El estudio de la población Negra - Núm. 12, Julio 2013 - Revista CS de Ciencias Sociales - Libros y Revistas - VLEX 521802350

El estudio de la población Negra

AutorBurghardt Du Bois
Páginas299-324

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Nota introductoria

W. E. B. Du Bois vivió entre 1868 y 1963. Nació en Great Barrington-Massachusetts, Estados Unidos. Fue un sociólogo, historiador, novelista, dramaturgo y crítico cultural Afronorteamericano pionero. Dedicó su vida a cuestionar el fundamento racial de la injusticia social. En 1896 se graduó del doctorado en Sociología en Harvard, convirtiéndose en el primer Afroamericano en graduarse de esta institución. Su tesis de doctorado se tituló The supression of the African Slave Trade, y fue publicada por Harvard University Press. Entre 1986 y 1897 fue profesor de Sociología en la Universidad de Pensilvania, donde publicó The Philadelphia Negro. Entre 1897 y 1910 enseñó historia y economía en la universidad de Atlanta. En 1903 publicó The Souls of the Black Folk. Entre 1910-1934 contribuyó a la creación del Movimiento del Niágara y el NAACP (National Association for the Advancement of Colored People). Organizó el congreso Panafricano de Paris en 1919.

W. E. B. Du Bois fue corresponsal de varios periódicos, entre ellos el New York Age, el New York Globe y el Springield Republican. Entre 1910 y 1934 fundó y fue el editor del periódico The Crisis, el cual sirvió como medio de comunicación de la ideas del NAACP. En 1934 retornó a Atlanta como director del departamento de Sociología y publicó Black Reconstruction. Estuvo en Atlanta hasta 1944, cuando decidió retornar al NAACP como director de publicaciones. Por su activismo en defensa de la paz y la justicia social, en 1951 el departamento de Justicia formuló cargos en su contra por el desarrollo de supuestas actividades subversivas, resultando absuelto tras el juicio.

En 1958 ganó el premio Lenin de la paz. En 1961 se convirtió en miembro del partido comunista en Estados Unidos y, por invitación del presidente de Ghana Kwame Nkrumah, dio inicio al proyecto de edición de la Enciclope-dia Africana. Murió el 27 de agosto de 1963 tras haber obtenido, ese mismo año, la ciudadanía de Ghana.

El presente período de desarrollo en el estudio de la sociología es un período de prueba; es el período de la observación, la investigación y la comparación –el trabajo es siempre tedioso, frecuentemente sin propósito, sin principios bien fundamentados ni líneas orientadoras, y siempre sujeto a una crítica pertinente. ¿Después de todo, qué se ha logrado? Para una respuesta positiva, lo que años

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de investigación y especulación han sido capaces de dar a cambio es la aserción de que los fenómenos de la sociedad son dignos del más cuidadoso y sistemático estudio, y si este estudio puede eventualmente conducir a un cuerpo de conocimiento sistemático que merezca el nombre de ciencia, no puede en ningún caso fallar en dar al mundo una gran verdad que merezca conocerse.

Estando en el período de observación y comparación, debemos confesarnos que los sociólogos de pocas naciones tienen una oportunidad tan apropiada de observar el crecimiento y la evolución de la sociedad como los de los Estados Unidos. El rápido crecimiento de un país joven, los vastos cambios sociales, el maravilloso desarrollo económico, los experimentos políticos audaces y el contacto entre diferentes estándares morales, se convierten en conjunto en objetos cruciales para los estudiantes1americanos, ya sea a la hora de examinar la acción social, para hacer reproducciones micro-cósmicas de largos siglos de historia mundial, o para acercarse a las rápidas –e incluso violentas- repeticiones de grandes problemas sociales. Aquí hay un todo un campo para el sociólogo -un campo rico, pero poco trabajado, y lleno de grandes posibilidades. Los eruditos europeos envidian nuestras oportunidades y hay que reconocer a nuestro crédito que en la última década se ha despertado un gran interés por la observación de los fenómenos sociales –un interés efímero y supericial, pero que abre la puerta para una agenda de investigación y un esfuerzo cientíico amplio.

Sin embargo, existe un campo –probablemente más amplio que cualquier otro dominio de los fenómenos sociales- en el que no parece haberse despertado aún una comprensión adecuada de las oportunidades que ofrece para la investigación cientíica. Este es el grupo de fenómenos sociales que emer-gen de la presencia de ocho millones de personas de descendencia africana en suelo norteamericano.

Es mi propósito, en este artículo, discutir ciertas consideraciones que conciernen al estudio de los problemas sociales que están afectando a los Negros Americanos: primero, el desarrollo histórico de estos problemas. Luego, la necesidad de su estudio sistemático y cuidadoso en el presente; tercero los resultados de los estudios cientíicos de los Negros hasta el momento. Cuarto, los ámbitos y métodos que las

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investigaciones cientíicas futuras deberían considerar y, inalmente, las entidades en las cuales este trabajo puede ser desarrollado de la mejor manera.

Desarrollo de los problemas de la población negra

Un problema social es un fracaso de un grupo social organizado para realizar sus ideales de grupo, a través de la incapacidad de adaptar una determinada línea de acción deseada para unas condiciones de vida dadas. Si, por ejemplo, un gobierno fundado en el sufragio universal tiene una parte de su población tan ignorante como para no poder votar con inteligencia, tal ignorancia se convierte en un problema social amenazante. La imposibilidad del desarrollo económico y social en una comunidad donde un gran porcentaje de la población se niega a acatar las normas sociales del orden, genera un problema de delincuencia y de ilegalidad. La prostitución se convierte en un problema social cuando las exigencias de la vida en el hogar lujoso entran en conlicto con las costumbres del matrimonio.

Así, un problema social es siempre una relación entre las condiciones y las acciones y, a medida que las condiciones y acciones varían y cambian de un grupo a otro, de un momento a otro, de lugar en lugar, así mismo cambian los problemas sociales, se desarrollan y crecen. Por consiguiente, a pesar de que normalmente hablamos del problema de los Negros como si fuera una cuestión que no cambiara, los estudiantes deben reconocer los hechos obvios, que este problema, como otros, ha tenido un largo desarrollo histórico, ha cambiado con el crecimiento y la evolución de la nación. Además, que no es un problema, sino un plexo de problemas sociales, algunos nuevos, otros viejos, algunos simples, algunos complejos, y estos problemas tienen su vínculo de unidad en el acto en el que se agrupan alrededor de los africanos, a quienes dos siglos de trata esclavista los introdujeron en esta tierra.

En la última parte del siglo XVII y a principios del siglo XVIII, la necesidad económica central y absorbente de América fue la creación de una oferta de trabajo adecuada para desarrollar la riqueza americana. Esta cuestión había sido resuelta en las Indias Occidentales esclavizando a los indios y a los Negros. En las colonias de la parte continental se resolvió con la importación de Negros y sirvientes escriturados. Inmediatamente después, surgió la cuestión del estatus legal de los esclavos y sirvientes, y se expidieron docenas de estatutos, desde Massachusetts hasta Georgia, “para la regulación apropiada de los

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esclavos y sirvientes”. Tales estatutos buscaron resolver los problemas del trabajo y no de la raza o el color. Sin embargo, pronto dos circunstancias empezaron a diferenciarse en el campo del trabajo, problemas que afectaban a los esclavos de por vida, y que se diferenciaban de aquellos que afectaban a los sirvientes por períodos limitados. Estas circunstancias fueron la superioridad económica del sistema esclavista, así como el hecho de que los esclavos no eran ni de la misma raza, idioma, ni religión de los sirvientes y sus amos. Así, entre clases trabajadoras distantes entre sí, surgió naturalmente una diferencia en la posición legal y en el estatus social. Los estatutos coloniales pronto dejaron de abarcar la normativa aplicable a los esclavos y sirvientes en un capítulo, y empezaron a emitirse leyes para los sirvientes por un lado, y para los esclavos Negros por el otro.

Como el trabajo esclavo, en las condiciones peculiares de la vida colonial, aumentó en valor y eiciencia, las importaciones de africanos aumentaron, mientras que las de criados escriturados disminuyeron. Esto dio lugar a nuevos problemas sociales, a saber, los de la protección de una civilización débil contra una aluencia de barbarie y paganismo. Entre 1750 y 1800, un núme-ro cada vez mayor de leyes comenzó a formar un código esclavo peculiar y sistemático, basado en una idea distinta de casta social. Incluso, a medida que este código de esclavos se fue desarrollando, las nuevas condiciones sociales cambiaron el aspecto de los problemas. Las leyes, hasta el momento, se habían hecho a la medida de una clase distinguida por su condición más que por su raza o color. Surgió entonces, sin embargo, una clase de Negros anglo-parlantes nacidos en suelo americano y miembros de las iglesias cristianas. De las relaciones sexuales ilícitas y de un número considerable de matrimonios mixtos con sirvientes, brotó un número de personas de sangre mezclada. En este contexto, una nueva clase de Negros libres fue creada por la emancipación y por el nacimiento de hijos Negros de mujeres Blancas: todos estos desarrollos llevaron a un principio distintivo de la vida de grupo entre los Negros. Se dieron intentos repetidos de insurrección organizada, fugas al por mayor, como la que estableció los exiliados en Florida, y emergió una clase de propietarios Negros y votantes. Tales movimientos sociales pusieron cara a cara a los colonos con nuevos y graves problemas, los cuales, en un primer...

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