El impacto del 9 de abril en Cali y el Valle del Cauca - Núm. 4, Diciembre 2009 - Revista CS de Ciencias Sociales - Libros y Revistas - VLEX 397130670

El impacto del 9 de abril en Cali y el Valle del Cauca

AutorCarlos Andrés Charry Joya
CargoAntropólogo con Opción en Historia por la Universidad de los Andes . Especialista en Teoría y Métodos de Investigación en Sociología y Magíster en Sociología por la Universidad del Valle. Doctorando en Sociología por la Universidad de Barcelona (2009)
Páginas55-89
El impacto del 9 de abril en Cali y el Valle
del Cauca
Carlos Andrés Charry Joya
Abstract
1. Introducción
Sin lugar a dudas uno de los hechos más traumáticos de la historia política
nacional de la primera mitad del siglo XX fue el asesinato del líder populista
Jorge Eliécer Gaitán, ocurrido el 9 de abril de 1948. Suceso que, como lo indi-
can los principales estudios sobre este periodo, sacudió las principales formas
de organización social y política de la sociedad colombiana de aquel entonces.
Más de cincuenta años después este acontecimiento sigue siendo funcional para
evaluar y elaborar interpretaciones alternativas de lo acontecido en nuestro país
durante esos años.1
Sobre los sucesos del 9 de abril se han entretejido múltiples interpretaciones,
muchas de las cuales son resultado de la combinación de diversos imaginarios
sociales en los que caben diversas interpretaciones del magnicidio, desde una
1 Al respecto comentaba el profesor Jaime Jaramillo Uribe: “ […] si bien es exagerado pensar que la situación
conflictiva que ha vivido el país en este fin de siglo tenga sus raíces directas en la conflagración del 9 de abril de
1948, [...] puede sospecharse que ese acontecimiento tuvo el carácter de lo que algún sociólogo (Maclaver) ha
llamado la causa precipitante, un hecho que saca a flote problemas profundos de una sociedad, antes ignorados,
para producir una situación nueva”. Jaramillo Uribe, Jaime, “Asesinato de Jorge Eliécer Gaitán”, en: Credencial
Historia No. 117, Bogotá, Septiembre de 1999, p. 7.
From a procedural perspective, this article explores and analyzes the forms of
social configuration of regional power during the years prior to the assassination
of Jorge Eliécer Gaitán and the impact that his murder had on such processes.
e author highlights the position achieved by marginal social groups as a con-
sequence of the sociopolitical transformations that occurred during the decades
of 1930 and 1940. He also discusses the tensions present among the established
sectors and how, after April 9th 1948, a considerable change in the equilibrium
of power between social sectors occurred and altered the previous trend.
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El impacto del nueve de abril en Cali y el
Valle del Cauca
conflagración de carácter político hasta la idea de una especie de complot in-
ternacional. No obstante, la diversidad de tales imaginarios y las múltiples
interpretaciones que lo han revestido sugieren la necesidad de identificar las
características sociológicas de tales formas del devenir histórico. Es por esto que
conviene preguntarse si es posible pensar al 9 de abril como un acontecimiento
histórico más allá del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y de lo ocurrido aquella
tarde de 1948. Con esto se pretende encontrar herramientas interpretativas
que permitan rastrear las huellas del proceso social que dicho acontecimiento
refleja. Por esa misma vía resultaría relevante determinar la incidencia de este
acontecimiento en el proceso de configuración del Estado-nación en Colombia,
con el fin de contemplar la influencia de las variaciones que tuvo esta experiencia
histórica a nivel regional.2
No obstante, lo cierto es que cualquier intento de interpretar los sucesos del 9
de abril toca de manera sensible las estrechas interdependencias que existen entre
representaciones sociales y formas de interacción social, situación que tiende a
hacerse más compleja debido a que la mayoría de estudios muestra una tendencia
a caracterizar el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán como un acontecimiento que
partió en dos la vida social y política del país, en una compleja interconexión de
elementos, entre los que se cuentan el conflicto bipartidista, la lucha entre clases
sociales, la pugna territorial y, de forma seguida, La Violencia.3 Es por esto que
las repercusiones del asesinato del líder populista son un escenario propicio para
discutir las características generales de tales interpretaciones, y así determinar si
éste partió en dos la vida social y política de Cali y la región del Valle del Cauca;
o si, por el contrario fue una situación que, de todas maneras, generó modifica-
ciones importantes en las formas de interdependencia recíprocas configuradas
por los distintos sectores sociales de dicha época, formas de relación social que
fueron determinantes en la configuración de “nuevas” pautas y mecanismos de
2 A pesar de que algunas voces hayan insistido en que “[...] el 9 de abril culminó como experiencia histórica
en Bogotá, el día siguiente, al consolidarse el gabinete paritario, entre liberales y conservadores”, ya que fue “[...] en
Bogotá, donde los acontecimientos tuvieron mayor profundidad en lo social y en lo político y donde, en últimas
surgió la solución política, que paralizó el desarrollo ulterior de cualquier acción en las provincias”. Alape, Arturo,
“El 9 de abril en provincia”, en: Nueva Historia de Colombia, Vol 2, Bogotá, Planeta Editores, 1989, p. 57.
3 Un ejemplo de tales interpretaciones son las siguientes afirmaciones de Carlos Mario Perea: “Los sucesos
de aquel día quiebran en dos la historia republicana de Colombia. Hacia atrás de 1948 las muchedumbres ciegas
expresan la forma como había sido tejida la conciencia pública sobre los partidos políticos. Hacia delante esas
mismas masas ebrias de destrucción sintetizan el comienzo de una violencia que hoy a las puertas del próximo
milenio, no abandonan ni por un instante los más diversos rincones de la vida colectiva. […] El bogotazo cierra
un centenaria lucha partidista. La historia ha fechado el comienzo de los partidos colombianos hacia finales
de la década del 40 del siglo XIX; cien años después, entre el tumulto y el éxtasis, lanzaba su último suspiro el
tejido político sobre el que había descansado la cruenta conformación ente los partidos”. Perea, Carlos M., “Esa
tarde inenarrable e inútil”, en, Revista Historia Critica #17, Bogotá, Universidad de los Andes, Departamento de
Historia, julio-diciembre de 1998, p. 30.
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Carlos Andrés Charry Joya
regulación social del poder y que terminarían afectando el desarrollo social
posterior a dicho acontecimiento.4
En este sentido, este ensayo busca analizar de manera experimental los
sucesos del 9 de abril en Cali y el Valle del Cauca como una situación liminar
de características no planeadas, que propició modificaciones importantes en las
pautas desarrollo social y, por consiguiente, de configuración del campo social
de la época,5 siendo ésta una ocasión en la que las fuerzas sociales que interac-
tuaban en la ciudad y la región experimentaron un desequilibrio que terminó
promoviendo redefiniciones importantes en las formas sociales de organización
y distribución del poder.
Se propone entonces que los contrastes derivados de las complejas formas
de estructuración social pueden dar cuenta de la significación social de estos
acontecimientos en la vida pública de Cali y de la zona bajo su influencia. Para
tal efecto, y a partir de la presentación de un modelo alternativo de interpret-
ación de los sucesos (2), serán puestas a consideración las situaciones críticas a
través de las cuales se fue estructurando el proceso de cambio y conflicto social
(3), elementos a través de los cuales se espera elaborar algunas conclusiones de
carácter provisional acerca de la influencia y del impacto del 9 de abril en Cali
y el Valle del Cauca en dicho proceso formativo (4).
2. El nueve de abril como un estado liminar en la historia política nacio-
nal
El desarrollo de las ciencias sociales en Colombia ha establecido como una
especie de consenso implícito que el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán representó
el punto de no retorno del traumático periodo de violencia política denominado
con el nombre de La Violencia.6 Este grupo de interpretaciones, a grandes rasgos,
4 Siguiendo lo expuesto por Catherine Legrand en “La política y la violencia en Colombia (1946-1965).
Interpretaciones de la década de los ochenta” (Revista Memoria y Sociedad, Vol 2 #4, Bogotá, Pontificia Uni-
versidad Javeriana, Departamento de Historia y Geografía, 1997), los estudios que se enfocaban particular y
aisladamente en una región (Mary Roldan y Carlos Ortiz) evidenciaban que tanto el 9 de abril como La Violen-
cia no significaron un derrumbe del poder del Estado, tal y como lo habían afirmado Paul Oquist y el propio
Daniel Pecaut, sino que dio paso tal y como lo confirmó recientemente Ingrid Johanna Bolívar en un estudio
comparado (Violencia política y formación del Estado, Bogotá, Universidad de los Andes-CESO, 2003) a una
reestructuración de los poderes regionales.
5 Se asume aquí la noción de P. Bourdieu sobre campo social. Al respecto consultar de este autor: Respuestas
por una antropología reflexiva, México, Grijalbo 1995; y, Razones prácticas, Madrid, Alianza Editorial, 1997.
6 Incluso se puede llegar a decir que los principales debates desarrollados por este grupo de ciencias han
estado relacionados con dicho periodo, tal y como lo hacia notar Russell W. Ramsey (citado por David Bushnell),
quien evidenció claramente esta inclinación cuando contabilizaba un conjunto de 250 investigaciones sobre La
Violencia en los años sesenta en su “Critical Bibliography on La Violencia in Colombia”, publicado en el volumen
8 de Latin American Research Rewiew de 1973. Ver: Bushnell, David, “La era de La Violencia, (1946-1957)”, en:
Colombia, una nación a pesar de sí misma (1996), Bogotá, Planeta Editores, 2002, pp. 277-305.

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