Educación y pobreza - Un análisis del desarrollo, la pobreza y la desigualdad - Libros y Revistas - VLEX 371082174

Educación y pobreza

AutorIgnacio Aguilar Zuluaga
Páginas13-15

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capítulo 4

Educación y pobreza

No existe una información adecuada que indique a ciencia cierta la calidad de la educación que se imparte en los países en desarrollo. Se sigue teniendo la impresión que lo que se enseña, especialmente en los niveles primario y secundario, es de muy baja calidad. Esto obstaculiza los esfuerzos que se hacen para aportar fondos que atiendan la educación e impulsen la motivación que necesita una buena educación primaria y secundaria. La influencia del sindicalismo en el sector educativo de los niveles primario y secundario ha tenido un carácter político y un liderazgo negativo entre las décadas de los 60 y los 90, lo cual ha influido en la calidad de la formación académica de los docentes y, lógicamente, en la calidad de la educación que se enseña. Un ejemplo de ese comportamiento ha sido la oposición de la Federación Colombiana de Educadores (FECODE), a las evaluaciones de la formación académica de sus afiliados.

Si las evaluaciones se hacen correctamente, permiten a las personas y a las instituciones observar la calidad de las escuelas y sus métodos a lo largo del tiempo. Por ejemplo, el Consorcio de África Meridional para la Supervisión de la Calidad de la Educación (una iniciativa de la UNESCO) busca detectar las desigualdades educativas en catorce países para saber en cuáles son necesarias algunas intervenciones. Se debe alentar a los países en desarrollo a participar en evaluaciones internacionales de calidad de la educación para fortalecer la capacidad local de preparar, hacer y analizar pruebas que permitan un conocimiento real del nivel la instrucción. (Cohen y Bloom, 2005).

Es de esperar que para el año 2050 la enseñanza primaria y secundaria de calidad sea una realidad. Pero al ritmo actual, para 2015 todavía habrá en el mundo cerca

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UN ANÁLISIS DEL DESARROLLO, LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD

de 120 millones de niños sin educación primaria y otros 217 millones sin enseñanza secundaria. ¿Qué hacer entonces? No hay solución mágica para educar a todos los niños del mundo, pero sí se han contemplado algunos cambios que pueden contribuir a la solución.

El primero puede ser la apertura de un debate en los niveles nacional e internacional sobre las metas de la educación, con el compromiso de mejorar la eficiencia económica, es decir, su relación costo-beneficio para lograr esas metas. En segundo lugar, alcanzar la extensión del ciclo completo de la enseñanza secundaria en todos...

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