De la ética del cuidado de sí a la propuesta crítica en Foucault
| Autor | Sebastián Tobón Velásquez |
| Cargo | Estudiante de Derecho de la Universidad Autónoma Latinoamericana, 4º año. Estudiante de Filosofía de la Universidad de Antioquia, 3er Semestre. |
| Páginas | 79-88 |
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El rechazo fundamental en la obra de Foucault a la aceptación de establecimientos universales y esenciales, se traduce en el punto de partida para la adopción del método genealógico y su direccionamiento, a lo largo de la misma. Esto significa, pues, que Foucault parte de cierto desencanto de esa dinámica de las verdades oficiales, de las verdades irreflexivas y - ¿por qué no?-, mediocres, que la racionalidad del poder comparte con los individuos. Dicho rechazo, no es otra cosa que la forma como Foucault intenta develar todo aquello que se nos hace tan familiar, y así, mostrar que no es más que un producto directo de cambios históricos determinados. En este cometido, entonces, Foucault toma prestados, momentáneamente, dogmas de algunas disciplinas que de alguna forma sirven de soporte a los fluidos de poder, y con esto, desnuda históricamente los momentos coyunturales de éstas, pretendiendo crear, a lo sumo, la sospecha de aquella representación que tenemos del mundo. Pretende crear Foucault un correlato, paralelo más no alternativo, de la historia, de las verdades, de los pensamientos, de las representaciones mismas, que de alguna manera han llegado a la conciencia de los individuos con pasaporte de absoluto, sustentadas institucionalmente, para allí establecerse.
Recae igualmente, sobre el individuo también, cierta institucionalidad, cierta forma de erigirse como soporte para el poder, y a la vez, casi sin conciencia de ello, en apología del mismo. Me refiero al concepto ya bien repasado de sujeto, el cual, nos puede significar al individuo convertido a una entidad permeada por la formas de sujeción que la exterioridad le impone. El desarrollo de esta temática en Foucault, tal como ha sido su desenvolvimiento en otros ámbitos, no ha de ser diferente, pues la fidelidad al método genealógico no es un capricho formal, sino un asunto plenamente cualitativo, acorde a las generalidades del pensamiento del autor. En el texto Hermenéutica del Sujeto, Foucault pretende hacer una interpretación, no textual o literaria como podría sugerir el título, sino acerca de la búsqueda exhaustiva del individuo que le permite conocerse y descubrir las formas como el mundo influye sobre sí, como le transforma, y así elegir la medida de lo que le circunda, le afecta y le permea. La búsqueda de una manera de llegar a sí, para transformarse a sí.
En aquel curso, Foucault hace toda una genealogía del sujeto, y en este ensayo tomaré como punto de partida los aspectos que considero esenciales para poder plantear el orden que induzca a la tesis de una tal propuesta en Foucault: la actitud crítica como ética contemporánea. Haré una descripción general acerca de la vuelta a sí del individuo en la antigüedad, describiré las formas más caracterizadoras del concepto que pretendo tratar: una ética del cuidado de sí, deteniéndome en los apartes esenciales que Foucault mismo se esmera en explicar, tal como lo hace, por ejemplo, al describir la curva del interés en la edad imperial sobre el arte de vivir bajo la inquietud de sí: "una especie de edad de oro en el cultivo de sí, Page 80 quedando entendido por supuesto que este fenómeno incumbe sólo a los grupos sociales muy limitados en número, que eran portadores de cultura y para quienes una techné tou biou podía tener un sentido y una realidad"1.
Antes de continuar, es necesario hacer claridad acerca de los motivos que encaminaron a realizar este ensayo de tal manera. La pregunta que subyace a esta disertación podríamos proyectarla desde dos perspectivas, a saber: una primera que partiría del sospechoso presupuesto de una propuesta en la obra general de Foucault, en el que encontraríamos que, a más de sugerirse una forma de vida en la ética que deviene de una condición de gubernamentalización y cuidado de los otros, esa forma de vida sea particularmente la de la crítica; y otra, en la que de forma simple el análisis subjetivo de Foucault esté desinteresadamente encaminado con los fines que ya conocemos, es decir, una genealogía que pretenda llevar al lector a la comprensión de una visión alterna de la verdad de las subjetivaciones en relación consigo. Personalmente no las encuentro excluyentes, pero debo partir de una de las dos para justificar el sentido de este trabajo.
Aunque pueda causar cierto resentimiento en aquellos que como Foucault no veían en la genealogía un método, considero que el hecho de ligar la búsqueda histórica de la ética y el sujeto a una propuesta determinada, considerando los textos y conferencias próximos al final de su vida, y acerca de temas concretamente contemporáneos, o "posmodernos", pueden indicarnos o dibujarnos tenuemente una forma de propuesta, de una actitud concreta para asumir la existencia. Por lo anterior, entonces, asumiré como conductor de este laberinto la primera opción, y la pregunta que guiará este escrito considero que amerita ser la siguiente: ¿podemos encontrar en Foucault, haciendo un recorrido por su narración histórica de cuidado de sí, llegando a la gubernamentalidad, y observando la forma del análisis de la misma que hace en relación al sujeto, una propuesta para asumir la relación consigo mismo, con los otros, y con el poder conectada fundamentalmente con la propuesta ética griega y de la ilustración? Así, pues, dejo planteada mi inquietud, que espero sea la misma del lector al encargarse de este texto, porque de esa manera se podrá llegar a la conclusión de la suficiencia o insuficiencia del mismo.
Trata de encontrar Foucault en los resquicios de la historia, propiamente la antigüedad griega y la edad imperial greco-romana, una de las manifestaciones fundamentales, por medio de la cual el hombre, puede decirse, se ocupo de sí. Epiméléia heautou, traduce cura de sí, y fue el tema, el motiv de Foucault para iniciar la indagación histórica, acerca de cómo se desenvolvió en la antigüedad la relación del hombre consigo mismo. Centró su Page 81 atención en este elemento, puesto que fue la figura a través de la cual los hombres, tan entretenidos en la superación del mito y en los saberes exógenos, volvieron los ojos hacia el interior de sus conciencias, creando así una disciplina de sí, un quehacer que no está en relación con el mundo y a la vez no escapa de éste, pues todo lo que se es, y no se es, está directamente relacionado con lo otro. Así, pues, nos topamos con el primer elemento de análisis, una tendencia general en la cultura antigua a no permitir su propio ser a los vaivenes del azar, y de forma contundente, tomar las riendas de su existencia, tratando de elaborar rutinas, costumbres, actitudes, mecanismos, y demás formas de construir y defender su ser. "De precepto difundido ampliamente en sus comienzos adquiere luego la forma de una actitud o comportamiento individual y también la de una práctica social, hasta convertirse en un modo de conocimiento extensivo al examen de conciencia, la meditación, los retiros"2.
Encuentro, pues, tres elementos que en conjunto sintetizan este fenómeno del cuidado de sí en la antigüedad griega -con mayor precisión en la filosofía socrática sobre la virtud, la...
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