Giuseppe Verdi, una visión teatral de la voz en la ópera Macbeth - Núm. 10-2009, Enero 2009 - Revista Co-herencia - Libros y Revistas - VLEX 71784799

Giuseppe Verdi, una visión teatral de la voz en la ópera Macbeth

AutorLavinia Sabina Sorge Radovani; Walter Sorge Zizich
CargoDocente de la Facultad de Artes, Universidad de Antioquia. laviniasorge@yahoo.com; Profesor Honorario, desde 2004, en la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.wzizich@yahoo.it
Páginas166-187

Este trabajo ha sido realizado en conexión con la investigación: "Rutinas de entrenamiento vocal para estudiantes del programa de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia, y su aplicación pedagógica", aprobada en la II Convocatoria interna de investigación - Facultad de Artes, Universidad de Antioquia.

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Introducción

La Ópera es un género musical en el que se asocia la música a la acción dramática; nació en Florencia (Italia) en el siglo XVI y sus primeros autores fueron J. Peri, J. Corsi y F. Cavalli; a mediados del siglo XVIII el nuevo arte logró fuerte arraigo popular en Inglaterra a través de los trabajos de Haendel quien importó y reelaboró la ópera italiana estructurándola en aires y recitativos, mientras ya a finales de siglo W.A. Mozart introduce la severidad clásica en la ópera cómica en sus obras maestras "Las bodas de Figaro" y "La flauta mágica".

A principios del siglo XIX, las guerras imperialistas de Napoleón habían dado nuevas esperanzas a los movimientos nacionalistas e independentistas de los italianos que luego producirían el llamado "Risorgimento" y la unificación del País bajo el mando de la Casa Savoia con el desalojo de las autoridades austro-húngaras (en el norte) y de los Borbones (en el sur).

En este clima se produce la renovación de la ópera italiana a través de los trabajos de Gioacchino Rossini (1792-1868), que dominaría el panorama operístico durante casi 40 años, con sus casi 40 óperas; aunque escribió sobre todo óperas serias, durante mucho tiempo prácticamente sólo sobrevivieron, en su repertorio, óperas cómicas como "El Barbero de Sevilla", "La Cenerentola" o "La Italiana en Argel". Felizmente, esta situación se solucionó con la Rossini Renaissance y una generación de cantantes que permitió rescatar del olvido la mayor parte de la producción rossiniana. Aunque no todas sus obras alcanzan el mismo nivel de calidad (componía muy deprisa y los libretos eran, muchas veces, bastante malos), no se puede negar que Rossini es uno de los más grandes músicos de la ópera italiana dado que sienta las bases del Belcanto1 italiano, caracterizado por la belleza del sonido y la exigencia de una técnica vocal perfecta en términos de emisión de la voz, fraseo, agilidad y expresión de los sentimientos expresados en el texto. Rossini reinventa el género bufo con sus óperas cómicas y humaniza la ópera seria con un mejor tratamiento psicológico de los personajes; además, Page 167 en las óperas rossinianas, la orquesta adquiere una importancia que no había tenido hasta entonces, prueba de ello son sus famosos crescendi.

Paralelamente se desarrolló la carrera de Gaetano Donizetti (1797- 1848), compositor de cerca de setenta óperas, de las cuales sólo unas pocas todavía se representan; entre ellas sus óperas cómicas "L'elisir d'amore" y "Don Pasquale" (quizá una de las obras más acabadas y redondas de toda su producción) y, dentro de las óperas serias, "Lucia de Lammermoor", "Lucrezia Borgia", "Anna Bolena". Dotado de gran sentido melódico y teatral, es autor de algunas de las melodías más bellas de la ópera italiana (p.e. Una furtiva lagrima, de L'elisir d'amore) que daban grandes ocasiones de lucimiento a los cantantes, aunque no pudo evitar sucumbir a fórmulas trilladas para aumentar el efecto teatral y ganarse el favor del público.

Orquestalmente, no alcanzó el nivel de Rossini, pero supo escribir bellos acompañamientos, sobre todo los de tipo elegíaco o evocador, y trató de conectar mediante ariosos coros o intervenciones solistas los espacios entre números cerrados.

De carrera desgraciadamente más corta fue Vincenzo Bellini (1801- 1835) considerado, por muchos, el maestro de la ópera italiana del belcanto. Fue un inigualable compositor de melodías, de carácter más vocal que orquestal, teñidas todas de un sutil toque de melancolía como en Casta diva de "Norma". Sus personajes femeninos ocupan los papeles protagónicos así, por ejemplo, una soprano lírica de coloratura en "La Sonnambula" y una soprano dramática en "Norma" o "Il Pirata"; sus composiciones son ciertamente más brillantes en los momentos melancólicos que en los de mayor carga dramática y se le ha reprochado una orquestación bastante simple, pero también es cierto que fue muy respetado por Verdi e incluso por Wagner, quién afirmó que habría dado lo que fuera por escribir un final como el de "Norma".

Giuseppe Verdi 1813-1901

(Imagen en Documento Pdf)

Imagen creada por Giovanni Boldoni, 1886. En: http://es.wikipedia.org/wiki/ imagen:Verdi.jpg

Pero la ópera italiana del siglo XIX está indudablemente dominada por la inmensa figura de Giuseppe Verdi (1813-1901). Aunque en un principio Page 168 cultivó el belcantismo, con el tiempo su estilo fue derivando a lo que acabó llamándose canto de bravura, de expresión fuertemente teatral y hacia un continuum musical, que alcanzaría su máxima expresión en sus dos últimas óperas: "Otello" y "Falstaff".

Su popularidad llegó a niveles altísimos y su música llegó a emocionar tanto a los italianos que muchas de sus composiciones se consideraron y siguen considerándose parte integrante de los himnos patrióticos; las aclamaciones "VIVA VERDI" adquirieron un significado nacionalista dado que celaban, en realidad, un llamado a la unidad nacional bajo el mando de Casa Savoia, interpretándose también Viva Vittorio Emanuele Re D'Italia.

Caricatura de Giuseppe Verdi

(Imagen en Documento Pdf)

En: Programa de mano: Macbeth. Melodramma in quattro atti di F.M. Piave.Musica di G. Verdi. Editado por el teatro de San Carlo (sin fecha de impresión)

Foto Giuseppe Verdi con autógrafo.

(Imagen en Documento Pdf)

Colección del Maestro Francesco Paolo

Frontini En: http://it.wikipedia.org/wiki/ immagine:G._Verdi_2.jpg

Verdi nace en Roncole di Busseto (Italia) el 10 de octubre de 1813; no logrando ingresar al conservatorio de Milán en 1832, intenta estudiar por otros medios, hasta que alcanza el suficiente conocimiento para ser nombrado, en 1835, maestro de música de Busseto, una pequeña ciudad al Page 169 norte de Italia. Junto a esta labor docente compondrá algunas obras sacras, corales y piezas orquestales breves.

En 1839, el compositor empieza a cimentarse con obras de mayor envergadura y se traslada a Milán atraído por el Teatro de La Scala donde, a los pocos meses, presenta "Oberto" (1839) obteniendo el suficiente éxito para que Ricordi (el principal editor italiano) se interesara por su producción.

Sin embargo su segunda obra, "Un giorno di Regno" (1840), será un fracaso, esta circunstancia unida a una serie de muertes familiares, hacen que Verdi cáiga en una depresión y decida dejar de componer; sólo la insistencia del director de La Scala lo empuja a componer "Nabucco" (1842), cuyo rotundo éxito hará que su nombre y su obra se propaguen por todas las capitales europeas y americanas.

Tras el triunfo, a lo largo de los años cuarenta compone óperas para representar en diversos auditorios de toda Italia; en 1847 elabora "Macbeth" ópera en la cual intenta romper con la tradición eliminando el estilo vocal florido, tan grato a los italianos, para introducir con más vigor el elemento dramático. En este sentido, se le puede considerar el creador del drama musical, es decir, una obra con un desarrollo musical in-interrumpido.

También desarrolló el uso del leitmotiv2, que no tiene ningún parentesco con el de Wagner ni, por supuesto, es una imitación del mismo. Verdi insistió aún más que sus antecesores en la claridad de la dicción y elaboró un lenguaje orquestal mucho más perfecto, desde el punto de vista expresivo, para caracterizar los sentimientos y/o la acción, aunque siempre concediendo el mayor protagonismo a la voz. Otra novedad introducida por Verdi, respecto al belcanto en estado puro, es que en una sola "aria" podían expresarse varios estados de ánimo distintos, lo cual sorprendió a muchos aficionados de la época, acostumbrados a un solo sentimiento por aria. Se esforzó mucho en conseguir la verosimilitud de la acción, tanto en sus obras de carácter más oscuro, como Macbeth o Simón Boccanegra, como en las más próximas como I Vespri siciliani, La Forza del destino, Don Carlos o Aida; tenía gran admiración por Shakespeare, como muestra su Macbeth y, de forma más acabada y perfecta, las óperas Otello y Falstaff; también probó suerte con el Rey Lear que nunca llegó a materializarse.

"Verdi era maestro en esconder el más maldito miedo entre una aparente alegría en el discurso musical" (Battaglia, 1978: 81) Page 170

Desde sus primeros trabajos, Verdi indicó una manera de "hacer teatro" en música y encomendó en las voces, que debían interpretar los roles de sus óperas, tareas nuevas respecto a lo hecho por sus predecesores, adoptando criterios que revolucionaron incluso las técnicas del canto.

"...¿Cuántos cantantes hay que reúnen las dos cosas, que saben cantar y recitar? En la ópera cómica las dos cosas juntas son muy fáciles. ¡Pero en la ópera trágica! Un cantante que está inmerso en la acción dramática, en donde cada fibra del cuerpo, que se compenetra totalmente con el rol que representa, no encontrará el justo tono. Tal vez en un minuto, pero en el sucesivo medio minuto él cantará ya falso o la voz le faltará. Para la acción y el canto son suficientes fuertes pulmones. Por lo tanto soy de la opinión que en la ópera la voz tiene sobretodo el derecho de ser escuchada. Sin voz no hay canto justo" (Battaglia, 1978: 81)

Ya desde Nabucco, sobretodo en la parte destinada a la soprano Abigaille, Verdi ofreció una pequeña muestra de su gran habilidad para comprender la relación existente entre la voz y los conceptos del drama teatral; este proyecto se consolidó luego con: Ernani, Macbeth, Luisa Miller y Rigoletto. Pero fue con Il Trovatore donde Verdi reafirmó inequívocamente su manera personal de entender la vocalidad. El compositor introduce en el canto, con una libertad hasta el momento...

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