Redes y clusters para la innovacion y la transferencia del conocimiento. Impacto en el crecimiento regional en Argentina. - Vol. 29 Núm. 127, Abril - Abril 2013 - Estudios Gerenciales - Libros y Revistas - VLEX 507485646

Redes y clusters para la innovacion y la transferencia del conocimiento. Impacto en el crecimiento regional en Argentina.

Autorde Arteche, M

Clusters and networks for innovation and knowledge transfer. Impact on Argentinean regional growth

Redes e clusters para a inovação e transferência do conhecimento. Impacto no crescimento regional na Argentina

  1. Introducción

    En la mayoría de los países de Latinoamérica las políticas de promoción de distritos industriales y asociatividad surgieron en las últimas décadas como parte de estrategias nacionales de sustitución de importaciones, pero fue durante los últimos 10 anos cuando los gobiernos nacionales, provinciales y locales insertaron con más fuerza los conceptos de asociatividad, clusters y agrupamiento empresarial a través de programas que trataron de impulsar el desarrollo del tejido productivo de las regiones y así favorecer la competitividad, la innovación, la gestión del conocimiento y el desarrollo regional.

    También la línea política de apoyo a las Pymes tuvo como expectativa que los clusters (1) pudieran estimular el aprendizaje y la acción colectiva entre empresas, lo que aliviaría la carga de las instituciones encargadas de la promoción de este tipo de organizaciones y que los asesores de estas puedan tener un acceso más amplio a las mismas (Donato, 2004). Las políticas de clusters, en vez de brindar beneficios o subsidios individuales, cubren los costos de interconexión entre las entidades, impulsando la realización de actividades conjuntas y poniendo en marcha el concepto de competitividad sistémica. Si bien este concepto ha pretendido argumentar una nueva forma de gestión económica, dando lugar a que se vinculen los elementos pertenecientes a la economía industrial con la teoría de la innovación y la sociología industrial, estas vinculaciones se ven enriquecidas en este trabajo al ser estudiadas desde la perspectiva de la gestión del conocimiento.

    Dado lo anterior, se considera que la generación, difusión y utilización del conocimiento se convierte en una actividad clave dinamizadora de la competitividad sistémica. Los estudios realizados en Argentina hasta el momento han introducido aspectos de diferentes tipos de agrupamientos pero no muestran en general los logros e inconvenientes que tienen en cuanto a la generación y la transferencia del conocimiento.

    Es por ello que este documento presenta, desde la perspectiva de la gerencia del conocimiento, el estado de situación en cuanto a la etapa evolutiva, morfología y generación de conocimiento e innovaciones de 7 clusters de Argentina y cómo los agrupamientos han generado innovaciones y externalidades que han impactado positivamente en la comunidad en la que se encuentran.

    Partiendo de esta problemática, las preguntas de investigación fueron: ¿cómo pueden ser evaluadas las experiencias de los clusters desde la política pública, organismos y programas que han brindado apoyo a varias de estas iniciativas? ¿Cómo se genera y transfiere conocimiento entre estructuras y actores con tanta complejidad interna y morfología resultante de las interacciones y las redes?

    Adicionalmente, se plantea como objetivos: a) describir los principales agrupamientos en Argentina; b) evaluar las políticas públicas que sustentan a la asociatividad en Argentina; c) identificar los elementos que componen la estructura y morfología de un cluster para poder determinar su estado de evolución, y d) aplicar el modelo del Club del Intelecto (Instituto Universitario Euroforum Escorial, 1998) para, a través de este, evaluar los procedimientos que permiten la transferencia de las innovaciones y el conocimiento creado en dichos agrupamientos.

    El diseño metodológico utilizado fue descriptivo. Se aplicó la técnica de estudio de casos y se analizaron aspectos tales como las políticas públicas, la morfología del cluster, las relaciones con otras instituciones (cámaras empresariales, universidades, centros de investigación, entre otras) y el modelo de gestión del conocimiento. Se utilizaron como fuentes de datos entrevistas, observaciones in situ y análisis de documentos. Para la interpretación de las entrevistas se aplicó la técnica de análisis del espacio semántico de Osgood.

    Para el análisis se realizó una triangulación de datos, lo que posibilitó la contrastación de la información, permitiendo alcanzar una validación intersubjetiva de teorías, datos, investigadores y métodos (Guba y Lincoln, 1985).

    Este artículo se presenta de la siguiente manera. En la primera sección se explica el desarrollo de las políticas tecnológicas creadas desde los entes gubernamentales y los organismos de desarrollo, y cómo ellas impactan en la creación y desarrollo de los clusters. A continuación se presenta el modelo del Club del Intelecto que será utilizado para estudiar los casos mencionados anteriormente, con sus componentes y los indicadores que se utilizan para cada tipo de capital involucrado. Luego se expone la metodología para dar lugar al estudio de campo, con la descripción de los casos de estudio y los análisis efectuados sobre ellos. Finalmente se presentan las conclusiones y la bibliografía.

  2. Política tecnológica y su impacto en el desarrollo de los clusters

    En Latinoamérica las políticas de promoción de distritos industriales y asociatividad surgieron como parte de estrategias nacionales de sustitución de importaciones, cuyas bases teóricas se remontan a los estructuralistas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Sin embargo, las recomendaciones no dieron el resultado esperado en la promoción de estas políticas.

    En este sentido, el concepto de competitividad sistémica planteado por Esser, Hillebrand, Messner y Meyer (1997) incluye 2 pilares. Por un lado, una visión de diferenciación entre 4 niveles analíticos distintos (meta, macro, meso y micro), siendo en el nivel meta donde se examinan factores tales como la capacidad de una sociedad para la integración y la estrategia, mientras que en el nivel meso se estudia la formación de un entorno capaz de fomentar, complementar y multiplicar los esfuerzos al nivel de la empresa.

    Por otro lado, el concepto de competitividad sistémica considera la vinculación de elementos pertenecientes a la economía industrial, a la teoría de la innovación y a la sociología industrial con los argumentos del reciente debate sobre gestión económica, desarrollado en el plano de las ciencias políticas en torno a las policy-networks (OCDE, 1992).

    Para lograr la creación de ventajas competitivas dinámicas es necesario contar con mesopolíticas específicas y selectivas, esto es, apuntar a clusters individuales con potencial de desarrollo, desarrollarles un entorno eficiente que les permita promover internacionalmente a los actores que presentan los mejores rendimientos y, finalmente, fortalecer las regiones donde surjan estos grupos empresariales dinámicos o clusters (Aspiazu, 1987). Asimismo, el riesgo asociado a los proyectos de investigación y desarrollo, que requieren fuertes inversiones en tiempo y en dinero, da lugar al crecimiento de las agrupaciones en forma de distritos o clusters que permiten la colaboración desde la cofinanciación de las iniciativas empresariales (Meyer y Harmese, 2004).

    Frente a todo lo anterior, los gobiernos nacionales, provinciales y locales han introducido en las últimas décadas programas que impulsan el desarrollo de tejidos productivos que favorecen la innovación en el mundo de los negocios. Estas decisiones están sustentadas en el modelo de la Triple Hélice (Etzkowitz, 1997), que analiza las interacciones entre el sector académico, el gobierno y las empresas. Estas vinculaciones multilaterales entre las 3 hélices han demostrado ser más ventajosas que las meramente bilaterales entre 2 de los componentes.

    Siguiendo a Yoguel, Lugones y Sztulwark (2007), una política tecnológica óptima posibilita que el desarrollo de las competencias entre los agentes que participan se generen fundamentalmente a partir de los efectos dinámicos de las innovaciones e incentiva la capacidad de absorción del conocimiento codificado que requiere elementos tácitos previos, provistos por la movilidad de recursos humanos que poseen y transmiten conocimiento tácito y capacitación. Finalmente, como han concluido De Arteche, Santucci y Welsh (2011), es imprescindible contar con un fuerte involucramiento empresarial en el diseno y en los canales de participación.

    De esta manera, la problemática de la investigación tecnológica tuvo relevancia a partir de los anos setenta en Argentina (Albornoz, 2004), inspirado en los movimientos de la CEPAL y la apuesta pública al impulso de grandes emprendimientos. El desarrollo tecnológico ocupó también un espacio en el plano teórico o doctrinario, en donde el sector público debía actuar con políticas orientadas a fortalecer el sector productivo (Cimoli, 2007).

    Por lo anterior, el modelo del triángulo de las interacciones, elaborado por Sábato (1975) para ilustrar el formato de dicha intervención, inspiró el modelo utilizado en este trabajo llamado la Triple Hélice. El problema es que en Argentina el desarrollo institucional que rodea a las políticas tecnológicas se enfocó más a un perfil académico que a las necesidades del sector productivo.

    A partir de 1996 se replanteó dicho sistema institucional para orientarlo a satisfacer las necesidades de innovación del tejido productivo, y esta iniciativa se vio reflejada en la creación del Sistema Nacional de Innovación, que nació para organizar la nueva política pública de ciencia y tecnología. Para ello además se creó la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y los programas que se detallan a continuación.

    Para iniciar, se exploran los distintos programas que se desarrollan bajo el marco de Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR), que depende de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que a su vez depende del Ministerio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Este fondo administra recursos de distinto origen, tanto públicos como privados, y financia proyectos de innovación a través de distintos...

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