la historicidad y la determinación cultural
de todo saber; y, de otro lado, generalmente implica una deformación
del mito que lo ve como una historia falsa o una manera inapropiada
de pensar. Esta oposición, en efecto, no solamente ha servido para
negar el estatus de verdadero conocimiento y verdadera religión a las
tradiciones sapienciales y espirituales de los pueblos no occidentales,
sino que también ha llevado a un planteamiento inadecuado de las
relaciones entre “ciencia y religión”.
Por esto, es necesario regresar una vez más a este tema clásico en la
historia del pensamiento occidental. Este capítulo pretende contribuir
a disolver la oposición entre mito y racionalidad argumentando que
existe una forma de racionalidad mítica que hoy en día juega un papel
importante en el discurso de los pueblos indígenas americanos y cuyo
reconocimiento y comprensión es indispensable para la producción
de conocimiento en nuestro mundo plural. Para desarrollar esta te-
sis, en la primera parte analizaremos los dos presupuestos en los que
se basa la supuesta oposición entre mito y racionalidad. De un lado,
criticaremos el supuesto según el cual es posible establecer los princi-
pios universales de la racionalidad como medida de todo saber; y del
otro, defenderemos la tesis según la cual las formas de explicación y
justificación basadas en el mito son racionales con toda propiedad.
Luego, en la segunda parte, procuraremos presentar algunos patrones
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