Dimensiones sociales, económicas y culturales del globalismo - La soberanía transformada - Libros y Revistas - VLEX 400743226

Dimensiones sociales, económicas y culturales del globalismo

Páginas31-71
LA SOBERANÍA TRANSFORMADA 31
Capítulo 2
DIMENSIONES SOCIALES, ECONÓMICAS Y
CULTURALES DEL GLOBALISMO
Para comenzar, considero indispensable precisar que, al abordar el debate sobre la
naturaleza de la globalización, resulta conveniente construir un uso riguroso de este
concepto. Así, desde una perspectiva objetiva, será posible configurar un análisis de
los procesos actuales de desarrollo del Capitalismo-Mundo y de sus articulaciones en
los ámbitos de la ciencia y la tecnología, la cultura y las identidades regionales,
transnacionales y globales (J. Godio, 2001; R. Ortiz, 1998). Recusar la expresión
globalización desde perspectivas ideológicas no tiene sentido, cuando ella ha ganado
verdadera carta de ciudadanía en las Ciencias Sociales, a más de su uso extendido en
los medios de comunicación, círculos académicos y opinión pública.
Sin embargo, no abordaré este debate de manera abierta e indefinida, sino preten-
diendo precisar los términos de referencia con el fin de construir un tramado argu-
mentativo acerca de la naturaleza de las políticas públicas en el contexto de la
globalización. En consecuencia, en este capítulo nos ocuparemos de abordar los si-
guientes temas: en primer lugar, quiero precisar la naturaleza general de las transfor-
maciones sociales, económicas y culturales, derivadas de los impactos de la tercera
oleada de globalización o mundialización, enfatizando el campo de transformación de
las políticas públicas transnacionales. Para ello, abordaremos los principales compo-
nentes, los determinantes productivos, mercantiles y financieros de las macropolíticas
públicas, dentro del contexto de las tendencias de cambio en la Economía Política de
la globalización. A renglón seguido, discutiré las evaluaciones críticas sobre los proce-
sos globalizadores; diferenciando los campos evaluativos respecto de la ontología so-
cial del fenómeno, frente a las discusiones de carácter ideológico, en tanto la
globalización es vista como un proceso programático y dirigido de parte de ciertos
centros estratégicos del poder mundial. Posteriormente, discutiré las transformacio-
nes del discurso y las prácticas nacionalistas como mecanismos reactivos o propulsores,
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visto ello de forma alternativa y complementaria, en los procesos globalizadores que
sobrepasan los marcos estrictos del Estado – Nación soberano. En la siguiente sec-
ción me ocuparé de elaborar una síntesis de los impactos e interacciones que las
transformaciones sociológicas y económicas producen en las esferas de la producti-
vidad y dimensionamiento cultural del globalismo. En la parte final, concluiré ilustran-
do el tipo de respuestas y de relaciones que estas tensas fuerzas están generando en
el ámbito latinoamericano. En este caso en medio de un juego complejo de recompo-
sición y redistribución de las soberanías de los grupos humanos y de las territorialidades
de nuestro continente, particularmente en términos de la vigencia del discurso nacio-
nalista y alter mundialista en nuestro continente, frente a los desafíos económicos,
societales y culturales de la Globalización neoliberal.
1. LA NATURALEZA DE LAS TRANSFORMACIONES CAUSADAS
POR LA GLOBALIZACIÓN
Para caracterizar de manera adecuada los grandes cambios que se han presenta-
do en los últimos decenios para las organizaciones, tanto empresariales como guber-
namentales y sociales, y en las propias definiciones de política a cargo de agencias
gubernamentales, es importante analizar el decurso de la globalización como un fenó-
meno que expresa el inicio de una nueva época que supera en muchas de sus instan-
cias el proceso clásico de modernización social e institucional que se estructuró con
base en el escenario del Estado – Nación, especialmente en los siglos XIX y XX (D.
Held, 2002; M. Castells, 1999; Hardt y Negri, 2004).
La Globalización, que algunos definen como Mundialización13, consiste en un con-
junto abigarrado de rasgos que caracterizan las relaciones internacionales a partir de
la última posguerra (segunda mitad del siglo XX); cuyas tendencias se acentúan en
profundidad y complejidad a lo largo del siglo que comienza. El análisis de la globalización
es, intelectualmente hablando, un reto muy grande, dado que ésta no es solamente una
palabra que exprese una moda, como muchas otras que usamos en el Management,
como Reingeniería, Justo a Tiempo, Calidad Total, etc. No se trata de algo semejante,
sino de una megatendencia que culmina un proceso de varios siglos de evolución de
capitalismo mundial.
13 Esta es una distinción en principio idiomática. Mundialización es el término que para describir el
mismo fenómeno utilizan los analistas francófonos. Sin embargo, algunos autores pretenden que la
expresión inglesa “Globalism” incorpora una variante semántica consistente en la prevalencia del
principio de desterritorialización. Una noción holística es una visión geoespacial. En general, en el
presente texto tomamos las dos expresiones como sinónimas y le damos preferencia al término
globalización por ser de uso extendido en lengua española.
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En especial, su estudio resulta indispensable debido al enorme peso que sobre la
noción tradicional de Soberanía nacional tienen en los últimos años la Globalización,
las aperturas e interdependencias14. En efecto, la discusión sobre los alcances de la
globalización, y el uso mismo del término, ha propiciado uno de los debates más recu-
rrentes y agitados de los últimos tiempos. Tal polarización enfrenta - para utilizar una
expresión de Humberto Eco a propósito de una polémica semejante sobre la cultura
de masas – a los “apocalípticos” vs. los “integrados”. Como se recordará para Eco
los apocalípticos eran una pléyade de intelectuales que advertían acerca de los peli-
gros de desvalorización, homogeneización y pérdida de la productividad estética y
cultural, derivados del fenómeno de mercantilización de la cultura de masas. En tanto
que hacían parte del bando de los “integrados”, aquellos que lucrándose del nuevo
modelo de gestión cultural no tenían ningún tipo de reparo crítico frente a sus conse-
cuencias éticas, políticas y sociales.
En el caso de la globalización, para eludir la señalada distinción antinómica que
simplifica el debate propuesto por Eco, resulta conveniente precisar los términos del
desacuerdo. En primer lugar, la discusión ha de abordarse a partir de la diferente
evaluación hecha sobre el significado, impacto, durabilidad y profundidad, de los fenó-
menos que se cobijan bajo el término de globalización. Por lo tanto, en este terreno las
diferencias conceptuales se derivan de los ángulos de enfoque del proceso. Aunque
el grueso de los analistas reconocen de manera coincidente la importancia de utilizar
una metodología rigurosa y científica, en lo posible, para describir el fenómeno en sus
procesos objetivos y en sus megatendencias mundiales.
En este sentido, la primera gran polémica es sobre la novedad, el carácter inédito
del fenómeno. Una de las criticas recurrentes a la expresión globalización es aquella
que señala que con este término no se describe un fenómeno nuevo, si por él se
entiende una creciente interdependencia entre las diferentes sociedades en los aspec-
tos político, económico, cultural, etc. Así se plantea que uno de los grandes mitos de
la globalización es precisamente la afirmación presuntuosa de sus “epígonos” de que
se trata de un fenómeno novedoso, inédito. Al respecto afirma Paolo Bifane:
“una de las tesis que surgen de las reflexiones es que el fenómeno de
la globalización no es nuevo sino que ha sido una característica del
desarrollo mundial. Es decir, la globalización no ocurre en un vacío
histórico sino que es la culminación de un proceso de larga gestación
a través del cual sus diversos elementos se han ido plasmando, super-
14 Adicionalmente, como lo veremos más adelante con cierto detalle, este marco analítico es extremada-
mente útil para comprender el influjo externo sobre la política y la economía colombiana, principal-
mente por parte de los EEUU y la Unión Europea, a partir de la desaparición del conflicto Este –
Oeste, que signó las relaciones internacionales hasta comienzos del decenio de los noventa, en el siglo
pasado.

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