La oposición en tiempos de oportunismo - Estatuto de la Oposición - Retos y tendencias del derecho electoral - Libros y Revistas - VLEX 632462749

La oposición en tiempos de oportunismo

AutorFreddy Cante - Ana Beatriz Franco Cuervo
Cargo del AutorDoctor en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia - Politóloga, doctorada en ciencia política por la Universidad de Heidelberg, Alemania
Páginas377-412
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La oposición en tiempos de oportunismo
Freddy Cante*
Ana Beatriz Franco Cuervo**
En relación con la postpolítica quisiera aclarar que no soy
uno de esos izquierdistas arrogantes y a la antigua que
piensan que la Tercera Vía de Blair y Zapatero es una
traición. En cierto sentido, es una opción muy honesta
que dice: vale, no podemos llevar a cabo un cambio
total, aceptemos pues las reglas del capitalismo global
y, simplemente, intentemos hacerlo un poquito mejor.
Ahora bien, lo que digo es que esta posición tiene un
límite. Y me pregunto: ¿funcionará hasta el nal? ¿Es
ésta la posición última? Si la respuesta es armativa,
entonces Fukuyama estaba en lo cierto. Nos podemos
reír de Fukuyama todo lo que queramos —ese idiota que
pensaba que la historia ya había terminado…— pero,
en lo fundamental, aceptamos calladamente lo que dijo:
nadie cuestiona realmente la democracia capitalista,
simplemente se trata de hacer pequeñas mejoras. Tal y
como dijo Blair, en vez de excluir dogmáticamente el
capitalismo, tenemos que luchar con él contra la pobreza.
El capitalismo, estúpidos, el capitalismo
(Fragmento)
Slavoj Žižek
* Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia, profesor asociado de
la Facultad de Ciencia Política y de Gobierno de la Universidad del Rosario. Correo electrónico: fredy.
cante@urosario.edu.co
** Politóloga, doctorada en ciencia política por la Universidad de Heidelberg, Alemania, profesora
e investigadora, asociada. Correo electrónico: ana.franco@urosario.edu.co
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Retos y tendencias del derecho electoral
Introducción
La oposición, por naturaleza y lógica política, debería ser radical y desequi-
librante. Si toda la ciudadanía está del mismo lado puede existir el peligro
del unanimismo, y de la uniformidad. Estar en oposición signica estar en
desacuerdo, en disenso, en divergencia y, por lo mismo, ejercer un poder de
contrapeso. En este documento mostraremos que, por desgracia, la oposición
se diluye, se trivializa y se echa a perder, cuando líderes políticos y electores
tienden a la comodidad de un extremo centro. Primero ofrecemos una explica-
ción teórica acerca de la relación entre oportunismo o pragmatismo político y
trivialización de la oposición política (sección 1), posteriormente brindaremos
algunas reexiones, acompañadas del lenguaje de la caricatura, para mostrar
la oposición inmadura y trivializada en tiempos oportunistas en Colombia
(sección 2), nalmente, a manera de conclusiones (sección 3), cerraremos el
capítulo con una advertencia sobre un peligro que afrontan algunos sectores
de la oposición, a saber, el de ser exterminados cuando no han caído en el
juego de oportunismos y pragmatismos que demanda la moda política actual.
1. La oposición y el extremo centro político
1.1. Acerca de la oposición
La “oposición es un tipo de conducta o de comportamiento político, cuya
formalización en las instituciones y en los sistemas políticos ha tenido lugar
junto al desarrollo del parlamentarismo y de los partidos políticos”,1 en general
y de cada sociedad en particular, dependiendo del sistema y régimen político
adoptado. La oposición no es un comportamiento nuevo, por el contrario, lo
novedoso son las garantías para ejercerla. En la actualidad la existencia de una
oposición legalmente admitida es sinónimo de madurez política y desarrollo
democrático. Pero el surgimiento de una oposición institucionalizada impli-
ca, por necesidad, una evolución en la cultura democrática de la sociedad en
cuestión, es decir en las creencias, en la forma de asumir las diferencias, en la
capacidad de convivir con el disenso, y de aceptar la crítica y el debate.
Esta conducta —oposición— es inherente al conicto político, entendido
este como la simultánea y contradictoria aspiración de dos o más fuerzas o
grupos oponentes a un mismo objetivo. Cada contendiente busca inuir en el
1 Fernández Baeza, Mario, “¿Qué es la oposición?”, Razón Publica, Bogotá, agosto 16 de 2010.
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La oposición en tiempos de oportunismo
proceso de toma de decisiones, bien sea por medio de la presión al poder esta-
blecido o la conquista del mismo, de forma legal o ilegal. En las democracias
modernas o actuales esta acción inherente a la actividad política se restringe
al ámbito legal, reconociéndola, institucionalizándola y reglamentándola.
En el deber ser, cuando existe la oposición, implícita, en un sistema
político democrático, es expresión de la controversia que tiene lugar en el
proceso de formación de la voluntad política y de la adopción de decisiones.
Tal oposición se da inmersa en un marco de respeto y de aceptación de ‘re-
glas consensuales’ del juego político. Es, además, un resultado del ejercicio
de libertades y derechos como la libre expresión, asociación y reunión y, por
cierto, de sufragio, que hacen que los cambios o las sociedades se transformen
mediante las vías institucionales.2 Pero cuando esta solo existe a nivel explícito
o formal se convierte en otra arma más de la clase política o del estamento
para conservar el poder y ejercerlo, a su manera. Este es el caso de la mayoría
de las denominadas democracias en desarrollo y consolidación, donde solo
hasta nales de los años ochenta se empieza a reconocer e institucionalizar la
oposición política y se le coneren derechos, a nivel formal. Colombia hace
parte de este grupo y, en consecuencia, la oposición como tal no existe, solo
su reconocimiento formal a partir de la Constitución Política de 1991, que
hace mención de la misma.3
2 Ibíd.
3 El capítulo , Del estatuto de la oposición, en su artículo 112, tras las modicaciones introducidas
por la reforma política del año 2003 (Acto Legislativo No. 1), señala lo siguiente: “Los partidos y movi-
mientos políticos que no participen en el Gobierno podrán ejercer libremente la función crítica frente a
éste y plantear y desarrollar alternativas políticas. Para estos efectos, salvo las restricciones legales, se les
garantizan los siguientes derechos: de acceso a la información y a la documentación ociales; de uso de
los medios de comunicación social del Estado de acuerdo con la representación obtenida en las elecciones
para Congreso inmediatamente anteriores; de réplica en los medios de comunicación del Estado frente
a tergiversaciones graves y evidentes o ataques públicos proferidos por altos funcionarios ociales, y de
participación en los organismos electorales.
Los partidos y movimientos minoritarios tendrán derecho a participar en las mesas directivas de
los cuerpos colegiados, según su representación en ellos. Una ley estatutaria regulará íntegramente la
materia. […]  152. Mediante las leyes estatutarias, el Congreso de la República regulará las
siguientes materias: […] c) Organización y régimen de los partidos y movimientos políticos; estatuto
de la oposición y funciones electorales […]  265. El Consejo Nacional Electoral tendrá, de
conformidad con la ley, las siguientes atribuciones especiales: […] 5) Velar por el cumplimiento de las
normas sobre partidos y movimientos políticos y de las disposiciones sobre publicidad y encuestas de
opinión política; por los derechos de la oposición y de las minorías, y por el desarrollo de los procesos
electorales en condiciones de plenas garantías”.

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