Balance general de los resultados
| Autor | Yann Basset |
| Cargo del Autor | Director del Observatorio de Procesos Electorales, Centro de Estudios Políticos e Internacionales, Universidad del Rosario |
| Páginas | 35-54 |
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Capítulo II
Balance general de los resultados
Una vez hecho este estudio de la participación, del voto en blanco y del no vá-
lido podemos adentrarnos en el examen de los resultados. De manera general,
podemos decir que las elecciones de 2010 continuaron con una tendencia que
apareció en el ciclo electoral anterior, ampliamente determinada por la reforma
política de 2003. La escena política se constituyó en una configuración multi-
partidista con un perfil cada vez más claro.
I. Los resultados de las elecciones para el Senado
Los votos válidos se concentraron de manera más clara que en 2006. Esto se pue-
de observar en la categoría “otros” de nuestros gráficos, que agrupa el voto para
todas las listas que no pasaron el umbral de 2% necesario para obtener curules y
que representa menos de 4% del voto válido en 2010, en comparación con más
de 7% cuatro años antes. También se nota en el hecho de que los partidos que
ganaron las curules en 2010 son solo ocho (fueron diez en 2006).
Los tres partidos más votados fueron los mismos en los dos ciclos electo-
rales, en orden: el Partido Social de Unidad Nacional (conocido como Partido
de la U), el Partido Conservador y el Partido Liberal. No obstante, el principal
cambio ocurrió en el porcentaje que alcanzaron en conjunto estos tres grandes.
En 2006, no lograron retener la mitad del voto válido. En 2010, al contrario,
superaron 60% de votos válidos por sí solos, por lo que estas tres organizaciones se
consolidaron como los principales referentes del sistema partidista colombiano,
y se destacaron con mayor claridad que en 2006 sobre las otras fuerzas políticas.
Más aún, este movimiento de aumento de la concentración también se constata
al comparar las fuerzas de cada uno. En 2006, la diferencia entre el Partido de
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la U y el Partido Liberal era menor de dos puntos porcentuales, pero en 2010 la
U fue el que más progresó (ocho puntos), seguido por el Partido Conservador
(4,5 puntos), mientras que el Partido Liberal mantuvo su resultado. De este mo-
do, las elecciones legislativas de 2010 dieron una especie de prima a los grandes
partidos.
Detrás de estos tres grandes, aparecen tres organizaciones medias (entre 5%
y 10% del voto válido): el Partido de Integración Nacional, Cambio Radical y
el Polo Democrático Alternativo. El primero es un nuevo movimiento que he-
redó la figura jurídica de Convergencia Ciudadana. También heredó sus votos
a los cuales se añadieron unos más, ya que se ubica dos puntos porcentuales por
encima del resultado que tenía Convergencia y desplazó a Cambio Radical del
cuarto puesto. Esta irrupción del PIN en el panorama fue uno de los mayores
cambios con respecto a 2006 y, como sabemos, fue muy comentada por los ana-
listas debido a la presencia en su lista de candidatos de familiares de dirigentes
cuestionados dentro del escándalo judicial de la parapolítica. De hecho, el cambio
de nombre fue parte de una estrategia para construir una nueva respetabilidad.
Aunque tal vez los miembros del PIN no hayan logrado su cometido, no se puede
negar que el estreno electoral del nuevo partido fue exitoso.
Por su parte, Cambio Radical y el Polo Democrático registraron un retroce-
so, con una caída de cinco y dos puntos porcentuales, respectivamente. El prime-
ro fue el gran perdedor de estas elecciones. En 2006, Cambio Radical no estaba
muy lejos de entrar en el “club” de los grandes. Solo cuatro puntos porcentuales
lo separaban del Partido de la U. En 2010, ya no se le puede considerar como
perteneciente a la misma categoría. En el caso del Polo Democrático, la caída
fue menos pronunciada pero marcó una clara inversión de la dinámica exitosa
que le benefició en el ciclo electoral de 2006.
Para finalizar, hay que mencionar dos partidos pequeños (entre 2% y 5%).
El Partido Verde es otro nuevo en aparecer junto con el PIN y rozó un 5% en su
estreno al Senado, mientras que el Movimiento Independiente de Renovación
Absoluta (MIRA), de inspiración cristiana, aumentó levemente su caudal para
ubicarse justo por debajo de 3%. Los movimientos ALAS-Equipo Colombia,
Colombia Democrática y Colombia Viva desaparecieron del panorama, pues
muchos de sus principales referentes estaban bajo investigación o fueron con-
denados por parapolítica.
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