Elementos para una filosofía de las relaciones internacionales - Núm. 28, Enero 2015 - Civilizar. Ciencias Sociales y Humanas - Libros y Revistas - VLEX 591698698

Elementos para una filosofía de las relaciones internacionales

AutorRafat Ghotme
CargoCandidato a doctor en Historia Política Comparada. Magíster en Historia. Licenciado en Relaciones Internacionales
Páginas103-118
Civilizar 15 (28): 103-118, enero-junio de 2015
Elementos para una filosofía
de las relaciones internacionales1
1 Este artículo es producto de una
investigación adscrita a la línea es-
tudios internacionales del Grupo de
Investigación Historia Internacional,
registrada en el Centro de Investiga-
ciones de la Facultad de Relaciones
Internacionales, Universidad Militar
Nueva Granada, Bogotá, Colombia.
2 Candidato a doctor en Historia
Política Comparada. Magíster en
Historia. Licenciado en Relaciones
Internacionales. Profesor asociado e
investigador del Programa de Rela-
ciones Internacionales, Universidad
Militar Nueva Granada, Bogotá, Co-
lombia. Correo electrónico:
rafat.ghotme@unimilitar.edu.co
Para citar este artículo: Ghotme, R.
(2015). Elementos para una loso-
fía de las relaciones internacionales.
Revista Civilizar Ciencias Sociales y
Humanas, 15(28), 103-118.
Elements for a philosophy of international relations
Recibido: 21 de mayo de 2014 - Revisado: 09 de diciembre de 2014 - Aceptado: 10 de marzo de 2015
Rafat Ghotme2
Resumen
Este artículo pretende ofrecer una alternativa al estudio del sistema internacional
a través de lo que se denominará “losofía del orden”. A partir de una síntesis
crítica de la teoría del caos y la teoría general de sistemas, esta propuesta
analizará las dinámicas del cambio y las posibilidades que tienen los actores
para determinar el curso de sus acciones. Estas acciones se circunscriben en un
orden, que posibilita el cambio en su propio seno, generando las subsiguientes
formas de reequilibrio del sistema y los modos de disipación del caos que los
actores crean para convivir en un orden más sobrellevable. Y es en este punto
donde se pone a prueba la capacidad de agencia del actor internacional.
Palabras clave
Filosofía, relaciones internacionales, orden, caos.
Abstract
This article offers an alternative to the study of the international system through
the so-called “philosophy of order”. From a critical synthesis of chaos theory
and general systems theory, this proposal will analyze the dynamics of change
and the possibilities for performers to determine the course of their actions.
These actions are limited within a certain order, conned in an order that
facilitates the change, creating subsequent forms of rebalancing the system
and the dissipation modes of chaos that actors create chaos to live together
in an endurable order. And it is at this point that the agency capacity of the
international actor is put to test.
Keywords
Philosophy, international relations, order, chaos.
104 Rafat Ghotme
Civilizar 15 (28): 103-118, enero-junio de 2015
Introducción
En este artículo se busca vincular una
losofía de la ciencia con la disciplina de las
relaciones internacionales. Tal idea surgió por
dos razones fundamentales. La primera de ellas
hace referencia al –peligroso– juego de tratar
de predecir el comportamiento social como
si se tratase del mismo mundo natural, con
leyes prejadas; a imagen y semejanza de la
naturaleza, este juego supone que todo sistema
social –todo orden– nace, se desarrolla y muere.
Al abarcar un análisis del orden de esa manera,
se asume la doble posición de incorporar
supuestas leyes naturalizadas de la sociedad y,
por tanto, la posibilidad de concebir que todo
sistema es per se estable, ordenado.
Al estudiar la sociedad como un sistema
cerrado, estable y jerarquizado, este modelo
de ciencia social admite sin embargo la
posibilidad del cambio: revolucionario o no,
violento o aceptado, es un trastorno que se
produce por circunstancias del orden mismo
del sistema y, una vez dado, el sistema vuelve
a su estado natural de equilibrio (Easton, 1973;
Luhmann, 1993, 1998; Parsons, 1966). Las
relaciones internacionales no fueron ajenas a
esta concepción de una ciencia universal, un
nuevo estadio de una cienticidad cada vez
más integrada e interdisciplinaria (Wallerstein,
2003). De ese modo, como se verá en la
siguiente sección, muchos internacionalistas
de la segunda mitad del siglo XX asumieron
una postura conservadora del sistema como
un orden equilibrado (el orden es sinónimo de
equilibrio) que se reproduce a sí mismo, como
parte de su dinámica intrínseca.
La segunda razón se deriva de una
supuesta reevolución de los parámetros de tal
sistema social en permanente orden. Con una
visión profundamente sistémica, se efectuó
entre los internacionalistas un giro a partir de
1970-1980 en la concepción de la ciencia y la
sociedad, adaptada desde las matemáticas y la
física que implicaba la ruptura crítica entre los
parámetros de la modernidad y la transición
hacia la posmodernidad: nada menos que
un paradigma, en el sentido que le dio Kuhn
(2004), sustentado en una perspectiva caótica
–no lineal ni intemporal– de la naturaleza y la
sociedad.
Con la crisis de la modernidad (esto es,
del racionalismo y el determinismo), una nueva
losofía de la ciencia incorporó el caos como la
regla y no como la excepción en la conformación
(la comprensión) de los sistemas, vistos
ahora como sistemas dinámicos complejos:
el caos ya no es una molesta desviación en la
linealidad de los fenómenos físicos o naturales
(Hayles, 1993, pp. 28-29). Aunque no era algo
nuevo, la física y la matemática atrajeron a
algunos internacionalistas, sobre todo por
las consecuencias losócas que podían
extraerse de su uso, esto es, las probabilidades
de encuentro entre el ser y el devenir, de la
liberación del ser. Al principio fueron una
especie de sistémicos aislados, como Wallerstein
(1991, 2004), Arrighi y Silver (2001) y Abu-
Lughod (1989), entre otros. Al adoptar la teoría
del caos asumieron que la lógica sistémica (en
especial del cambio) estaba aunada a pequeñas
o inapreciables uctuaciones inmersas en un
sistema en apariencia ordenado que dan paso
a grandes transformaciones que modican
de manera radical la naturaleza del sistema
(Abu-Lughod, 1989, p. 369). En este punto,
en un momento de “bifurcación” sistémica, las
probabilidades del ser de liberarse (del sistema
capitalista) aumentan considerablemente.
Aunque estos teóricos asumieron un com-
promiso moral con la consecución de un orden
justo, y que su enfoque del sistema internacio-
nal se fundamenta en un trabajo empírico muy
profundo enmarcado en la sociología histórica
y los sistemas de economía-mundo capitalista,
se distancian entre sí a la hora de buscar po-
sibles salidas a una era de incertidumbre. Para
Wallerstein (1984, 1998, 2004) los cambios se
reeren a la transición del sistema morderno
occidental a otro u otros sistemas utopísticos

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