Hannah Arendt. Sus ideas cambian el mundo. Una película de Margarethe von Trotta. - Vol. 27 Núm. 1, Enero 2015 - Revista Desafíos - Libros y Revistas - VLEX 636638289

Hannah Arendt. Sus ideas cambian el mundo. Una película de Margarethe von Trotta.

AutorEbbecke-Nohlen, Andrea
CargoReseña de película
Páginas209(19)

Hannah Arendt. Her Ideas Changed the World. A Film by Margarethe von Trotta

La película que comentamos conmueve. (1) Se centra en la vida de la filósofa política Hannah Arendt, una pensadora independiente que piensa sin apoyos y protagoniza pensar sin nada a lo que agarrarse (Denken ohne Gelánder). Como subraya la directora de la película, Margarethe von Trotta, el gran desafío consiste en retratar a una persona que, obviamente, vive más en sus pensamientos y diálogos que en sus actuaciones. A este verdadero reto Margarethe von Trotta respondió con entusiasmo. La película invita a debatir, a tomar partido en las múltiples controversias que se desarrollan. No se puede conocer solo a la pensadora sino a la mujer en su vida cotidiana como profesora, esposa, amante y amiga. Se puede también seguir cómo las amistades de toda una vida se ven expuestas a cargas muy graves y cómo, con unas pocas excepciones, las amistades se rompen. El impacto en el espectador es profundo.

La película es una obra colectiva en la que intervienen--en una labor extraordinaria--seis mujeres: al lado de la directora participan Bettina Brokamper (producción), Pamela Katz (guión), Elisabeth YoungBruehl (biografía), Bettina Bühler (montaje) y Barbara Sukowa (papel principal). Se entiende como un largometraje documental, recurre a entrevistas con personas que convivieron con Hannah Arendt, como por ejemplo Lotte Kohler, su colaboradora, y Eleonore Jonas, viuda de Hans Jonas, y procesa material original del proceso a Eichmann en Jerusalén.

El estreno mundial de la película tuvo lugar el 11 de septiembre de 2012 en la edición número 37 del Festival Internacional de Cine de Toronto; en España se estrenó el 21 de junio de 2013. El filme obtuvo el premio cinematográfico alemán de plata como mejor película y Barbara Sukowa, quien desempeña el papel de Hannah Arendt, lo consiguió como mejor actriz principal. La institución alemana Deutsche Film- undMedienbewertung consideró la película como "especialmente valiosa". En el New York Times se pudo leer "Hannah Arendt es una obra de un notable éxito [...] aunque los espectadores nunca hayan leído ni una palabra de sus libros, se emocionarán por el coraje intelectual y emocional que transmite la interpretación de Barbara Sukowa".

La película se centra en cuatro años, entre 1960 y 1964, de la vida de Hannah Arendt y utiliza unos pocos flashbacks que remiten principalmente a los tiempos de Arendt como joven estudiante. Permite además conocerla como una mujer de 55 años que vive con su segundo marido, Heinrich Blücher, en Nueva York, y que disfruta de la vida intelectual en un círculo de comunes amigos, da clases de filosofía política y es adorada por sus estudiantes.

Los años escogidos en la película representan los de su mayor controversia pública, originada en el juicio a Adolf Eichmann, en Jerusalén. La película transmite esta decisión temática con una escena inicial dramática: la captura del criminal nazi en Argentina el 11 de mayo de 1960, por un comando del servicio secreto israelí Mossad que le transporta poco después a Israel. Sin embargo, la decisión de concentrar la película en estos cuatro intensos años deja a un lado la mayor parte de la biografía de Hannah Arendt, con los orígenes filosóficos de su pensamiento, su identidad judía, la experiencia de los totalitarismos y las difíciles condiciones de su propia supervivencia. Son elementos constitutivos del "pensar" (Denken) y del "actuar" (Handeln), tanto en privado como en público, de Hannah Arendt en cuanto que su teoría política se nutre por un lado de la filosofía alemana del primer tercio del siglo xx y por el otro de la historia de experiencias históricas vividas, "El pensamiento mismo nace de los acontecimientos de la experiencia viva y debe mantenerse vinculado a ellos como los únicos indicadores para poder orientarse" (Arendt 1993a, p. 20). (2)

Camino biográfico

Hannah Arendt era una joven superdotada y muy estudiosa, que ya con catorce años había leído la Crítica de la razón pura de Kant y que sabía leer en latín y griego. En 1924, con 18 años, empezó sus estudios en la universidad de Marburgo con Martín Heidegger, quien era entonces un filósofo y profesor brillante muy de moda entre los estudiantes (Safranski, 1994). Ella se dejó impresionar por su filosofía existencialista en la que buscaba nuevas respuestas a las preguntas metafísicas pendientes: ¿Qué es el ser? ¿Qué es lo que hay? ¿Por qué hay algo y no más bien nada? En la película, se ve el instante en el que Heidegger enseña a sus estudiantes "Amamos porque estamos vivos y pensamos porque somos seres que podemos pensar", lo que emocionó a Hannah Arendt y la animó a contestarle "Estamos tan acostumbrados a entender la razón y la pasión como opuestos que la idea de un pensar apasionado en el que pensar y ser vivo se compenetran casi nos asusta". Ella se enamoró de su profesor, que entonces ya era casado y padre de familia. En la primera retrospectiva, Hannah Arendt, de 18 años, aparece mucho más joven de lo que era y Heidegger, con 35 años, mucho más viejo, lo que hace aparecer este amor como algo extraño, en contra de lo que ambos amantes sintieron y reconocieron decenios más tarde, cuando Hannah Arendt confesó nuevamente y sin arrepentimiento a su gran amor (Prinz, 2013). Después de dos años de una relación secreta, Hannah Arendt decidió mudarse a Friburgo y más tarde a Heidelberg para estudiar con Karl Jaspers, con quien se doctoró en 1929. En el mismo año se casó con su compañero de estudios y filósofo Günther Stern (más tarde Günther Anders), miembro del Partido Comunista y del círculo de Berthold Brecht, con quien se mudó a Berlín. Allí, comenzó, con el apoyo de una beca, a estudiar la historia de los judíos y su exclusión social y publicó el artículo "La Ilustración y la cuestión judía". También se dedicó al tema de la mujer en la actualidad, pero en conjunto observó al feminismo con cierta distancia.

Hannah Arendt profesa "ser judía pertenece a las indudables facticidades de mi vida". Cuando se agravaron las privaciones y persecuciones de personas de origen judío en 1933, se vio forzada a salir de la Alemania nazi, que cuatro años más tarde le retiró la nacionalidad alemana. Se instaló en París y trabajó por recomendación de Kurt Blumenfeld, un líder judío de origen alemán, para una organización sionista. Allí tenía que afrontar muy de cerca el sufrimiento de los judíos refugiados. Experimentó la vida de apátrida, defendiendo desde el principio la postura del deber de luchar activamente contra el régimen nacionalsocialista, en contraste a muchos alemanes intelectuales, incluso de origen judío que intentaron llegar a convivir con el nuevo régimen. En 1940, después de haber sido internada por ser considerada "extranjera enemiga" por parte de "los amigos franceses", fue trasladada al campo de reclusión para mujeres en Gurs (Francia). Después de un mes de estar detenida logró, junto con unas pocas mujeres, huir del campo, mientras que las mujeres que por miedo se quedaron, fueron posteriormente llevadas a los campos de exterminio nazi. Hannah Arendt decidió dirigirse sola hacia Marsella, donde, más bien por casualidad, se reencontró con su marido Heinrich Blücher, con quién se había casado en 1940. Allí pudieron conseguir pasaportes para Lisboa y finalmente visas y billetes para escapar en 1941 a Estados Unidos--experiencias muy dramáticas que bien hubieran podido servir de historia para una película--.

Una vez instalada en Nueva York, Hannah Arendt colaboró otra vez con organizaciones sionistas, ayudando a judíos a escapar de Alemania. Profesora visitante y titular en diversas universidades y centros de estudios estadounidenses (Chicago, Berkeley, Princeton, Yale, entre otros) iba a ser bien conocida en el ambiente académico con la publicación en 1951 de su profundo estudio Los orígenes del totalitarismo. Aun así, la pareja sin papeles no tuvo la vida fácil en Estados Unidos. Vivían en condiciones muy modestas y hasta 1951 consiguieron la nacionalidad estadounidense. Ni siquiera entonces se podían sentir seguros en el así considerado paraíso, porque Heinrich Blücher temía ser expulsado otra vez...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR