Autonomías en disputa - Minería en la Amazonia oriental - La minería de oro en la selva - Libros y Revistas - VLEX 845673210

Autonomías en disputa

AutorSebastián Rubiano Galvis - Ángela Castillo Ardila
Páginas237-282

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Autonomías en disputa
A   han aportado a la comprensión de la
minera aurífera sobre territorios indígenas y áreas protegidas en la Amazo-
nia desde la perspectiva de los efectos ambientales, sociales, económicos y
culturales que las comunidades indígenas y locales experimentan en dichos
entornos (Tropenbos, ; Cremers, Kolen y De eije, ; Mendoza, ;
Laina y Botero, ; Bello y Tillet, ; Conde y Moncada, ; Rodríguez
y Rubiano, a, b, c; Salazar et al., ). Sin desconocer los graves
impactos sociales y ambientales que las ac tividades mineras de gran o pequeña
escala pueden provocar en territorios de comunidades en estados de v ulnera-
bilidad sociocultur al como las de la Amazonia (Mendoza, ), este capítulo
adopta un enfoque distinto. Si bien los miles de mineros que funda ron Taraira
y las fuerzas que los empujaron pueden leerse a primera vista como factores
“exógenos”, argumento que dichos fenómenos no han sido externos a las rea-
lidades locales. Esto, pues la colonización f ue posible, en parte, por las formas
en que se tramitaron los acuerdos y las tensiones entre los mineros, los indíge-
nas del bajo Apaporis y las agencias gubernamentales. E s decir, aquí entiendo
el proyecto de la minería independiente no como una fuerza que aparece en el
vacío y que impacta a los territorios indígenas, sino más bien como el resultado
y la manifestación de negociaciones entre las territorial idades locales y agendas
más amplias impulsadas por el Estado (como la expansión del extractivismo
a gran escala o de las áreas protegidas) pero en las cuales los indígenas está n
lejos de ser espectadores pasivos.
A diferencia de los colonos que arribaron a las serranías de Taraira en los
ochenta, los indígenas ya estaban asentados en la cuenca baja del río Apapo-
ris, pues ese ha sido su territorio desde siglos atrás. Aunque en ese proceso
Por mi interés en la minería de oro me concentro en el periodo de los años ochenta hasta
hoy, sin desconocer que en la historia de más larga data de la región hay sucesos como numerosas
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no hubo violencia física ni masacres —como sí ocurrió, por ejemplo, con las
invasiones de garimpeiros en territorios yanomami en la A mazonia brasileña
(Hecht y Cockburn, ; Rodríg uez Larreta, ) y venezolana (Bello y Tillet,
)—, el auge de la minería independiente en Taraira y su posterior intento de
consolidación sí entraron en tensión con la territorialidad indígena, en tanto
se apropió de espacios de importancia cultural de los grupos indígenas, y en
distintos momentos amenazó con expandir se hacia el corazón de su territorio
ancestral en la cuenca baja del río. El capítulo discute cómo los indígenas del
bajo Apaporis interactuaron con los colonos mineros y con el Estado —y más
recientemente con una empresa minera— para lidiar con la expansión de la
minería sobre su territorio. Mi argumento es que la proliferación de mineros
en Taraira, y en menor medida en el Apaporis, fue asimilada y contenida por
los indígenas mediante los diálogos y las reconguraciones políticas entre
ellos mismos y entre ellos y el Estado sobre el ordenamiento territorial. Lo
propio ocurrió con la incursión de una empresa minera en los años recientes.
Uno de los principales ejes en las discusiones en torno a la autonomía indí-
gena es si el ordenamiento territorial en los términos del Estado (lo que en este
trabajo he llamado políticas territoriales) puede ser una herramienta emanci-
patoria para que los indígenas logren el aanzamiento de especicidades cul-
turales étn icas, al tiempo que se articulan a la un idad nacional (Franky, ,
), o si, por el contrario, es una forma de homogeneizar las diferencias
culturales, f renar el reclamo por la autonomía indígena y ordenar los territo-
rios en los términos del Estado (Jackson, ). Detrás de esta pregunta hay
un problema más general que alude a la coexistencia y constante interacción
—a veces conictiva— entre unas lógica s territoriales estatales y unas lógicas
territoriales indígenas (Vieco, ; Frank y, , ). La minería en el bajo
Apaporis, entonces, no aparece en el vacío, sino que se inserta en esta inte-
racción dialéctica entre ambas lógicas territoriales. Para dialogar con esta
discusión uno podría reformular la preg unta de la siguiente manera: ¿De qué
forma la minería ha incidido en las discu siones entre los indígenas y el Estado
sobre las formas de gobernar el territorio y sobre el alcance de la autonomía
indígena, y, a su vez, cómo estas discusiones han moldeado la trayectoria de la
minería en el territorio?
La respuesta que sugiero es que en la intersección entre ambas lógicas terr i-
toriales se generaron las respuestas de los indígenas par a asimilar el avance de
la frontera minera. En el marco de sus tensiones y acuerdos con el Estado en
guerras interétnicas, la disputa entre los imperios español y portugués por el dominio territorial,
las dos bonanzas caucheras, entre otros eventos que supusieron movimientos de población y
cambios en los patrones de poblamiento y ocupación del espacio por parte de los indígenas del
bajo Apaporis (Franky y Mahecha, ).
  
torno a la propiedad de sus tierras y las disputas por crear área s de conserva-
ción o autorizar grandes proyectos en sus territorios, los indígenas del bajo
Apaporis se adaptaron estratégicamente a la expa nsión de la frontera minera
sobre su territorio a través de la armación de sus derechos de propiedad colec-
tiva, de alian zas con el proyecto de la conservación ambiental y de una recon-
guración política interna al rededor del signicado del oro y la conveniencia de
cualquier forma de minería en su territorio. Esta adaptación se hizo a través
de los espacios que otorgaban las políticas territoriales — en particular, la polí-
tica de resguardos y parques nacionales en la Amazonia— como tecnologías
políticas que permitieron rearma r la autonomía indígena. En otras palabras
—y de manera similar al caso de los retreros y los pobladores locales del río
Condoto— la reapropiación de estas políticas territoriales sirvió como una
instancia de intermediación de la bonanz a aurífera, pero esto también implicó
tensiones entre las formas locales de ordenamiento.
Defender este argumento supone matizar algunas críticas que han adver-
tido cómo el ejercicio de los arreglos legales del multicultura lismo étnico inte-
ractúa con, subvierte o reproduce sistemas de subordinación socia l (Bocarejo,
; Del Cairo, ) e incluso pueden tener como efecto un excepcionalismo
espacial y esencializante de la identidad indígena (Bocarejo, ). Desde este
enfoque crítico, las políticas de resgua rdos indígenas y parques nacionales en
la Amazonia parecería n reproducir estos, y por ende terminarían limita ndo la
autonomía. En este capítulo advierto que, al menos en este caso, el potencial
estratégico de las guras y políticas territoriales opera en doble vía (López,
a, p. ; Velasco, ): bajo ciertas condiciones, las prácticas de aisla-
miento espacial —como la división entre espacios e identidades “mineras” e
“indígenas” movili zadas a través de esas políticas o al ianzas con el proyecto de
la conservación ambiental— más que ser formas de subordinación, también
pueden ser estrategias en defensa de la autonomía. Mi interpretación es que,
en este caso, el proceso de negociación entre esas fronteras étnicas y e spaciales
debe entenderse en el contexto de las tensiones y los arreglos que apuntaban
a preservar el mayor espacio posible de autonomía frente al inminente avance
de la frontera minera sobre el territorio indígena.
En la primera parte del capítulo desc ribo las lógicas que guían la territoria-
lidad indígena en el bajo Apaporis, y las sitúo en el contexto de las violencias
y bonanzas extractivas durante el siglo , con particular énfasis en la mine-
ría independiente que surgió en los ochenta. En las siguientes tres secciones
Sigo aquí a Franky (, p. ) cuando sostiene que “lo que desde la academia se puede
analizar como peligros en detrimento de la autonomía, ellos [los indígenas] lo pueden analizar
y vivir como nuevas victorias en su lucha por mantenerla, así sus decisiones no se correspondan
con nuestros modelos ideales de lo indio”.

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