Apuntes >. Argentina, 1973-1976. - Vol. 23 Núm. 2, Julio 2011 - Revista Desafíos - Libros y Revistas - VLEX 411845886

Apuntes >. Argentina, 1973-1976.

AutorRostica, Julieta
CargoReport
Páginas21(31)

En Argentina, después de veinte anos de proscripción y persecución política, en 1973 el peronismo volvió al poder. Tras el establecimiento de la presidencia de Héctor Cámpora y el retorno al régimen democrático, al cabo de poco tiempo, ciertos crímenes comenzaron a ser firmados con "AAA". La Triple A tuvo la particularidad de desaparecer con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 ¿Por qué esta organización sólo pudo existir en una democracia erigida en medio de dos dictaduras institucionales de las fuerzas armadas? ¿Por qué existió durante el tan anhelado gobierno peronista?

Como toda organización clandestina e ilegal que ha manipulado recursos estatales, de ella se sabe con certeza muy poco. La mayoría de las investigaciones que se cuentan especificamente sobre la Triple A, y a partir de las cuales realizamos el presente trabajo, son investigaciones periodísticas. El vacío se profundiza porque, si bien en la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP) hay cerca de mil denuncias de desapariciones perpetradas durante el gobierno peronista (1973-1976), en ninguno de los procesos judiciales abiertos hubo condenados. La reapertura de la causa en 2005 y los actuales juicios siguen sufriendo de una "inexplicable pasividad", según Juan Gasparini (2011: 315).

Consideramos que, de todos modos, podemos dar cuenta de las condiciones que favorecieron la emergencia y la desaparición de la Triple A ofreciendo una aproximación que versa entre la historia, la sociologia y la política. Nuestra hipótesis sostiene que este grupo ilegal fracasó en el ensayo de una estrategia de represión no estatal, que terminó legitimando la opción golpista coronada el 24 de marzo de 1976. Para ello analizaremos los factores internacionales, ideológicos, utilitaristas y estratégicos.

¿Qué fue la Triple A?

La Triple A fue un actor político colectivo con una organización interna (estructura, jerarquía, modus operandi) que ejerció una acción política no convencional, no legal y violenta, utilizando recursos del propio Estado. Según Salvador Horacio Paino (1) la Alianza Anticomunista Argentina, o sencillamente la Triple A, se creó para "combatir al terrorismo en su propio terreno, con sus mismas armas: con su falta de ética y moral. Lo que por sus reglamentos y leyes no pueden hacer las fuerzas armadas ni la policia" (Paino, 1984: 42). Esto definió la relación que la organización tuvo con el Estado: "tuvimos quizás la complacencia del Gobierno, pero nunca un apoyo directo, y todo lo tuvimos que hacer de una forma casi clandestina" (Paino, 1984: 113).

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

De acuerdo a diversas fuentes, los recursos económicos de la organización fueron suministrados por José López Rega, Rodolfo Roballos y la Logia Propaganda Dos. Las armas se compraron de contrabando en Paraguay y se guardaron en habitaciones del Ministerio de Bienestar Social. Las instalaciones del Ministerio sirvieron también para preparar automóviles armados. Pero la instrucción y el adoctrinamiento al personal de custodia se realizaron en unas oficinas alquiladas. La custodia del Ministerio de Bienestar Social, según Paino, "cambió de fisonomia": "de ser un grupo amorfo y aburguesado, pasó a ser un grupo organizado y capaz de realizar operaciones en conjunto" (Paino, 1984: 58). Esta custodia ascendió a 154 personas.

Los Grupos actuaban bajo las órdenes de López Rega a través de los enlaces. Los servicios de información estaban situados en barrios con poder adquisitivo pues se consideraba que éstos eran preferidos por los "terroristas". Había un jefe de manzana que recibía la información. El jefe de sector tomaba seis manzanas y el jefe de la zona tomaba dos sectores. Éste filtraba la información y la comunicaba al Ministerio de Bienestar Social. Generalmente, todo aquel que aportaba información, recibía una recompensa. Luego se organizaba un operativo para detener a la víctima. En general se la detenía en la casa o en la vía pública al grito de "Policía Federal". Se la rodeaba, se le colocaba una capucha y esposas y se la introducía en camionetas cuyas puertas indicaban "Ministerio del Interior" o "R. 2 Sec. Inteligencia". En algunas ocasiones se la trasladaba al Ministerio de Bienestar Social donde era torturada por miembros de la Policía con golpes o picana eléctrica. Una vez decidida la ejecución, se le quitaba los objetos que pudiesen contribuir a su identificación y se quemaban en la caldera del Ministerio. Posteriormente se inyectaba a la víctima con una elevada dosis de ampliactil, se la colocaba en una bolsa de plástico y se la trasladaba a las afueras de Buenos Aires, generalmente a los bosques de Ezeiza. Allí era acribillada a tiros pues había una orden que decía que todos debían disparar sobre la víctima para que después no hubiera culpables o inocentes. Arrojada a una fosa, sobre la víctima se tiraba una bolsa de cal, agua y ácido muriático. La Triple A también realizó atentados con bombas, ataques con ráfagas de ametralladora, secuestros, violaciones y ejecuciones de mujeres. Las acciones las firmaba la Triple A con tres letras escritas con sangre en un papel, marcadas a balazos o tajeadas con cuchillo o punal en el cuerpo mismo del militante asesinado. La organización, sin embargo, no firmó todos sus crímenes hasta después de la muerte de Juan Perón. Juan Ramón Morales, Rodolfo Eduardo Almirón, Miguel Ángel Rovira y Felipe Romeo son considerados los hombres de mayor renombre en la organización y los que han sido buscados en los últimos anos por la justicia argentina (Hauser, 27 de diciembre de 2006 y 13 de enero de 2007; Oyarbide, 26 de diciembre de 2006) (2).

En los inicios, la Triple A se había propuesto hacer una campana en los medios de comunicación contra las personas que no estaban de acuerdo con el gobierno y hacer "más potable" la imagen de López Rega. Grupos enviados por la Secretaría de Prensa ocuparon los canales de televisión 9 y 11, a los que siguieron los canales 7 y 13. Según indica el testigo Paino, se confeccionó una "lista negra" de actores, actrices, músicos y periodistas, a los que se les comenzó a poner todo tipo de trabas en el trabajo. A través de estos medios, la Triple A anunciaba los nombres de las futuras víctimas o enviaba comunicados para explicar algunos asesinatos. Como ejemplo, el asesinato del hermano del ex presidente: "Sepa el pueblo argentino que a la hora 14:20 fue ajusticiado el disfrazado número uno Silvio Frondizi, traidor de trabajadores, comunista, bolchevique, ideólogo y fundador del Ejército Revolucionario del Pueblo." Otro ejemplo: "La lista sigue ... murió Troxler. Muerto por bolche y mal argentino. Seguirán cayendo. Adjuntamos lista de ejecuciones. Viva la Patria. Viva Perón. Viva Isabel" (Citados en Larraquy, 2007: 307).

De acuerdo a Paino, el Movimiento Peronista Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo fueron las organizaciones "terroristas" contra las que actuó la Triple A (Paino, 1984: 62). Atacó, entre otros, a estudiantes y profesores universitarios, dirigentes obreros, abogados, periodistas, artistas, etc. Larraquy cuenta, entre agosto y septiembre de 1974, 60 muertos, 20 secuestrados y 220 heridos (2007: 308). Hubo atentados con bombas que destruyeron la Asociación Gremial de Abogados, al diario Noticias, la casa del rector interino de la Universidad de Buenos Aires. La Triple A también eliminó a varios militantes de derecha, ya sea por lealtad, diferencias o error, los cuales fueron atribuidos a la "subversión marxista". Incluso, asesinó al ex jefe del Ejército chileno durante el gobierno de Allende, el general Carlos Prats, anticipando el plan de coordinación supra-regional de la represión: el Plan Cóndor (Calloni, 2001). Bombas y balas cayeron sobre los diarios Ta Tarde, El Atlântico, Ta Voz del Interior, El Día, Ta Gazeta y El Intransigente. La televisión estatal difundió un corte publicitario que senalaba a los diarios El Cronista Comercial y Ta Opinión como protectores de la guerrilla y los ponía en el mismo nivel de los ya clausurados El Mundo (del ERP) y Noticias (de Montoneros).

Según Inés Izaguirre, mientras Perón vivió el objetivo de la Triple A fueron los cuadros revolucionarios del propio movimiento (partidarios de Cámpora), seguidos de la izquierda gremial (opositores a la burocracia sindical). Desde la muerte de Perón, en cambio, las bajas de las organizaciones populares con filiación ideológica de izquierda se multiplicaron por 43 y las de la izquierda marxista (PRT-ERP, PC y Socialismo), por 28. (Izaguirre, 2009: 100-101). Juan Carlos Martín sostiene que las fuerzas parapoliciales operaron sobre los cuadros más combativos desarmados de los frentes de masas, aquellos que mediaban entre las organizaciones revolucionarias y el movimiento de masas. Tal es así que fueron las "masas movilizadas" y los militantes políticos de base quienes recibieron el peso fundamental de la violencia durante ese período, aunque ninguno de ellos se sentía involucrado "en la denominación >" (Marín, 1996: 110).

Marín endilga la creación del organismo parapolicial directamente a Juan Domingo Perón y a la burguesía argentina. Sin embargo, no fue precisamente durante el gobierno de Perón que la Triple A tuvo la licencia para aniquilar a la supuesta izquierda. Perón se opuso públicamente a dicha propuesta en diciembre de 1973:

Muchas veces me han dicho que creemos un batallón de la muerte como el que tienen los brasilenos, o que formemos una organización parapolicial para hacerle la guerrilla a la guerrilla. Pienso que eso no es posible ni conveniente. Hay una ley y una justicia y quien delinca se enfrentará a esa ley y a esa justicia por la vía natural que toda democracia asegura a la ciudadanía. Creer lo contrario sería asegurar la injusticia, y andaríamos matando gente en la calle que ni merece ni tiene porqué morir. (...) Yo no he de entrar por el camino de la violencia, porque si a la violencia de esos elementos le agrego la violencia del Estado, no llegamos a ninguna solución...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR