Brasil y el caso de las patentes y el acceso a los medicamentos: ¿una condición médica?
| Autor | Mônica Steffen Guise Rosina y Adelina de Oliveira Novaes |
| Páginas | 119-148 |
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I
El debate sobre la propiedad intelectual () y su relación con el acceso a la
salud ha sido una característica esencial de los programas políticos actuales
de los Estados preocupados por promover el desarrollo y mejorar la asisten-
cia social1. A medida que las naciones dejan de entender, poco a poco, el con-
cepto de desarrollo como puro y simple crecimiento económico, se ha hecho
más evidente la tensión entre las patentes y el acceso a medicamentos2. Y a
medida que la se ha convertido en objeto tanto del debate nacional como
internacional, el estudio del desarrollo requiere cada vez más comprender el
funcionamiento y la regulación de los “espacios administrativos globales”.
Kingsbury, Kirsch, y Stewart (2005) los caracterizan como sigue:
En lugar de niveles cuidadosamente separados de regulación, hay un con-
glomerado de diferentes intervinientes y diferentes capas que juntos forman
*
Profesora de Derecho, Fundación Getulio Vargas.
**
Profesora de Métodos de Investigación, Fundación Armando Albares Pentado.
Las autoras desean agradecerles a Rochelle C. Dreyfuss y César Rodríguez Garavito su
invitación a participar en este proyecto.
1
La concepción de desarrollo utilizada aquí es parte de un modelo más amplio propuesto
por Amartya Sen (1999) y plasmado, en cuanto a indicadores globales, en el índice de desarrollo
humano de Naciones Unidas. El objetivo principal de este enfoque del desarrollo es considerar
el tema en su contexto social, ya sea como generador de riqueza económica o como parte intere-
sada en las políticas públicas que aumenten la libertad.
2
Hay tensión cuando un interés privado (la búsqueda del beneficio) se yuxtapone con el
interés público (posibilidad de acceso a los productos de conocimiento, por ejemplo).
Brasil y el caso de las patentes y
el acceso a los medicamentos:
¿una condición médica?
Mônica Steffen Guise Rosina*
Adelina de Oliveira Novaes**
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un “espacio administrativo global”, distinto del formado por instituciones
internacionales y redes transnacionales en las que participan sujetos guberna-
mentales y no gubernamentales, así como organismos administrativos nacio-
nales que operan en regímenes internacionales o causan efectos regulatorios
transfronterizos.
Dentro de estos espacios administrativos globales, Dreyfuss y Rodríguez
Garavito (véase capítulo 14 de este libro) califican la regulación de los dere-
chos de propiedad intelectual —que tiene una larga historia internacional3,
pero con profunda repercusión nacional— como uno de los ámbitos de mayor
interés para el análisis. Las normas, junto con las instituciones que gestio-
nan la , tienen diversos orígenes (los acuerdos multilaterales coexisten con
los acuerdos regionales y bilaterales) y permiten a diferentes participantes
(incluidos los Estados, las empresas, las organizaciones no gubernamentales
() y las organizaciones internacionales) interactuar de múltiples formas.
En este sentido, la expresión “caleidoscopio jurídico”, acuñada por Rodríguez
Garavito (2005), parece apropiada para describir la dinámica que rige dicho
marco legal.
Con una población de 190 732 694 habitantes y una superficie total de
8 514 876,599 km2, Brasil es el país más grande de América Latina (
2011). Si solo nos fijamos en el producto interno bruto (), Brasil es sin
duda el país más rico del Sur y de América Latina, seguido de México y
Argentina. Sin embargo, un enfoque más amplio tiene en cuenta otros in-
dicadores importantes de riqueza y de desarrollo. Por ejemplo, el informe
de Naciones Unidas sobre el Estado de las Ciudades del Mundo, del 2012,
sitúa a Brasil como el cuarto país más desigual de las regiones de América
Latina y el Caribe en lo que respecta a la distribución de la riqueza, solo
por detrás de Guatemala, Honduras y Colombia. Según el mismo informe,
a pesar de todo el progreso logrado en los últimos diez años, 124 000 000 de
personas en la región siguen viviendo en la pobreza, de las cuales 37 000 000
son brasileñas4. Por otra parte, el índice de desarrollo humano de Naciones
Unidas ha situado a Brasil en la posición 84.ª, en los últimos dos años, a la
zaga de economías mucho más pequeñas y menos industrializadas5.
3
Sobre la historia de la regulación internacional de la propiedad intelectual, véase
Maristela Basso (2000); Daniel Gervais (1998) y Merges y Ginsburg (2004).
4
http://www.onuhabitat.org/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=362
&Itemid=18
5
http://hdr.undp.org/en/media/_2011__Tables.pdf
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