Ética y Revisoría Fiscal - Revisoría fiscal. Una garantía para la empresa, la sociedad y el estado - 1ra edición - Libros y Revistas - VLEX 42671275

Ética y Revisoría Fiscal

AutorJesús María Peña Bermúdez
Páginas227-242

Page 227

Por la importancia que reviste en su actuar, abarcando cada uno de sus pasos, he querido cerrar este libro con un capítulo sobre la más trascendente e importante obligación personal y profesional del Revisor Fiscal y a la cual me he referido en distintos foros y escritos.

La ética y el buen hacer ético es intrínseco al Contador Público, a su actuar; es inherente a la Contaduría como quiera que la honestidad, integridad y objetividad como sinónimos de equidad e imparcialidad, constituyen las bases sobre las cuales se levantan las columnas del DEBE y el HABER que sostienen desde 1.494 la infraestructura de la ciencia contable; son portada que franquean el acceso al hombre de bien que se adentra en el espacioso edificio de los hechos y procesos económico- financieros para conocer, registrar, controlar, evaluar, informar, analizar, interpretar y concluir.

La VERDAD es fundamento de lo ético no se inventa. No es ficción. Es realidad, es la conciencia de lo moral, no es necesario imponerla sino testificarla, pues toda verdad es fecunda y solo es preciso sembrarla.

La verdad identifica al hombre de bien; constituye un INRI apreciado, deseado, admirado; sublimiza al humano ya que se deriva del Supremo Hacedor, del Supremo Contador de nuestros actos que también registra en el Haber Celestial el incremento patrimonial de nuestras buenas obras constituyendo un superávit o déficit que Page 228cada día se debe ajustar con el ejemplo social, la enseñanza universitaria y la idoneidad de su ejercicio.

Ligada a la verdad está la libertad del bien obrar. Todo ser por naturaleza es libre pero responsable de sus actos; libre de actuar y de no actuar; de hacer y de no hacer; de creer y de no creer; de compartir o de aislarse. Pero quien es libre, también es responsable de sus hechos o de sus omisiones. Como ser inteligente es inconforme, reconoce sus limitaciones pero busca por elemental conciencia satisfacer sus propias necesidades, buscando simultáneamente ayudar a sus semejantes de manera altruista.

Implícito a su dignidad es el respeto por sí mismo y por cuanto le rodea, constituyendo la moral como baluarte de la ética, el derrotero que guía sus pasos, permitiéndole una pacífica convivencia humana. El Comité de Etica Financiera -IAFEI- de México ha definido la Etica "como la ciencia que se ocupa de lo que los hombres hacen de sí mismos; a diferencia de la técnica, que se ocupa de lo que los hombres hacen con lo que les rodea".124

El Contador Público antes que tal, es hombre. Su profesión es consecuencia de su existencia, de su educación, de su formación. De mirar hacia el devenir de su actuar. Hacia el logro de lo que voluntaria y libremente ha decidido escoger para darle una razón de ser a su existencia.

Podemos afirmar que la ética profesional del Contador es la concreción de su conducta para el ejercicio de la ciencia o disciplina contable en cualquiera de sus manifestaciones: Revisor Fiscal, Director, Asesor, Contralor, Auditor, Síndico, Liquidador.

Está implícita en el trabajo, en sus relaciones interpersonales, en las recomendaciones, en sus propias decisiones. Lejos está de él el engaño, la astucia mal intencionada contra cualquiera de sus usuarios. Hace de su rectitud un paradigma digno de admiración que despierta la envidia del mediocre contable, el respeto del Colega honesto y la estimación del hombre de negocios.

La credibilidad en que descansa la confianza pública es producto del seguimiento y apego a normas éticas que relievan los valores, proyectando una imagen seria en quien obtiene la primera y cumple con la segunda. La comunicación de ésta se hace a través del ejemplo, constituyendo garantía de información veraz, completa, oportuna, confidencial.

Page 229

Así y solamente así, contribuiremos al logro de una sociedad mejor, a la reconstrucción de una sociedad civil a quien se le rinde fe pública por expresa delegación del Estado.

Pero con tan noble cometido, ¿qué impulsa muchas veces a quien la ejerceContador Público - a incumplir o violar los principios éticos de su profesión?

¿Será la codicia, la envidia, el egoísmo, la imprudencia, la ignorancia, la necesidad, el facilismo, la ingratitud, el conformismo, la deslealtad?

Estos 10 sustantivos que podemos resumir como el antidecálogo de los principios básicos del Código de ética, llevan al hombre a la mentira, a la deshonestidad, a la corrupción, a la entrega de sus valores personales, formativos, familiares, profesionales y sociales. ¿Puede entonces quien practica uno de ellos, presentar una alta dosis de calidad en su trabajo? Puede que sí; pero siempre estará manchado por el estigma de la duda para quien lo recibe y usa.

Recordemos que el Contador Público es ante todo un analista, evaluador e informador de hechos Económico-Financieros que obtiene, recibe, clasifica, ordena, conserva, analiza, interpreta, evalúa, concluye, informa y recomienda (otro decálogo que resume su actuar?). Su actuar descansa esencialmente en la credibilidad del cliente o usuario de sus servicios.

Además, también ejerce la docencia en la cátedra, o en el ejercicio mediante el ejemplo.

¿Cómo podemos aportar los Contadores Públicos nuestro concurso a la consolidación o reconstrucción de nuestra confianza por la sociedad civil de la cual hacemos parte, a la veracidad y confianza de sus gentes?

La respuesta está escrita con letras de molde en dos palabras innatas a nuestra conciencia social: VERDAD Y CREDIBILIDAD, las cuales son indivisibles de la contaduría pública y conllevan de manera amplia a la emisión de todo código de ética.

De una encuesta formulada a Contadores estudiantes de postgrado en Revisoría Fiscal en diferentes ciudades capitales sobre las causas de la corrupción y falsedad con las posibles soluciones, se encontraron setenta causas, batiendo el récord las siguientes:

La falta de valores éticos y morales o la pérdida de éstos, seguida de

Page 230

La falta de cultura cívica y de justicia, La atmósfera de corrupción existente en la mayoría de los países subdesarrollados, La falsedad, La falta de controles del estado.

Respecto de las 30 posibles soluciones, las cinco primeras fueron:

Creación de valores morales y éticos Controles gubernamentales Mayor inversión en la educación Justicia Cambio del modelo económico.

Valores morales es término sinónimo de integridad y por tanto de honestidad, de conciencia social, de sinceridad en el pensar y actuar.

1. Principios éticos del Contador Público Colombiano

Los principios éticos no son un fin sino un medio que impulsa a su observador hacia la perfección, hacia las grandes realizaciones reflejando en sus actuaciones la nobleza interna, la compenetración con su propio yo. La ética nos ayuda a mantener un código de honor, a evitar errores voluntarios, a mejorar diariamente, a dar buenos resultados, a obtener el respeto de los colegas y de la sociedad en general. El comportamiento humano es un fiel reflejo del espíritu, de ese hálito que permite la vida, la sublimiza y la proyecta por el sendero del bien.

La ética es un comportamiento volitivo y por consiguiente propio del Contador Público.

Y dónde está luz que brilla al final del túnel?. Bien podemos hallarla en la comprensión del Pronunciamiento número 3 del Consejo Técnico de la Contaduría sobre el Código de Ética:

"El comportamiento honesto es el que se acomoda a las pautas socialmente aceptadas; y el comportamiento deshonesto es el que no se ajusta a lo que la sociedad considera como aceptable.

Esta manera de comprender la ética es heterónoma, es decir, una ética impuesta desde fuera, en la que intervienen muchos factores distorsionantes que hacen perder objetividad.

Page 231

Si se ata la ética a las costumbres, se tiene que aceptar que habrá tantas éticas como sociedades, y al interior de cada sociedad habrá que aceptar que habrá tantas éticas como subgrupos o subculturas, e igualmente, se pierde objetividad desapareciendo las fronteras entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte.

Es evidente que la ética debe contar con el aspecto sociológico. Es evidente que debe contar con lo que la sociedad acepta, tolera o rechaza. Debe contar con ello, pero no puede detenerse allí.

El aspecto sociológico es descriptivo, pero no es normativo, señala qué es lo mejor para las personas y para la sociedad. Debe ser tenido en cuenta para ser transformado, de manera que se erradiquen estructuras y hábitos injustos y deshumanizantes.

La presión social ha cambiado de dirección. Anteriormente, la presión social impedía a muchos apartarse del buen camino; así, muchos eran honestos, porque la sociedad no les dejaba otra alternativa. Hoy en día la presión social ha cambiado de dirección y estimula comportamientos que se consideraban como inaceptables. Este cambio de fruto ha sido signo de la avidez desbordadas de tener y de poder. Sobre el altar de estas dos divinidades, los hombres de nuestra época han sacrificado todo.

Si el contador público reduce su ética profesional a lo que está socialmente aceptado, tendrá vía libre para esta clase de indelicadezas. Por eso la ética no se puede reducir a la dimensión puramente sociológica.

Si el comportamiento honesto es el que se mueve dentro de los límites que fija la ley, y el comportamiento deshonesto es el que se sale de lo que establece la ley, igualmente existe una ética heterónoma, es decir, una ética impuesta desde afuera, que no brota de lo profundo de la persona.

Por eso no es conveniente identificar lo legal y lo moral. La experiencia nos muestra que hay muchos comportamientos que la ley aprueba o al menos tolera y que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR