Abrirse al pensamiento, abrirse al Otro: una reflexión sobre el respeto y la alteridad en Wilfred R. Bion y Emmanuel Levinas. - Vol. 27 Núm. 2, Julio 2015 - Revista Desafíos - Libros y Revistas - VLEX 636914273

Abrirse al pensamiento, abrirse al Otro: una reflexión sobre el respeto y la alteridad en Wilfred R. Bion y Emmanuel Levinas.

AutorVázquez, Silvina
CargoEnsayo
Páginas187(31)

Openness to Thought, Openness to the Other: a Meditation on Respect and Alterity through the Work of Wilfred R. Bion and Emmanuel Levinas

Abrir-se ao pensamento, abrir-se ao Outro: uma reflexão sobre o respeito e a alteridade em Wilfred R. Bion e Emmanuel Lévinas

Algunas preguntas iniciales

"Pensar es pensar siempre algo de forma diferente". Proverbio cabalístico anónimo

¿En qué consiste pensar? ¿Qué condiciones posibilitan la aparición de un pensamiento? ¿Por qué es tan difícil pensar 'nuevos pensamientos' y, más difícil aún, aceptar los pensamientos 'nuevos' de los otros? ¿Por qué se asemejan tanto--en su dificultad y su riqueza--la acción de conocer a una nueva persona, de recibirla y darle cobijo en nuestras vidas, y la posibilidad de pensar de forma diferente? ¿Es pensar, pensar siempre sobre nosotros y desde nosotros? ¿O podemos dejar a un lado nuestro nosotros--nuestro no-a-otros--(1)y así pensar sobre ellos? ¿Pensar desde nosotros para otros, o, como intentaremos esbozar en estas líneas, pensar desde nosotros junto con los otros? ¿En qué manera, si es que hay alguna, se puede compatibilizar el reconocimiento de nuestras identidades--y las de los otros--con el respeto considerado hacia lo que de novedoso ellos suponen? Estas son algunas de las preguntas que no intentaré contestar en este texto, pero sí sobre las que me gustaría reflexionar con la esperanza de que cada uno, lectores y quien escribe, vislumbremos ensayos de posibles respuestas. Dos autores con poco que ver en apariencia y mucho de concomitante en sus obras--Wilfred R. Bion y Emmanuel Lévinas--serán de gran ayuda en este camino.

Este trabajo parte de una asociación de ideas que podría ser expresada del siguiente modo: si los procesos de formación de la identidad albergan la facultad del pensar, de un lado, y si, por el otro, para pensar es necesario--condición posibilitadora y, al mismo tiempo, matriz fundadora de lo político--la relación con, al menos, otro ser humano; entonces resulta igual de importante abordar la pregunta sobre cómo se relacionan los conceptos de pensamiento, alteridad y respeto, entendiendo a este último como aquellos límites contenedores y reparadores de la identidad de los ciudadanos que los aproximan, pero sin fusionarlos entre sí. Más tarde o más temprano, deberíamos admitir que, sin una teoría profunda del respeto y la consideración hacia los otros, el pensamiento--y en especial la teoría política--se vuelve una especie de sucedáneo del verbo pensar, una reiteración de pensamientos sin pensador (2) que no logra salir del anonimato insensato, mortecino o alucinado. Repertorios de ideas repetidas, pero no vividas. O como de una forma más críptica y bella se preguntaba Emmanuel Lévinas:

¿Reconocería la conciencia su propio hechizamiento mientras está perdida en un laberinto de incerteza y su seguridad sin 'gran escrúpulo' se asemeja al embrutecimiento? ... ¡A menos que la conciencia petrificada por los encantos y sin escuchar la llamada de los afligidos no lo entienda del mismo modo! A menos que no exista una sordera capaz de sustraerse a su [propia] voz. A menos que la voz de los afligidos sea el deshechizamiento mismo de la ambigüedad en que se despliega la aparición del 'ser en cuanto ser' (Lévinas, 2002, p. 11).

  1. El pensamiento bajo fuego y la noción de 'interself'

    Si la búsqueda directa de la experimentación había sido la idea-fuerza de la que nació la ciencia moderna, a partir del siglo xvii, con el psicoanálisis como uno de sus últimos desarrollos, no fue sino hasta el xx que el laboratorio se expandió de la humilde morada o el taller de filósofos y científicos para saltar hacia otros campos de la experiencia vital del ser humano. Experimentar con el fin de aprender y así obtener nuevas conclusiones y guías para el comportamiento. En este camino, algunos de los acontecimientos más violentos del siglo pasado afectarían la vida de filósofos, científicos y terapeutas, marcando así el desarrollo de sus propias investigaciones. Aprender incluso de realidades tan atroces como las de la guerra, por ejemplo, significaba no solo atravesar la experiencia sin sucumbir a ella, sino también sobrevivirla de la mejor manera posible; esto es: procurando reparar los desaguisados que la destructividad del conflicto había dejado tras de sí. Filósofos y científicos del alma humana (psiquiatras, psicólogos y sociólogos) se las tuvieron que ver de frente con ese caos y--hasta cierto punto--puede decirse que lo tomaron como fuente de inspiración de sus peculiares descubrimientos. (3)

    El caso de Wilfred Ruprecht Bion es tan solo uno más en este aspecto, sin embargo, por lo que atañe al impacto de la guerra en sus cavilaciones teóricas, destaca entre sus colegas. (4) Nacido en Mathura, una provincia del noroeste de la India, en septiembre de 1897, proveniente de una familia de clase media con aspiraciones, su padre trabajaba como empleado menor del Imperio británico, fue criado con algunos de los privilegios de los que gozaban los colonos. Con apenas ocho años, sus padres lo enviaron como alumno pupilo al Bishop's Stortford College, en Inglaterra. Habiendo dejado atrás los recuerdos de infancia en la India y los de los amorosos cuidados de su ayah, la adolescencia en el internado inglés debió habérsele hecho eterna, por triste: entre la soledad del recién llegado, el escaso contacto con su familia (sus padres apenas le visitaban) y la incomprensión de sus educadores, quienes, al parecer, le achacaban una constante falta de disciplina (Souter, 2009, pp. 798-799). (5) Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, y ya enlistado en el ejército, se convirtió en comandante de tanques y fue condecorado en 1918 con las medallas del Distinguished Service Order (dso) del Imperio británico y con la Croix de Chevalier de la Légion d'Honneur francesa, tras las batalla de Amiens. Desde muy joven, las sensaciones del desarraigo y el apartamiento de sus raíces y seres queridos, junto con la exposición a entornos hostiles, tiñen su biografía. Cierto es que suele ser complicado hacer transferencias directas entre las circunstancias particulares de la vida de un autor y lo creativo en su obra, pero, por otro lado, no es difícil encontrar numerosos artículos sobre el impacto que la guerra tuvo en la elaboración de su teoría sobre el pensamiento. (6) El mismo Bion no dejaría de reflexionar sobre ello, aunque de forma oblicua, en sus diversos libros, artículos y seminarios, y de forma más directa en sus War memoirs (Bion, 1997). (7) La experiencia desintegrador de ambas guerras (8) con todas sus mutilaciones y estallidos--de cuerpos y mentes (Souter, 2009, p. 800)--se convertiría, para Bion, en la analogía por excelencia de los procesos mentales psicóticos. La exposición a la agresividad del frente de batalla juntamente con la vulnerabilidad constante del individuo parecen haberle ofrecido un panorama terriblemente exigente, y tristemente privilegiado, para observar el vaivén entre el absurdo lógico de la lucha y los intentos de su propia mente por retornar a la calma y mantener la cordura en estados de tensión insoportable: "En la guerra, el objetivo del enemigo es aterrorizarte, de forma tal que no puedas pensar claramente, mientras que tu objetivo es continuar pensando con claridad, más allá de lo adversa o terrible que pueda ser la situación" (Bion, 1979, p. 322, citado en Brown, 2012, p. 1193). (9)

    Pensar empieza a ser percibido, por el joven Bion, como pensar a través de la catástrofe; o, cuando menos, como un impulso emotivo lleno de coraje para no capitular ante la desarticulación y el desmembramiento (Bion, 1979, citado en Brown, 2012, p. 1194). (10) En sus memorias apunta la siguiente conversación con un oficial de mayor rango, sucedida luego de la batalla de Amiens: (11)

    Bion: Carter, estoy harto de esta guerra ...

    Carter: ¡No me diga!, dijo sarcásticamente. Pensaba que la mayoría de gente ya había llegado a esa conclusión hace bastante tiempo ...

    Bion: Sí, pero no me refería a ... Quiero decir, allí afuera ... solo hay malditos asesinatos. Estuve junto a un mensajero que tenía sus entrañas destrozadas.

    Carter: No creo que eso sea algo de lo que preocuparse, es lo habitual por aquí. pero al menos, uno está con gente decente ... (Bion, 1997, p. 298, citado por Souter, 2009, p. 804).

    Coraje, corazón y recuerdo (12) para proteger al pensamiento y no abandonarse al patriotismo obsceno del oficial Carter, por ejemplo, quien no tiene empacho en comentar que los oficiales jóvenes no sirven para mucho, excepto para dejarse matar o posiblemente ganarse la Cruz de Victoria y, entonces sí, enloquecer. Aunque en su obra teórica no haya alusiones directas a estos episodios traumáticos de su biografía, sí que es posible detectar una circulación de metáforas en la que se relacionan ambos ámbitos, pero, y esto es fundamental, sin contaminarse. Algunos autores observan una suerte de concomitancia entre el concepto bioniano de contenedor/contenido y los tanques que él mismo conducía, y que le ofrecían una protección imprescindible para atravesar el campo de batalla, aunque no exenta de convertirse en una trampa mortal. (13) Otra de las metáforas que, a partir de su experiencia en Amiens, reelabora aparece en su estudio sobre el concepto de arrogancia. En "On arrogance" (2013), Bion escribe cómo el paciente que se siente rodeado por asociaciones mentales impregnadas de crueldad 'dispara' otros tipos de asociaciones, igualmente crueles, estúpidas o arrogantes, como si los pensamientos teñidos de omnipotencia fueran una suerte de balas o esquirlas hirientes que lastiman la psique de quien las emite y de quien las recibe (Souter, 2009, p. 803).

    Según Bion, el pensamiento sería algo así como un órgano interior que nos habilita para aprender de la experiencia. Pero esto solo si somos capaces de 'digerir' las emociones y sensaciones que generan el contacto con la realidad. Emociones y sensaciones que, recordemos, viajan más rápido que las palabras y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR