Intervención Pública y Sostenibilidad Medioambiental: Análisis desde el punto de vista de la Organización administrativa y la integración de los principios de coordinación, cooperación y participación. Situación actual, balance y perspectivas
| Autor | Doctora Nuria María Garrido Cuenca |
| Cargo | Profesora Titular Derecho Administrativo Universidad de Castilla-La Mancha UCLM |
-
Palabras Claves: Medioambiental - Globalización - Política Gubernamentalintervención Estatal
-
Key Words: Medioambiental - Globalization - Government Policies - State Intervention
La sostenibilidad ambiental o, más en general, el medio ambiente es en la actualidad uno de los más importantes desafíos que tienen ante sí nuestros gobernantes públicos. La panoplia de instrumentos convencionales de orden internacional y comunitario y sus desarrollos a nivel estatal lo demuestra fehacientemente tanto desde la perspectiva universal y global del medio ambiente como desde las múltiples perspectivas sectoriales en las que la integración de consideraciones ambientales se ha convertido en objetivo de primer orden.
Sin embargo, resolver los problemas desde la perspectiva necesariamente global no está resultando nada fácil -sin minusvalorar algunos importantes avances logrados en los retos clave- y la coherencia de aquellos grandes objetivos está resultando en algún caso una cuestión debatida, cuando no conflictiva, si de lo que se trata es de conciliar parcelas de intervención pública desde los distintos niveles de actuación internacional o mundial y puramente interna que se encuentran derechamente implicados.
Por ceñirnos al ámbito europeo, es conocido que desde el año 2005, el Consejo Europeo propuso un conjunto de principios para que Europa siguiera una senda de desarrollo sostenible, partiendo de la necesidad de estimular el crecimiento sobre la base de una economía innovadora, competitiva y medioambientalmente eficaz, que proteja y mejore la calidad del medio ambiente incidiendo nuclearmente en la promoción de la igualdad y la cohesión social en solidaridad con el resto del mundo. De este documento ha derivado la adopción por el Consejo Europeo en 2006 de la Estrategia de Desarrollo sostenible (EDS) renovada que propone un plan único y coherente para alcanzar las metas del desarrollo sostenible eficaz impuesto por el Tratado y reforzado en Lisboa1. Aunque los progresos obtenidos siguen siendo modestos, lo cierto es que el incipiente desarrollo de iniciativas políticas en el contexto comunitario y en los propios Estados miembros es más que alentador. Valga como botón de muestra el cambio climático y la energía sostenible o la introducción del nuevo concepto de movilidad sostenible respecto a las implicaciones del transporte en aquellos fenómenos globales, que se han convertido en estos dos últimos años en prioridades de las agendas comunitarias y nacionales. Así, estos campos estratégicos de intervención parecen ir por la senda de uno de los imperativos de la estrategia de 2006, basada en la interacción y la colaboración de todos los interesados (UE, Estados miembros en sus distintos niveles de gobierno descentralizado, organizaciones sociales y sector empresarial) para centrarse en idénticas prioridades y lograr la coherencia en los distintos niveles de decisión política, reto a todos los niveles de la estrategia de gobernanza que supuso la EDS en 2006. Así, durante 2007, cada Estado miembro designó a un coordinador EDS y la Comisión creó un grupo de coordinadores que también trabaja con la Red Europea de Desarrollo Sostenible, creándose también el denominado Observatorio de Desarrollo sostenible. Como revelan los últimos informes de EUROSTAT, los logros de integración coordinada y coherencia de los distintos niveles de intervención pública y la implicación reclamada del sector privado y los colectivos de tipo privado social y empresarial ha empezado a demostrar sus frutos en los grandes siete retos de la EDS relativos a: cambio climático y energía limpia, transporte sostenible, consumo y producción sostenible, conservación y gestión de los recursos naturales, salud pública, integración social, demografía e inmigración, pobreza en el mundo y las políticas trasversales referidas a educación y formación, investigación y desarrollo e instrumentos financieros y comunitarios.
Por tanto, este análisis parte de la situación, perspectiva, avances y logros efectivos manifestados fundamentalmente en nuestro modelo de intervención pública normativa reciente que se ubican en el gran reto de la EDS y cuyo funcionamiento eficaz y eficiente sólo será posible si se ejecuta a todos los niveles de la sociedad, implicando a los ciudadanos, el colectivo social y empresarial y los Estados. Aquí se demostrará que las grandes deficiencias de coordinación, información y partipación son susceptibles de corrección paulatina si las medidas de intervención a nivel político, normativo y económico son reconocidas y si existe una voluntad decidida para su puesta en marcha. Algunas normas españolas dictadas en los dos últimos años pueden resultar ejemplo paradigmático de las potencialidades de este reto del derecho mediombiental en el nuevo modelo de globalización donde la sostenibilidad ocupa un puesto de primer orden. Sin embargo, el optimismo no puede ocultar que ciertos problemas tan antiguos como recurrentes subsisten en la actualidad, y solo su conocimiento real puede ayudar a solventar los déficit que progresivamente deben ir superándose. De ahí el análisis aproximativo (que no pretende ser exhaustivo) de esta evolución que se pretende también en estas páginas.
Un primer problema, a nuestro juicio, sigue derivando de las dificultades que plantea la propia definición del concepto de medio ambiente, partiendo de que se trata de una materia pluridisciplinar y que abarca un pluralidad de contenidos. La asunción de alguna de sus concepciones, amplia, estricta, funcional o material será una cuestión esencial en punto al análisis y valoración de las potestades de las distintas Administraciones territoriales implicadas en este ámbito de intervención pública.
Dada esta caracterización, el medio ambiente es ejemplo paradigmático de la evolución en el modelo de una intervención pública que no se ha manifestado hasta tiempos bien recientes, allá por los años 50 (20 años más tarde, al menos, en nuestro país). La relativa modernidad de este nuevo espacio de gestión pública se deja todavía sentir en muchos aspectos de la actuación política y legislativa, manifestándose los principales déficits en el incandescente problema de la coordinación y cooperación institucional, por un lado, y por otro, de los incipientes modelos de participación en las políticas públicas del sector privado y los interesados afectados. Fomentado en este caso, al menos por dos motivos:
En primer lugar, por el peculiar carácter trasversal de la materia medio ambiente, cuyo carácter omnicomprensivo incide horizontalmente en innumerables parcelas de la actividad...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba