Prólogo
| Autor | Edgar Van Den Berghe |
| Cargo del Autor | Economista industrial de la Universidad de Los Andes |
| Páginas | XIII-XIV |
XIII
Prólogo
Debido a la globalización, a los grandes cambios y a las medidas económicas de-
cretadas por los diferentes gobiernos, la economía ha tomado una especial impor-
tancia en la administración de las empresas; los ejecutivos no sólo deben considerar
sus costos y precios de venta en el país, sino también la posibilidad de abrir nuevos
mercados en el exterior ya que la competencia de otros países, es cada vez mayor.
Es por tanto una obligación de las universidades, especialmente de las facultades
de Administración y Gestión Gerencial y Empresarial, preparar en estas áreas a
los actuales y futuros directores de empresas para formar empresarios líderes e
innovadores que coadyuven a sacar avante y hacer más competitivas las organi-
zaciones empresariales, motor del desarrollo económico del país.
Con los grandes cambios macroeconómicos de globalización, y de bloques eco-
nómicos, llevados a cabo en la última década del siglo pasado, que sirvieron
de plataforma para el actual milenio, ahora más que nunca se necesita formar
empresarios innovadores que creen y administren organizaciones líderes que de
acuerdo con las tendencias del mercado nacional e internacional se proyecten al
futuro. El futuro es hoy.
Debido a la apertura económica, al libre comercio y a la mayor competencia
internacional, los empresarios deben pensar más en la investigación, en la dife-
renciación de sus productos, en la calidad y en el servicio, que en el precio; no
es posible medir la competitividad de una empresa o de un país, con base en la
mano de obra barata; casi todas las empresas latinoamericanas y todos los países
centro y suramericanos, tienen como objetivo exportar, especialmente a Estados
Unidos, considerando el menor costo de su mano de obra con relación a la nor-
teamericana; lo que se debe tener en cuenta es que en este país deben competir
con empresas de todo el mundo, que tienen ese mismo objetivo, el de exportar a
Estados Unidos, y que los países asiáticos y africanos tienen un costo de mano de
obra mucho más bajo que el latinoamericano, algunos de ellos con tecnologías
de punta, por lo tanto pueden competir con menores costos.
En vez de considerar su relativo bajo costo laboral, los empresarios que deseen
exportar al mercado estadounidense deben considerar la excelente calidad, la
innovación tecnológica de sus procesos y la diferenciación de sus productos;
teniendo en cuenta que el ingreso per cápita de Estados Unidos es mayor que el
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