Cambio institucional, discurso y politica. Una propuesta de analisis desde el postestructuralismo. - Vol. 29 Núm. 2, Julio 2017 - Revista Desafíos - Libros y Revistas - VLEX 692155209

Cambio institucional, discurso y politica. Una propuesta de analisis desde el postestructuralismo.

AutorManuel Reynares, Juan
CargoEnsayo
Páginas199(38)

Institutional Change, Discourse and Politics. A Poststructuralist Research Proposal

Mudanca institucional, discurso e politica. Uma proposta de analise desde o pos estruturalismo

Introduccion

El siguiente articulo pretende ubicarse en el contexto del reciente debate teorico y analitico dentro de la ciencia politica sobre la relacion entre instituciones y discurso. Por una parte, dentro de las numerosas perspectivas analiticas institucionalistas, ha habido un creciente interes por las ideas y el discurso--tanto en su contenido sustantivo como en el proceso interactivo de su configuracion (Schmidt, 2010)--para dar cuenta de la dimension del cambio institucional que suele ser relegada o de dificil explicacion en las perspectivas canonicas. Sin embargo, la delimitacion de lo discursivo al aparato categorial

de la logica comunicativa basada en la obra de Habermas, dentro de una caracterizacion deliberativa y consensual de la politica (Schmidt, 2008; Pedersen, 2008), deja de lado los componentes conflictivos y contingentes en esta ultima. Por otra parte, los aportes de la Teoria Politica del Discurso (TPD), en las diversas variantes de analisis que posibilito la obra de E. Laclau y C. Mouffe, han dado lugar a las instituciones bajo diversas denominaciones (Panizza y Miorelli, 2013), pero no ha habido una preocupacion sistematica por la dimension institucional de la politica, e incluso algunas lecturas sobre la TPD han subrayado una aparente distancia entre discurso e instituciones.

En torno a este debate en ciernes, en este articulo planteamos que el desarrollo teorico de E. Laclau (2014) abre una superficie de inscripcion para el desarrollo de un lenguaje analitico que se haga cargo de los presupuestos ontoepistemicos de la Teoria Politica del Discurso sin que ello implique desmerecer el rol de las instituciones en la politica. En particular, sostendremos que es posible explicar el cambio institucional mediante desplazamientos metonimicos y retotalizaciones metaforicas que poseen implicancias en la delimitacion del ambito y funcion de las instituciones.

Para desarrollar esta hipotesis, nuestro argumento tendra tres partes. En la primera, presentaremos algunos de los avances mas significativos en la inclusion de elementos simbolicos dentro del lenguaje institucionalista. Partiendo de las limitaciones y posibilidades que encontramos en ellos, en un segundo momento plantearemos los efectos analiticos de una reubicacion ontoepistemica postestructuralista, en la que lo social se estructura y adquiere significacion discursivamente--lo que subraya su caracter intrinsecamente incompleto--a traves del antagonismo social y la dislocacion. Desde alli, desarrollaremos las nociones retoricas de metonimia y metafora en el marco mas general de la teoria de la hegemonia. Finalmente, pondremos en juego este andamiaje conceptual en el analisis de un proceso de cambio institucional como lo fue la reforma estatal de la Provincia de Cordoba en el ano 2000 al mostrar como los promotores de la reforma abrevaron en un escenario hegemonico estructurado alrededor de una logica empresarial.

Institucionalismo discursivo y logica comunicativa

Dentro de la ciencia politica contemporanea, los estudios "neoinstitucionalistas" han ocupado un lugar central. Existen numerosas taxonomias sobre las vertientes al interior de este lenguaje a fines del siglo XX, segun como se caracterice a las instituciones, como se analice el vinculo entre instituciones y agencia, y el lugar destinado a la comprension del cambio institucional (Hall y Taylor, 1996). Siguiendo a Campbell y Pedersen (2001), es posible distinguir alli el institucionalismo de la eleccion racional, el organizacional y el historico. Desde los enfoques de eleccion racional, se plantea que los individuos utilizan a las instituciones como medios para alcanzar la mejor relacion costo-beneficio en un calculo estrategico en que la estructuracion normalizada de las interacciones--reduciendo los cursos de accion posibles, proveyendo informacion o coaccion--facilita la actividad del individuo, pero este determina sus intereses y rango de preferencias fuera, y antes, de la interaccion institucional (Rothstein, 1996, p. 218). La perdurabilidad de las instituciones se sostiene hasta el grado en que no son interrumpidas por eventos exogenos como una guerra, o mientras los cambios en oportunidades alternativas no lleven a actores individuales y coaliciones a defeccionar de ciertos arreglos institucionales por otros. De esta manera, el cambio en las instituciones necesita en este esquema de un recurso externo que sea capaz de explicarlo.

El segundo, denominado neoinstitucionalismo organizacional, abreva en los estudios existentes sobre la dinamica de las organizaciones sociales, provenientes de la sociologia. Las instituciones son consideradas capaces de proveer paradigmas positivos sobre como hacer algo, en la forma de esquemas o guias sustantivas para la accion practica, por lo que su perdurabilidad estara marcada por la socializacion, interaccion, o legitimacion de manera tal que cualquier idea alternativa sea planteada como imposible (Clemens y Cook, 1999, pp. 445-446).

El neoinstitucionalismo historico, en cambio, enfatiza en como las instituciones formales en contextos nacionales concretos, y situados en escenarios de larga duracion, determinan distintos resultados en la manera en que los actores son capaces de actuar, negociar y llegar a acuerdos. En esta linea, los cambios suelen plantearse a partir de transformaciones en los conflictos de intereses, provocando trayectorias de modificaciones progresivas, basicamente de aprendizaje, de retroalimentacion y de experimentacion.

De este modo, las tres corrientes institucionalistas admiten la posibilidad de cambio de las instituciones bajo la figura de modificaciones en el contexto que influyen entonces en la estructura interna de la institucion. No obstante, no ofrecen herramientas analiticas para comprender las dinamicas propias de la transformacion en la institucion. En este sentido, en una revision de la bibliografia institucionalista se plantea que "es un hecho admitido que este [el cambio institucional] es uno de los aspectos mas dificiles para el analisis institucional y, por lo tanto, su mayor debilidad" (Rothstein, 1996, p. 227). Al plantear que la institucion y el contexto son esencialmente diferentes, el cambio en las instituciones pasa a ser considerado del orden de lo accidental que viene a adecuarse a lo ya ocurrido fuera de su ambito de influencia. En tanto las instituciones son vistas como reglas de juego en una instancia separada del uso que los individuos hacen de ella, la presencia plena de la institucion se ve modificada accidentalmente por aquellas sucesivas puestas en practica de sus principios. En este esquema, entonces, la transformacion se explica por otras instancias de lo social, dejando a la institucion tan solo la posibilidad de adecuarse a las nuevas circunstancias o decaer.

Frente a estas dificultades compartidas en mayor o menor medida por el lenguaje analitico neoinstitucional sobre el vinculo entre contexto, agencia individual e institucion y sobre la comprension de los procesos de cambio, se han registrado tempranos intentos de incorporar la dimension simbolica al estudio historico u organizacional (1). En epocas mas recientes, han emergido intervenciones analiticas que llaman a una revision profunda de las presunciones teoricas y metodologicas del institucionalismo para poder responder de manera sistematica y comprehensiva al problema del cambio institucional, profundizando sobre el modo en que instituciones y contextos historicos se interrelacionan. Pedersen (2008), por caso, hace una serie de preguntas respecto de la teoria institucional en la ciencia politica sobre cuestiones ontologicas, epistemologicas y metodologicas que abarcan desde la definicion misma de institucion y su diferencia respecto de la organizacion formal, hasta la dimension normativa de estos estudios, pasando por el rol del lenguaje, la relacion con el individuo, la racionalidad presupuesta y los procesos de cambio.

Por otra parte, en los ultimos anos, Schmidt (2008, 2010) ha postulado un nuevo Institucionalismo Discursivo (ID) en el que incluye de manera generica aquellos trabajos que, al participar de algunas de las perspectivas mas canonicas dentro del neoinstitucionalismo, han dado preeminencia a las ideas o al discurso para explicar procesos de transformacion institucional con especificidades nacionales vinculados a la emergencia del neoliberalismo de los ultimos cuarenta anos (2). El ID reune los trabajos que consideran los marcos ideacionales o las trayectorias discursivas en cada caso como variables explicativas para entender las particularidades con que esas transformaciones fueron llevadas adelante (Schmidt, 2010). De modo especifico, ademas, el ID que propone Schmidt incorpora una propuesta de analisis que desplaza la exterioridad entre agente e institucion para enfatizar el vinculo reciproco entre uno y otra. En su propuesta, el discurso se refiere al proceso interactivo por el que se coordinan actores politicos en la elaboracion de proyectos institucionales a traves de reconfiguraciones de memorias y narrativas colectivas.

Tanto Pedersen como Schmidt pretenden distinguirse de las perspectivas institucionalistas mas canonicas. En primer lugar, ambos subrayan la ligazon entre una subestimacion de la dimension discursiva en el lenguaje neoinstitucionalista y el obstaculo que este presenta para el desarrollo de una "teoria del cambio institucional". Discurso y cambio surgen entonces como dos caras de un mismo problema: lo que no puede contemplarse--esto es, el caracter dinamico, cambiante y contingente de la realidad social--se deriva de un aspecto discursivo no relevado lo suficiente--o mejor, mirado de una manera que lo vuelve accesorio y secundario--en la literatura neoinstitucionalista canonica. Alli adquiere relevancia...

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