La gobernabilidad corporativa en EPM y los conflictos de poder relacional
| Autor | Edgar Varela Barrios |
| Cargo del Autor | Ph.D. en Administración (opción Management) de la HEC - Universidad de Montreal (Canadá). |
| Páginas | 239-260 |
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Capítulo
LA GOBERNABILIDAD CORPORATIVA EN EPM Y
LOS CONFLICTOS DE PODER RELACIONAL
La gobernabilidad corporativa es un tema clave e importante en la gestión contemporánea; derivado de la propia capacidad de los managers para, en ciertas ocasiones y contextos dados, usurpar las decisiones de los propietarios. El caso del gobierno corporativo, el Corporate Governance, se suscita en los últimos años por numerosos casos de corrupción y aprovechamiento de la información privilegiada para obtener beneficios, por parte del Alto Management de muchas grandes corporaciones. Esto lo ejemplifican los casos de la ENRON en los Estados Unidos, mientras que en Europa, resultó paradigmático el caso de los fraudes en PARMALAT. Todo el negocio, prestigio y acción de los grandes managers se concentraban en canalizar para ellos recursos de diverso tipo, en acciones, dinero, bonos, etc. Así, los managers especulaban con la información, mientras que muchos los accionistas no se daban cuenta de lo que realmente ocurría en sus empresas y cuando venían a retirar sus acciones o sus dividendos, les entregaban un “cascarón”, ya que los liquidadores de las empresas se les habían llevado el dinero; eran verdaderos delincuentes de cuello blanco.
Eso hizo que se entendiera que los administradores deben ser controlados por el Principal en las empresas privadas. Para ello se ha estatuido por la teoría neomanagerial que deben existir juntas directivas profesionales bien pagadas y que tengan la capacidad de hacer seguimiento de los altos directivos que, muchas veces por el manejo de la información, mantienen una especie de doble cortina que impide a los dueños ver qué pasa realmente en las empresas.
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En el caso de las empresas como las de los SP ocurre el mismo fenómeno. En Cali, por ejemplo, opera una junta ad hoc de las empresas municipales, constituida por personas prestantes, pero sin capacidad de decisión, dado que el poder real está en manos de la Superintendencia y más bien es ésta una junta de acompañamiento, lo cual genera una especie de “dictadura organizacional de los gerentes”, pues el gerente de EMCALI es absolutamente amo, dueño y señor; esto en concordancia con la actual Superintendencia.
9.1. GOBERNABILIDAD Y LEGITIMIDAD DEL MODO BUROCRÁTICO DE GESTIÓN EN EPM
Otro tema vital a considerar es el del discurso preeminente de tipo social que enfatiza la legitimidad de EPM sobre la base de la extensión de sus beneficios. En primer lugar, los de tipo directo referidos a la calidad, cobertura y justicia en las tarifas de los SPD provistos para sus usuarios. En segundo lugar, la fuente de legitimidad que implica la transferencia de significativas rentas del ejercicio presupuestal anual, hacia la municipalidad de Medellín. Las rentas transferidas son la base de buena parte de la política social de las diversas alcaldías. La construcción de bibliotecas, parques y espacios públicos, colegios y, en general, el equipamiento urbano y el apoyo a iniciativas específicas de bienestar social, son compartidas por EPM y la Alcaldía de la ciudad.
En tanto la primera aparece como financiadora, la segunda cumple el papel de propietaria que direcciona adecuadamente la rentabilidad social de la empresa. De otro lado, los principales impactos que redundan en la legitimación del modelo corporativo de EPM tienen relación con la irrigación de parte de sus utilidades en términos de transferencias o participaciones a Medellín y en general a la región antioqueña como se evidencia en las zonas donde se encuentran los principales embalses hidroeléctricos de EPM67.
Y, finalmente, aparece la inversión propia por parte de EPM. Esto corresponde a una larga tradición – como lo vimos anteriormente cuando se inauguró
[67] Así, por ejemplo, hace una década, en el año de 1999, se destacaban las transferencias significativas a las áreas de influencia (municipalidades), en las zonas de generación eléctrica. Con base en el artículo 45 de la ley 99 de 1993, se transfirieron $16.412 millones a los municipios ubicados en las áreas de influencia de los proyectos de generación de energía, así como a las corporaciones Cornare y Corantioquia. “Estas transferencias, que corresponden al 6% de las ventas brutas de energía, son destinadas a la protección y conservación de los recursos y a las obras incluidas en los planes de desarrollo municipal… De igual manera, en el programa de corregimientos y veredas dirigido a las zonas rurales de Medellín, se emplearon recursos por $1.680 millones en diversas obras que permitieron llevar los servicios de acueducto y alcantarillado a los habitantes de 1.200 viviendas” (Informe de Gestión, 1999,
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SEGUNDA PARTE. POLÍTICAS, ESTRATEGIAS Y GESTIÓN EN EPM
el programa de “Habilitación de viviendas” –, que aparece de forma recurrente en los discursos de la gerencia general. También en áreas precisas, tal como ocurre por parte de la gerencia comercial cuando se aborda el tratamiento negociado del cobro tarifario, las facilidades y los acuerdos para el pago de los desconectados y marginados.
Fuente: “Desconexión en Medellín: un drama ahora bien documentado”. Sección Noticias, Mayo 28 de 2008. Disponible en: www.ipc.org.co (Consultada en Abril de 2009).
En años recientes, esta lógica de legitimación ha operado a través de la creación de un aparato propio para irradiar beneficios sociales, la Fundación EPM. Resulta ciertamente curioso que una empresa estatal cree, de forma semejante a los conglomerados privados, una fundación con fines sociales. Este aparato tecnoadministrativo externaliza muchas de estas funciones, facilitando modalidades de subcontratación, agiliza los desembolsos y le otorga flexibilidad a la empresa en sus propósitos de legitimación social68.
La propia empresa en sus boletines establece de manera recurrente este deber ser, articulándolo con la temática ahora en boga de la Responsabilidad social empresarial:
[68] Véase al respecto lo afirmado en el Informe de Gestión (2003, p. 7 – 8): “Con la Fundación EPM, entidad sin ánimo de lucro, que canaliza buena parte de la gestión social de la empresa, se hicieron aportes en el año por $6.150 millones para continuar con la exitosa labor educativa que viene realizando el Museo Interactivo de los Servicios Públicos y el Parque de los Pies Descalzos, lo mismo que para la construcción del Parque de los Deseos y el impulso a programas como Computadoras e Internet gratis para la educación, becas para estudiantes de excelencia y una “Aventura por mi Ciudad” destinado a posibilitar la integración social entre los niños de las escuelas y colegios de la ciudad. De otro lado, la empresa invirtió $5.984 millones en una serie de acciones sociales que además de la generación de empleo y la contratación social, son propias de la prestación de los servicios públicos: desarrollo de programas educativos para la valoración de los SPD, apoyo al desarrollo científico y tecnológico de Antioquia y participación comunitaria para el desarrollo local en las áreas de influencia”. 241
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Una entidad socialmente responsable como Empresas Públicas de Medellín entiende el papel que debe cumplir en el marco del mejoramiento de su entorno. Su acción supera la actividad productiva y evidencia el compromiso con el bienestar, la calidad de vida y el desarrollo de nuestros usuarios. Nos enorgullece saber que nuestra acción va más allá de la prestación de los servicios de agua, alcantarillado, energía eléctrica, gas y telecomunicaciones, pues la organización es motor del desarrollo local y regional. Vamos más allá, pues somos responsables con nuestra ciudad, con los usuarios, con toda la comunidad, con el medio ambiente, con los proveedores y contratistas y con el Estado. En EE.PP.M. Hemos sabido leer ese entorno y estamos convencidos de que este camino nos ha permitido estar más cerca de la gente (EPM. Línea Directa EPM No. 45, 2007: 1).
Esta lógica de la responsabilización social, según EPM, se manifiesta en sus numerosos frentes de actuación, tanto en los impactos de las inversiones en las tres grandes áreas de negocios, como en otras actividades que trascenderían el mero perfil empresarial:
a) Empleo. EPM se vanagloria de ser uno de los mayores empleadores de Antioquia, generando más de 18 mil 300 empleos entre directos e indirectos. En los dos últimos años contrató obras y servicios por más de $2.4 billones. EPM impulsa el empleo asociativo. Adicionalmente, EPM ha implantado el Programa Nuevos Profesionales, que ha vinculado a EPM 150 jóvenes de excelentes calidades durante los dos últimos años. El año pasado se generaron en las zonas rurales más de 450 empleos directos y más de 140 proyectos de desarrollo, los cuales beneficiaron a cerca de 100 mil personas, con una inversión cercana a los $10 mil millones, de los cuales $ 3 mil 465 han sido aportados por EPM.
b) Responsabilidad con los proveedores y contratistas. EPM genera recursos que mueven la economía regional y dinamizan el desarrollo. Cada año contrata servicios, obras de ingeniería, consultorías, personal y otras actividades que suman más de $2.4 billones. Esta cifra supera el total del presupuesto de Medellín.
c) Desde 1998, según afirma EPM, ésta empresa ha contratado cerca de $60 mil millones con más de 170 Juntas de Acción Comunal para construir, ampliar, mejorar y reponer sus redes. Desde hace 40 años EE.PP.M. Ilumina en Navidad a Medellín. En el río Medellín, la Playa y sus parques se genera el sustento para más de 2 mil 600 familias.
d) En aportes para la educación, EPM entregó por transferencias extraordinarias al Municipio de Medellín $160.000 millones para construir 10 nuevos colegios públicos y reformar 122 más. Además, la empresa entrega a la comunidad de la...
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