Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios: una aproximación para América Latina - Núm. 78, Enero 2017 - Revista Desarrollo y Sociedad - Libros y Revistas - VLEX 830602181

Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios: una aproximación para América Latina

AutorJuan Guillermo Bedoya Ospina
Páginas271-313
271
DESARRO. SOC. 71, PRIMER SEMESTRE DE 2013, PP. X-XX, ISSN 0120-3584
Revista
Desarrollo y Sociedad
78
Primer semestre 2017
PP. 271-313, ISSN 0120-3584
E-ISSN 1900-7760
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes
monetarios: una aproximación para América Latina
Credit Cycles, Global Liquidity and Monetary
Regimes: An Approach for Latin America
Juan Guillermo Bedoya Ospina1
DOI: 10.13043/DYS.78.7
Resumen
Con la última crisis financiera se ha reavivado el interés por determinar la fun-
ción que desempeña el sector financiero en la economía. Dentro de la literatura
que ha abordado el tema, el comportamiento del crédito ha recibido especial
atención, dada su fuerte asociación con eventos de crisis financiera y perío-
dos de inestabilidad macroeconómica. Este artículo se concentra en estudiar
el comportamiento de los ciclos de crédito para América Latina, prestando
especial atención a la existencia de factores comunes en el comportamiento
de estos ciclos y la asociación de dichos factores con las condiciones globa-
les de liquidez. Los resultados revelan que cerca de una tercera parte del ciclo
del crédito es explicada por factores comunes a los países considerados, y que
los choques de liquidez global tienen efectos en el componente común cíclico
del crédito en la región.
Palabras clave: América Latina (Thesaurus), ciclos de crédito, sincronización, li-
quidez global, régimen monetario, factores dinámicos (palabras clave del autor).
Clasificación JEL: E51, F33, G21, G28, O16.
1 Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (CEDE), Universidad de los Andes. Calle 19A # 1-37
Este, Bloque W, Of. 710, Bogotá. Correo electrónico: jg.bedoya10@uniandes.edu.co.
Este artículo fue recibido el 10 de marzo del 2016, revisado el 1º de junio del 2016 y finalmente
aceptado el 7 de diciembre del 2016.
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Abstract
With the latest financial crisis, interest in determining the role of the finan-
cial sector in the economy has revived. Within the literature that has addres-
sed the issue, credit behavior has received special attention, given its strong
association with events of financial crisis and periods of macroeconomic ins-
tability. This article concentrates on studying the behavior of credit cycles in
Latin America, paying special attention to the existence of common factors
in the behavior of these cycles and the association of these factors with the
global liquidity conditions. The results reveal that about one-third of the cre-
dit cycle is explained by factors common to the countries under consideration,
and that global liquidity shocks have effects on the credit cyclical common
component in the region.
Key words: Latin America (Thesaurus), credit cycles, synchronization, dynamic
factors, global liquidity, monetary regime (author key words).
JEL classification: E51, F33, G21, G28, O16.
Introducción
Durante los últimos años, el interés en el sector financiero de la economía se
ha incrementado de manera significativa. La última crisis financiera renovó
el interés en las relaciones entre el sector real y financiero de la economía
con un énfasis especial en la estabilidad financiera como eje para el diseño
e implementación de la política macroeconómica (Agénor y Pereira da Silva,
2012). Lo anterior motivó también una transformación en la concepción sobre
la función que desempeña el sector financiero en las fluctuaciones económi-
cas2, pasando de una perspectiva en donde este solo puede amplificar las fluc-
tuaciones generadas en el sector real de la economía, a otra en la que también
puede ser generador de dichas fluctuaciones (Helbling, Raju Huidrom, Kose y
Otrok, 2011)3.
2 Más recientemente, Ceccheti y Kharroubi (2012, 2015) advirtieron sobre posibles efectos nocivos del
crecimiento del sector financiero en la productividad total de los factores, agregando de esta forma
una nueva línea de investigación a la literatura reciente.
3 Como lo señala el Bank of International Settlements (BIS) (2011), la literatura ha identificado tres
canales por los cuales se lleva a cabo la transmisión de los choques originados en el sector financiero
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Dentro de esta literatura, un gran número de trabajos se concentran en el papel
del crédito bancario, ya que, como lo señalan Dell'Ariccia, Igan, Laeven y Tong
(2012), a excepción de la economía de Estados Unidos de América (EE. UU.),
el crédito bancario se constituye como el componente mayoritario del crédito
total en las diferentes economías a nivel global.
En general, el papel del crédito en términos macroeconómicos se ha abordado
desde dos perspectivas4. La primera de estas ha puesto especial atención en la
relación existente entre la profundidad financiera5 y el acceso al crédito sobre
el comportamiento de la inversión y el crecimiento económico. Este enfoque
ha resaltado cómo una mayor profundidad financiera suele estar asociada con
mayores tasas de crecimiento y un comportamiento dinámico de la inversión
(Galindo, Izquierdo y Rojas Suárez, 2010).
En una segunda aproximación, se estudian las relaciones e implicaciones del
ciclo de crédito sobre el ciclo del producto y la estabilidad macroeconómica
(Claessens, Kose y Terrones, 2012). Esta línea de investigación ha acumulado
una gran cantidad de evidencia que revela el poder predictivo del ciclo del
crédito, en particular, de sus desviaciones abruptas sobre las crisis financieras
(Borio y Lowe, 2002; Jordá, Moritz y Taylor, 2011; Mendoza y Terrones, 2008).
Para el caso de América Latina, Gourinchas, Valdes y Landerretche (2001) des-
criben cómo los eventos de fuerte crecimiento del crédito están usualmente
asociados con crisis bancarias o cambiarias posteriores; por ejemplo, la crisis
chilena de 1982 y la mexicana de 1994.
Más recientemente, trabajos como Gómez-González, Villamizar-Villegas,
Zárate, Amador y Gaitán-Maldonado (2015) y Gómez-González, Ojeda-Joya,
Zárate y Tenjo (2014) se han concentrado en explorar la asociación entre los
ciclos de crédito y de producto en el dominio de la frecuencia, encontrando
que, aunque ambos ciclos no se encuentran perfectamente sincronizados, sí
de la economía al sector real, y a su vez la retransmisión a través del sector financiero de choques
originados en el sector real; estos tres canales son: 1) la hoja de balance de los prestatarios, 2) la hoja
de balance de los bancos y 3) la liquidez. Los dos primeros son conocidos como el acelerador financiero.
4 Taylor (2015) recoge los principales hallazgos de la literatura sobre el papel del sector financiero y los
efectos de sus crisis en los resultados macroeconómicos, haciendo uso de evidencia histórica para un
conjunto de economías avanzadas.
5 Se entiende por profundidad financiera la relación crédito/PIB.
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existe una alta correlación entre los rezagos del ciclo del crédito y los valores
contemporáneos del ciclo del producto. En particular, los autores encuentran
que para América Latina (Chile, Colombia y Perú) el ciclo del crédito causa, en
el sentido de Granger, el ciclo del producto.
Dell'Ariccia et al. (2012) llama la atención sobre cómo los eventos de boom de
crédito (BC), entendidos como un período de crecimiento acelerado del cré-
dito6, plantean dilemas de política, ya que la mayor profundidad financiera
se asocia con mayores recursos para el financiamiento de inversión y el cre-
cimiento económico. Sin embargo, algunos eventos de boom han conducido
posteriormente a crisis bancarias y financieras con grandes costos en términos
de producto y estabilidad macroeconómica. De hecho, los autores identifican
que dos de cada tres eventos de BC han estado relacionados con crisis banca-
rias y/o largos períodos de crecimiento por debajo del potencial.
Dada la relevancia de los ciclos de crédito y las potenciales consecuencias
asociadas mencionadas, la literatura reciente se ha enfocado en la construc-
ción de modelos de alerta temprana que permitan identificar, con base en un
conjunto de variables macroeconómicas, generalmente locales, las probabi-
lidades de ocurrencia de un evento de estrés financiero y, en algunos casos,
particulares de un BC. El objetivo de estos modelos es tomar medidas de polí-
tica económica que permitan evitar estos eventos y a su vez los potenciales
costos asociados7.
En esta línea, Tenjo y López (2010) exploran la relevancia de los modelos de
alerta temprana para un conjunto de países de América Latina, concluyendo
que es posible avanzar en la construcción de indicadores líderes que permi-
tan dar señales sobre la escalada del riesgo en una economía, además de des-
tacar la importancia de variables como el crédito y el precio de los activos
6 Son varias las definiciones que la literatura se plantea sobre lo que se entiende como un boom de
crédito. Sin embargo, el uso de diferentes metodologías tradicionalmente logra identificar los mismos
eventos. Más adelante se dará una definición clara de lo que se considera un boom de crédito para
fines de este artículo.
7 Como lo señala Dell’Ariccia et al. (2012), hasta la última crisis financiera se había prestado poca atención
a los BC, especialmente en las economías avanzadas. Lo anterior debido a la difusión de los esquemas
de inflación objetivo y el distanciamiento de los agregados monetarios, además de una creencia entre
académicos y diseñadores de política económica sobre que era mejor lidiar con las consecuencias de
las burbujas que anticiparlas. Esto último ha sido reconsiderado luego de la última crisis financiera,
dados los grandes costos asociados a esta.
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como componentes fundamentales de estos indicadores. Asimismo, Guarín,
González, Skandalis y Sánchez (2014) haciendo uso de la técnica de Bayesian
Model Averaging y considerando una muestra de datos trimestrales para 6
países de América Latina, encuentran que es posible predecir el 80% de los
BC haciendo uso de información macroeconómica. Sin embargo, más allá de
las potenciales implicaciones de los ciclos de crédito y de su asociación con
la estabilidad macroeconómica, la literatura ha prestado poca atención a la
potencial existencia de sincronización entre los ciclos de crédito de los dife-
rentes países de América Latina.
Por otra parte, la aparición de bloques de integración económica en diferen-
tes regiones del mundo y la continua apertura de nuevos mercados han traído
como consecuencia que las variables de contexto internacional sean cada vez
más relevantes a la hora de tomar decisiones de política y de analizar el com-
portamiento de las economías locales. A raíz de este fenómeno, la considera-
ción de sincronización y/o “contagio” en algunas variables macroeconómicas
de diferentes países ha tomado especial relevancia en la literatura.
Trabajos como el de Kose, Otrok y Whiteman (2003) resaltan la existencia de
una fuente de variación global (común) en los ciclos económicos de 60 paí-
ses, lo que interpretan como evidencia de la existencia de un ciclo económico
global. Asimismo, Neely y Rapach (2011), usando una muestra de 64 países,
encuentran que alrededor del 35% de la variabilidad de la inflación para este
conjunto puede ser explicada por medio de un factor global, mientras que otro
16%, por un factor regional.
La mayor interacción global de las economías también desempeña un papel
importante a la hora de entender los ciclos de crédito. Anguren (2011), por ejem-
plo, encuentra evidencia de sincronización del ciclo del crédito para 12 economías
desarrolladas, destacando como períodos clave las crisis del petróleo y la última
crisis financiera. En la misma línea, Calderón, De la Torre, Ize y Servén (2012)
señalan la potencial existencia de sincronización para el ciclo del crédito y los
precios de la vivienda en América Latina, destacando el impacto que esta sincro-
nización tendría en el diseño e implementación de políticas macroeconómicas8.
8 López, Tenjo y Zárate (2014), con base en datos a nivel micro para Colombia, encuentran que la utili-
zación de provisiones contracíclicas reduce la amplitud del ciclo del crédito, reduciendo así el riesgo
crediticio ex ante.
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La literatura reciente ha indicado la importancia de las condiciones globales
de liquidez sobre la estabilidad financiera y el desempeño macroeconómico
local. En este sentido, Rey (2013) identificó la existencia de un ciclo financiero
global que transmite las condiciones financieras de Estados Unidos (EEUU) al
resto del mundo. De igual manera, Bruno y Shin (2015) señalaron la importan-
cia del crédito interbancario global como mecanismo de transmisión de estas
condiciones a variables macroeconómicas y financieras del ámbito local. Dada
la relevancia de los ciclos del crédito y los potenciales efectos que estos pue-
den tener sobre la estabilidad financiera y macroeconómica en las economías
de América Latina, este trabajo explora la existencia de una potencial sincro-
nización entre estos ciclos para los diferentes países de la región, identificando
la existencia de un factor regional (común) y factores de régimen moneta-
rio en el comportamiento del ciclo del crédito para América Latina. Además,
busca identificar el efecto que los choques de liquidez global pueden tener en
el comportamiento de los factores comunes.
Los resultados obtenidos revelan que, en promedio, el 32% de la variabilidad
de los ciclos de crédito para los países de la muestra es explicado por un fac-
tor regional y factores de régimen monetario, lo que indica que existe cierto
grado de sincronización en el comportamiento cíclico del crédito en la región.
Se observa también que son aquellos países que no tienen esquemas de infla-
ción objetivo en los que las fluctuaciones de origen común tienen una mayor
relevancia (36%, en promedio), lo que contrasta con una mayor relevancia del
factor idiosincrático (local) para aquellos que implementaron esquemas de
inflación objetivo durante el período. Por último, se encuentra que los cho-
ques a la liquidez global tienen efectos sobre el componente común del ciclo
del crédito en América Latina.
El resto de este documento se divide como se muestra a continuación: la pri-
mera sección presentará una exploración de los ciclos de crédito para 15 países
de la región, concentrándose en la caracterización de algunas regularidades y
la identificación de los eventos de BC. La segunda sección se concentrará en la
implementación de una metodología formal para la identificación y cuanti-
ficación de factores comunes en el comportamiento del ciclo del crédito. La
tercera sección explorará el concepto de liquidez global, además de los efectos
de los cambios en esta sobre el componente común del ciclo del crédito en la
región. Por último, se encuentran las conclusiones del artículo.
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I. Ciclos de crédito y
booms
Esta sección se propone hacer un análisis del ciclo del crédito para 15 países
de la región. En primer lugar, se definirá lo que se considera un BC. Poste-
riormente, se describirá la muestra a utilizar, para finalmente identificar los
eventos de boom en cada uno de los países y establecer algunas regularida-
des entre estos.
A.
Booms
de crédito (BC): metodología
Siguiendo a Mendoza y Terrones (2008), un BC se define como un período en
el cual el componente cíclico del crédito otorgado a los privados se expande
por encima de lo que lo haría en una expansión típica. En términos prácticos,
se define el logaritmo del crédito real per cápita para cada país
i
en cada
período
t
,Cit y se halla la desviación estándar de este componente cíclico
denotada por s( )Ci.
Para construir este componente cíclico, se extrae la tendencia de largo plazo
aplicando el filtro de Hodrick y Prescott con un
l=1600
. Posteriormente, se
establece una regla de decisión para la identificación de un período de boom,
la cual señala que el país
i
en el período
t
se encuentra en BC si C C
it i
³θσ( ),
donde representa el umbral que caracteriza una desviación más que típica.
Siguiendo el trabajo de Guarín et al. (2012) se establece
q=1
9.
Obsérvese que esta metodología asegura que el umbral para cada país sea cons-
truido con base en el comportamiento histórico de su propio ciclo del crédito,
lo cual contrasta con otras aproximaciones que consideran umbrales comunes
para diferentes países.
9 Mendoza y Terrones (2008) resaltan la ventajas que tiene esta definición con respecto a la utilizada
por Gournichas et al. (2001). A diferencia de la metodología utilizada en este documento, Gournichas
et al. (2001) usan como medida de interés la razón crédito/producto, una aproximación extendida del
filtro de Hodrick y Prescott y en lugar de definir umbrales dependientes de la variabilidad propia del
ciclo en cada país, se definen umbrales comunes. En general, los resultados son robustos a la selección
de valores de 1 2£ £q.
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B. La muestra
Como ya se mencionó, la muestra está compuesta por 15 países de la región:
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala,
Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, El Salvador y Uruguay. Se con-
sideran datos trimestrales, iniciando en el primer trimestre de 1996 hasta el
último trimestre de 2013 (72 trimestres).
La variable de interés se construyó con base en las reclamaciones al sector
privado de los bancos de depósito, extraídos de las Estadísticas Financieras
Internacionales (IFS, por sus siglas en inglés) del Fondo Monetario Interna-
cional (FMI). El índice de precios al consumidor para cada período también se
extrae de las IFS, mientras la población se toma de las estadísticas del Banco
Mundial (World Development Indicators).
C. Eventos de
boom
: identificación y regularidades
Las figuras 1 y 2 presentan el componente cíclico del crédito real per cápita
para los países de la muestra. Todos los ciclos fueron normalizados al intervalo
[-1,1] y las zonas sombreadas representan aquellos períodos donde la desvia-
ción del ciclo está por encima del umbral crítico que se definió para cada uno
de los países, es decir, los períodos que se identifican como BC.
Es importante resaltar que los países se han separado en dos grupos. La figura 1
contiene a Brasil, Colombia, Chile, México, Perú y Guatemala, países que poseen
esquemas de inflación objetivo (IO), los cuales fueron establecidos en 1999 para
Brasil, Chile y Colombia, México en el 2001, Perú en el 2002 y por último, Gua-
temala en el 2005. Por otro lado, la figura 2 contiene a Argentina, Costa Rica,
Bolivia, Ecuador, Honduras, El Salvador, Panamá, Paraguay y Uruguay (No-IO).
Esta división se fundamenta en que, después de la última crisis financiera, el
modelo de inflación objetivo ha sido criticado por algunos académicos y hace-
dores de política, los cuales argumentan que la concentración absoluta en el
control de los precios desestima la relevancia que las burbujas en los merca-
dos de activos pueden tener sobre la estabilidad macroeconómica10.
10 Agenor y Pereira da Silva (2012) discuten ampliamente la relación entre estabilidad macroeconómica,
estabilidad financiera y las reglas de política monetaria.
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Figura 1. Ciclo de crédito y BC para países con esquema de inflación objetivo
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
Brasil
Chile
Perú
Colombia
México
Guatemala
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
Nota. Todos los ciclos normalizados al intervalo [-1,1]. Zonas sombreadas representan períodos de BC.
Fuente: adaptado de IFS.
Figura 2. Ciclo de crédito y BC para países sin esquema de inflación objetivo
Argentina Bolivia
Ecuador
El SalvadorHonduras
Costa Rica
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
(Continúa)
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Figura 2. Ciclo de crédito y BC para países sin esquema de i nflación objetivo
(continuación)
Panamá
Uruguay
Paraguay
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1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
Nota. Todos los ciclos normalizados al intervalo [-1,1]. Zonas sombreadas representan períodos de BC.
Fuente: adaptado de IFS.
En contraste con esto, algunos trabajos señalan que aquellos países que poseen
esquemas de inflación objetivo, son en cierta medida un “asset classlo que
puede tener implicaciones en el comportamiento de algunas variables macro-
financieras, por ejemplo, el crédito.
A primera vista, se puede observar una gran heterogeneidad en los ciclos de
crédito para los países considerados. Sin embargo, una mirada más detallada
parece dilucidar la coincidencia de un período de expansión entre finales de
los noventa y principios del nuevo siglo para un gran número de países entre los
que destacan Colombia, México, Perú, Argentina, Panamá, Bolivia y Ecuador,
además de una manera menos clara para Honduras, El Salvador y Guatemala.
Esta regularidad también parece repetirse para finales de la primera década
del siglo XXI, donde, a diferencia de Ecuador y Bolivia, el resto de países pare-
cen presentar un período de expansión.
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En adición a lo anterior, se puede observar que en su gran mayoría las zonas
sombreadas que representan los períodos identificados como BC parecen con-
centrarse en estos dos períodos, el primero desde el primer trimestre de 1998
hasta el último trimestre del 2002 y el segundo desde primer trimestre del
2007 hasta el último trimestre del 2009.
El cuadro 1 resume la concentración temporal de los BC para cada uno de los
países y grupos definidos. Un primer elemento interesante es que, en prome-
dio, los países pasaron alrededor del 15% (11 trimestres) del tiempo en BC,
siendo Argentina y Panamá los que estuvieron un mayor período en BC (15 y
14 trimestres, respectivamente). Un segundo elemento es que, como se había
observado en las figuras 1 y 2, el grueso de los períodos de boom se encuen-
tra concentrado entre el primer trimestre de 1998 hasta el último trimestre
del 2002 y el primer trimestre del 2007 hasta el último trimestre del 2009
con el 45% y 34% respectivamente. Es decir, alrededor del 80% de los even-
tos de BC se concentran en apenas el 36% de la muestra, lo que parece dar
una primera señal acerca de la potencial sincronización de los ciclos de cré-
dito en América Latina.
En último lugar, no parece haber una diferencia clara entre la concentra-
ción de los eventos de BC para los países con esquemas de inflación objetivo
y los que no. Sin embargo, se observa que los únicos tres países que tienen
concentrados todos sus períodos de boom en los dos segmentos de mues-
tra que ya se han especificado (Argentina, Costa Rica y Honduras) perte-
necen al grupo de aquellos que no tienen esquemas de inflación objetivo.
Esta sección logra identificar un par de períodos que concentran el mayor
número de eventos de BC (80% de los trimestres totales que se identifi-
can como tal) para los países de la muestra. La concentración de eventos se
presenta entonces como una primera señal de sincronización del ciclo del
crédito, caracterizada por la fuerte coincidencia de los eventos de grandes
expansiones para los diferentes países de la región; sin embargo, esta pri-
mera aproximación no arroja una cuantificación del grado de sincronización.
Para tal fin, en la siguiente sección se hace uso de una metodología econo-
métrica con el fin de cuantificar el grado de sincronización de los ciclos de
crédito para los países de la muestra.
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Cuadro 1. Concentración temporal de los BC
Períodos de
boom
País Trimestres-
totales
Trimestres
boom
1998q1-
2002q4
2007q1-
2009q4
Proporción concentrada
1998q1-2002q4 y 2007q1-
2009q4
Colombia 72 12 4 5 75,0%
Perú 72 13 9 3 92,3%
Paraguay 72 13 7 1 61,5%
México 72 13 4 7 84,6%
Ecuador 72 5 3 0 60,0%
Chile 72 8 1 6 87,5%
Brasil 72 11 3 6 81,8%
Argentina 72 15 12 3 100,0%
Bolivia 72 14 8 0 57,1%
Costa Rica 72 8 0 8 100,0%
El Salvador 72 13 5 6 84,6%
Guatemala 72 12 1 4 41,7%
Honduras 72 10 3 7 100,0%
Panamá 72 14 9 1 71,4%
Uruguay 72 9 6 2 88,9%
Total 1080 170 75 59 78,8%a
IOb432 69 22 31 76,8%a
No-IO 648 101 53 28 80,2%a
Nota. a Promedios simples para cada uno de los grupos. b IO hace referencia a los países con inflación objetivo.
Asimismo, No-IO hace referencia a países con esquemas de política monetaria diferentes durante el período.
II. Factores comunes para los ciclos del crédito:
¿hay evidencia de sincronización?
Estudios recientes como Kose et al. (2003, 2008) y Neely y Rapach (2011) han
acumulado evidencia en favor de la existencia de movimientos comunes en
algunas variables macroeconómicas entre diferentes países y regiones del
mundo. Aunque estos trabajos fueron precedidos por algunas otras aproxima-
ciones como la de Gregory, Head y Raynauld (1997) para los agregados mone-
tarios de los países del G7, se reconocen como los pioneros en la utilización
Juan Guillermo Bedoya Ospina 283
DESARRO. SOC. NO. 78, BOGOTÁ, PRIMER SEMESTRE DE 2017, PP. 271-313, ISSN 0120-3584, E-ISSN 1900-7760, DOI: 10.13043/DYS.78.7
de muestras amplias, las cuales han estado compuestas por 60 o más países
provenientes de diferentes regiones del mundo.
Los hallazgos de estos trabajos han revelado que una parte significativa de
la varianza de las fluctuaciones económicas puede ser recogida por un factor
global, el cual es común a los diferentes países de la muestra, mostrando la
existencia de un ciclo económico global, por tanto, de cierta sincronización
entre diferentes economías del mundo. En adición a este factor global, también
se ha encontrado evidencia de factores regionales, los cuales se han definido
tradicionalmente como los que capturan movimientos comunes para grupos
de países que pertenecen a una región geográfica particular.
Vale la pena mencionar que el grueso de los estudios en este campo se ha
concentrado en agregados macroeconómicos como el producto, la inversión,
el consumo (Kose et al., 2003, 2008), y más recientemente se ha empezado a
explorar algunas variables como la inflación (Neely y Rapach, 2011), los pre-
cios de la vivienda (Hirata, Kose, Otrok y Terrones, 2012), los flujos de bonos
y acciones (Puy, 2013), entre otros.
Aunque en su gran mayoría estos estudios señalaron la relevancia de este factor
global y de las posibles implicaciones que esto podría tener para el diseño
e implementación de algunas políticas macroeconómicas, la reciente crisis
financiera y su rápida diseminación por diferentes países y regiones del mundo
advierte sobre la función que estos movimientos comunes pueden desempeñar
en el diseño de políticas de estabilización financiera y si en algún sentido la sen-
sibilidad a estos factores comunes se encuentra relacionada con los esquemas
de política monetaria establecidos en cada uno de los países (Agenor y Pereira da
Silva, 2012).
En el caso particular del crédito, Hume y Sentance (2009) llaman la atención
sobre el período de rápido crecimiento del crédito que antecedió la última
crisis financiera en diferentes economías del mundo, proceso de expansión
que tuvo su pico entre el 2007 y el 2008, lo cual coincide plenamente con el
comportamiento de los países de América Latina, como se presentó en la sec-
ción anterior, al observarse en este período un número muy significativo de
BC. Los autores resaltan también que este fenómeno de crecimiento acele-
rado compartido por un gran número de países podría estar guiado por una
percepción global de bajo riesgo macroeconómico, el cual tradicionalmente
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
284
DESARRO. SOC. NO. 78, BOGOTÁ, PRIMER SEMESTRE DE 2017, PP. 271-313, ISSN 0120-3584, E-ISSN 1900-7760, DOI: 10.13043/DYS.78.7
se asocia con el comportamiento de las grandes economías a nivel mundial,
por ejemplo, Estados Unidos11.
Esta sección se propone estudiar la existencia de factores comunes en el
comportamiento de ciclo del crédito real per cápita para América Latina.
En particular, se busca determinar la importancia relativa de un factor regio-
nal común a todos los países incluidos en la muestra, a lo que se le adiciona
un factor régimen monetario. A diferencia de otros trabajos, los países no se
agrupan por criterios geográficos sino por una característica económica explí-
cita, como es el régimen de política monetaria, es decir, aquellos que tuvieron
esquemas de inflación objetivo durante el período y aquellos que no.
Este último aspecto es una innovación metodológica de este trabajo. En gene-
ral, la literatura de contagio y sincronización (por ejemplo, Kose et al., 2008)
ha puesto especial atención a la cercanía geográfica como un elemento crucial
en la posibilidad de que dos economías tengan comportamientos macroeconó-
micos similares. Sin embargo, en el marco de la última crisis financiera, y dada
una relativa alta movilidad de los capitales a nivel global, son otras caracterís-
ticas económicas más explícitas, como por ejemplo el régimen monetario o el
riesgo país, las que definen la posición de una economía en el contexto global.
En particular, la definición del tradicionalmente llamado factor regional como
el factor de régimen monetario en este artículo obedece a por lo menos dos
razones. En primer lugar, el período de estudio de este trabajo evidenció la
adopción del régimen de inflación objetivo (IO) como el mecanismo de estabi-
lización de los precios en algunas economías de la región12. Además, el período
poscrisis ha traído una avalancha de críticas al modelo de IO (Fouejieu, 2014);
en particular, se ha señalado que este modelo con un único objetivo descuidó
la estabilidad financiera y fue un factor relevante en el ensamblaje y desen-
lace de la última crisis financiera, la cual se originó en Estados Unidos y luego
se extendió a países en todas las latitudes.
11 Algunos trabajos recientes como Chun, Lee, Koukoianova, Park y Shin (2014) y Bruno y Shin (2015),
destacan la función de la liquidez global en la percepción de riesgo y el comportamiento común de
algunas variables financieras en el ámbito mundial.
12 Para una aproximación profunda acerca del esquema de inflación objetivo en América Latina, véase
Barajas, Steiner, Pabón y Villar (2014).
Juan Guillermo Bedoya Ospina 285
DESARRO. SOC. NO. 78, BOGOTÁ, PRIMER SEMESTRE DE 2017, PP. 271-313, ISSN 0120-3584, E-ISSN 1900-7760, DOI: 10.13043/DYS.78.7
A. Metodología
Siguiendo a Kose et al. (2003, 2008), la identificación de los factores comu-
nes y sus importancias relativas se hará con base en un modelo bayesiano de
factores dinámicos. Esta metodología es el equivalente dinámico del modelo
de factores estáticos, pero mientras este último brinda una descripción de la
matriz de variancias y covariancias de un conjunto de variables aleatorias, el
modelo de factores dinámicos arroja una descripción de la matriz de densidad
espectral de un conjunto de series de tiempo, logrando que un grupo de fac-
tores capture tanto los movimientos comunes a nivel contemporáneo (dimen-
sión de sección cruzada) como temporal (dimensión de series de tiempo) para
las series seleccionadas.
El modelo de factores dinámicos bayesiano (FDB) presenta grandes venta-
jas con respecto a otros métodos tradicionales con los que se han realizado
estudios que buscan identificar factores comunes para conjuntos de variables
macroeconómicas como, por ejemplo, los análisis de sincronización basados
en correlaciones simples. Esta última aproximación arroja indicadores para
cada par de países y/o series incluidas en el estudio, lo que se presenta como
una dificultad a la hora de extraer conclusiones agregadas sobre comporta-
mientos comunes al conjunto completo de series.
En años recientes se han desarrollado otras metodologías que permiten realizar
análisis similares a los que se obtienen con el FDB. Canova, Ciccarrelli y Ortega
(2007) y Canova y Ciccarrelli (2009), por ejemplo, utilizan modelos de vecto-
res autorregresivos multipaís (VAR de panel) para extraer factores comunes
en el movimiento de un conjunto de series de tiempo. No obstante, como los
mismos autores lo señalan, el FDB es mucho más adecuado para aquellos ejer-
cicios que se concentran en capturar la variabilidad de un conjunto de series.
Por otro lado, la naturaleza bayesiana del ejercicio se debe a que, como lo seña-
lan Neely y Rapach (2011) con base en Kose et al. (2003), esta aproximación
permite el manejo eficiente de este tipo de datos, además de distanciarse de
supuestos restrictivos propios de la aproximación tradicional13.
13 La estimación se realizó haciendo uso del código para MATLAB provisto por David Rapach y construido
con base en Kose et al. (2003). Se agradecen los comentarios y sugerencias de Rangan Gupta y Beatrice
Simo-Kengne.
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
286
DESARRO. SOC. NO. 78, BOGOTÁ, PRIMER SEMESTRE DE 2017, PP. 271-313, ISSN 0120-3584, E-ISSN 1900-7760, DOI: 10.13043/DYS.78.7
B. El modelo14
Definamos Yt como un vector Q dimensional de series de tiempo estacionarias
en el período
t
y SYY la matriz de densidad espectral asociada a este vector.
Decimos que las series de tiempo tienen una estructura de factores dinámicos
si la matriz de densidad espectral puede ser escrita como
S LL V
YY = +' (1)
Donde
L
es de dimensiones
QxK
, con
K Q<<
, y
V
es una matriz diagonal con
entradas positivas en su diagonal principal. La representación en [1] indica
que todos los movimientos comunes entre las variables son gobernados por
un conjunto M-dimensional de factores dinámicos. Considerando el dominio
del tiempo Yt puede ser escrito como
Y a L f u
t t t
= +( ) (2)
Donde a(L) es una matriz
QxK
de polinomios en el operador de rezagos y ft
es un proceso estocástico en K- dimensiones, además, los errores ut pueden
estar serialmente correlacionados.
Como se señaló, este ejercicio considera dos tipos de factores. El primero es
un factor regional, el cual es común a todos los países de la muestra, mien-
tras el segundo es un factor régimen monetario, el cual agrupa los países en
dos grupos: 1) aquellos que tuvieron esquema de inflación objetivo durante
el período, y 2) aquellos que no. Dado lo anterior, el modelo a estimar está
definido por [3]
y f f
it i
G
t
G
i
R
jt
R
it
= + +β β ε (3)
Donde Yit es el ciclo del crédito real per cápita para el país
i
en el período
t
,
donde i N
=
1,... y N
=
15 . En adición a lo anterior, ft
Grepresenta el factor
regional común a todos los países de la muestra y ft
R el factor régimen mone-
tario con j
=
12, . El peso del factor regional para el país
i
está representado
por bi
G, mientas el peso del factor de régimen monetario por bi
R. Finalmente,
eit es el componente idiosincrático (local) de cada uno de los países.
14 Se siguen las exposiciones contenidas en Kose et al. (2003), Neely y Rapach (2011) y Puy (2013).
Juan Guillermo Bedoya Ospina 287
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Tanto ft
G como ft
R y eit siguen procesos autorregresivos de orden
p
y
q
res-
pectivamente
ε ρ ε ρ ε
it i it iq it q it
u= + + +
− −1 1 ....... (4)
f f f u
t
G G
t
G
p
G
t p
G
t
G
= + + +
− −
r r
1 1 ...... (5)
f f f u
jt
R
j
R
jt
G
jp
R
jt p
R
t
R
= + + +
− −
r r
1 1 .... (6)
Con u N E u u
it i it it s
( , ), ( )0 0
2
s= para el com ponente idi osinc rático y
E u u E u u
t
G
t s
G
jt
R
jt s
G R
( ) ( )
\
− −
= = 015
Como se mencionó al inicio de esta sección, uno de los propósitos de este
documento es obtener una medida de qué proporción de la variabilidad del
ciclo del crédito real per cápita en cada uno de los países es atribuible a cada
uno de los factores ya descritos.
Dada la estructura de los factores asumida en 4-6, la descomposición de
varianza para cada uno de los países puede obtenerse de manera simple; por
ejemplo, para el caso de la varianza explicada por el factor regional para el
país
i
tenemos que,
φβ
i
Gi
G
t
G
it
f
y
=( ) var( )
var( )
2
(7)
Con
var( ) ( ) var( ) ( ) var( ) var( )y f f
it i
G
t
G
i
R
jt
R
it
= + +β β ε
2 2 (8)
Obsérvese que para valores extremos de los parámetros que miden la sensibi-
lidad del ciclo del crédito de un país a cada uno de los factores, por ejemplo,
b b
i
G
i
R
= = 0, los movimientos del ciclo estarían totalmente desconectados de
los otros miembros de la muestra, lo que implica que la variabilidad del ciclo
estaría explicada por factores totalmente idiosincráticos.
A continuación se presentan los resultados de este ejercicio, haciendo énfasis
especial en los factores extraídos y la descomposición de varianza para cada
uno de los países de la muestra.
15 Se asume que los choques en 4-6 no se encuentran correlacionados, así que los factores obtenidos son
ortogonales.
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
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C. Resultados
La figura 3 presenta el factor regional y los factores régimen monetario obte-
nidos luego de llevar a cabo la estimación16. En primer lugar, vale la pena
resaltar que todos los factores capturan de manera clara la fuerte expansión
del ciclo del crédito durante el segundo lustro del siglo XXI, la cual, como se
referenció, precedió la última gran crisis financiera.
Figura 3. Factor regional y factores de régimen monetario
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
2
1
0
-1
Período Período
Factor regional Factor de regimen monetario (IO)
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
Período
Factor de regimen monetario (No-IO)
Fuente: elaboración propia.
16 En el anexo se incluye el algoritmo que se utilizó para la estimación. Los resultados se basan en el
análisis de las distribuciones posteriores obtenidas luego de 150.000 draws, con un quemado de muestra
de 30.000.
Juan Guillermo Bedoya Ospina 289
DESARRO. SOC. NO. 78, BOGOTÁ, PRIMER SEMESTRE DE 2017, PP. 271-313, ISSN 0120-3584, E-ISSN 1900-7760, DOI: 10.13043/DYS.78.7
En lo que respecta al otro período que se identificó como de gran concen-
tración de los eventos de BC para algunos países (1998q1-2002q4), el factor
regional no logra capturarlo de manera clara. Sin embargo, los factores régimen
monetario constatan el patrón que se había encontrado en la sección anterior.
Aquellos países que adoptaron esquemas de inflación objetivo durante el
período (todos ellos luego de 1999) concentraron un menor número de even-
tos de BC en el período 1998q1-2002q4, mientras aquellos con esquemas de
política monetaria diferentes presentaron una fuerte expansión del crédito
durante el período, especialmente Panamá, Argentina y Bolivia. No obstante,
fue este mismo grupo de países el que presentó las contracciones más fuertes
del ciclo de crédito en los primeros años del nuevo siglo, siendo Argentina,
Ecuador, El Salvador y Panamá los que presentaron contracciones más drás-
ticas dentro del grupo.
A primera vista, un análisis gráfico de los factores extraídos del modelo de
factores dinámicos bayesianos parece reflejar que estos capturan ciertas regu-
laridades que se habían identificado en la sección anterior, revelando algu-
nos movimientos comunes para los diferentes países de la muestra y los dos
grupos formados con esta17. Aunque esta primera aproximación proporciona
evidencia de la existencia de un factor regional y unos por régimen moneta-
rio para el ciclo del crédito en América Latina, se hace necesario revisar de
manera detallada qué tanta de la varianza del ciclo de cada uno de los países
es explicada por los diferentes factores.
El cuadro 2 contiene la descomposición de varianza del ciclo del crédito real
per cápita para cada uno de los países de la muestra. La primera columna
señala el país, la segunda, la proporción de la varianza explicada por el fac-
tor regional (fi
G), la tercera, la proporción explicada por el factor de régimen
monetario ( fi
R) y, finalmente, la última contiene la variabilidad restante, la
cual se considera como aquella de origen idiosincrático (local).
El cuadro 2 revela que, en promedio, el 32% de la variabilidad de ciclo del cré-
dito para los países de América Latina puede ser explicado por factores comunes
con un 16% de participación del factor regional y el otro 16% de los factores
de régimen monetario. Este resultado se alinea con los obtenidos por Neely
17 En el anexo se incluye la figura A1.1, con los ciclos de crédito y factores para cada uno de los países.
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
290
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y Rapach (2011) para el comportamiento de la inflación en América Latina,
donde alrededor de un 35% de la variabilidad para los países incluidos podía
ser explicada por factores comunes y contrasta con los contenidos en Kose
et al. (2003), donde los componentes comunes pueden dar cuenta de apenas
el 16% de las fluctuaciones del ciclo económico para los países de la región.
Cuadro 2. Descomposición de varianza para el ciclo del crédito en América Latina
Descomposición de varianzaa
País Regional fi
G
( )
Régimen monetario fi
R
( )
Local
Argentina 0,29 0,19 0,52
Bolivia 0,07 0,07 0,86
Brasil 0,08 0,09 0,83
Chile 0,05 0,04 0,92
Colombia 0,11 0,19 0,69
Costa Rica 0,21 0,15 0,63
Ecuador 0,14 0,35 0,51
Guatemala 0,13 0,09 0,78
Honduras 0,31 0,16 0,53
México 0,13 0,32 0,55
Panamá 0,24 0,18 0,58
Paraguay 0,18 0,20 0,62
Perú 0,14 0,08 0,78
El Salvador 0,23 0,14 0,63
Uruguay 0,08 0,08 0,84
Promedio 0,16 0,16 0,68
Promedio IO 0,11 0,14 0,76
Promedio No-IO 0,19 0,17 0,64
Nota. a Valores reportados corresponden al valor medio de la distribución posterior.
Fuente: elaboración propia.
En adición a lo anterior, y en línea con algunas observaciones que se habían
hecho previamente cuando se identificaron los eventos de BC para los países
de la región y en las regularidades contenidas en los factores extraídos del
Juan Guillermo Bedoya Ospina 291
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ejercicio econométrico, los países con regímenes de política monetaria dife-
rentes a la inflación objetivo presentan una mayor sensibilidad a los facto-
res comunes, lo que se refleja en que en promedio el 36% de la variabilidad
del ciclo del crédito para estos países puede ser explicado por estos factores,
lo que contrasta con los países con esquemas de inflación objetivo en donde
estos dan cuenta del 24% de la variabilidad. Vale la pena resaltar que esta
diferencia va en la misma dirección de los resultados de algunos trabajos que,
después de la última crisis financiera, se han concentrado en explorar si el
régimen de inflación objetivo tiene una mayor capacidad de absorber los cho-
ques externos18. La menor relevancia del factor regional y el factor de régimen
monetario para el comportamiento del ciclo del crédito en los países con IO
parece indicar que en promedio los países con este régimen de política mone-
taria presentan una mayor autonomía de su ciclo financiero. Este resultado
coincide con los hallazgos de Fouejieu (2014), quien usando una muestra de
13 economías emergentes, 7 de ellas con IO, concluye que los bancos centra-
les bajo IO son más reactivos a los desbalances financieros. Sin embargo, este
resultado contrasta con Rey (2016), quien argumenta que los choques mone-
tarios en Estados Unidos tienen efectos similares a los que tienen en la propia
economía norteamericana en economías desarrolladas bajo IO como Suecia,
Canadá, Nueva Zelanda y Reino Unido.
Si bien esta evidencia es sugestiva y se une a los hallazgos de Fouejieu (2014)
y Rey (2016) sobre la relevancia de los regímenes monetarios locales en térmi-
nos de estabilidad financiera y la absorción de los potenciales choques gene-
rados en los mercados internacionales, los objetivos de este documento no
permiten explorar en detalle esta pregunta por la extensión que esta merece
y se sugiere para estudios futuros.
Regresando al cuadro 2, algunos casos que destacan son los de Argentina,
Panamá, Costa Rica y Honduras, para los cuales los factores comunes llegan
a explicar más del 40% de la variabilidad del ciclo del crédito, mientras en
algunos como Bolivia, Brasil, Chile y Uruguay no alcanzan a sobrepasar el 20%.
18 La mayoría de los trabajos se han concentrado hasta ahora en el comportamiento de la inflación y el
producto, encontrando resultados mixtos. Por ejemplo, Fouejieu (2013) encuentra que aunque no hay
ninguna diferencia significativa en el crecimiento del PIB y en los niveles de la inflación, sin embargo,
si se presenta menor volatilidad de la inflación para los países con IO. Por otro lado, De Carvalho Filho
(2010) encuentra mejor desempeño del desempleo para los IO y, en particular, mejor comportamiento
de la actividad industrial para las economías avanzadas con IO.
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
292
DESARRO. SOC. NO. 78, BOGOTÁ, PRIMER SEMESTRE DE 2017, PP. 271-313, ISSN 0120-3584, E-ISSN 1900-7760, DOI: 10.13043/DYS.78.7
El ejercicio de descomposición construido con base en el FDB ofrece evidencia
de la existencia de cierto grado de sincronización entre los ciclos de crédito
para los países de la región. Además, los resultados dan cuenta de un alto de
grado de heterogeneidad en la participación relativa de cada uno de los fac-
tores para los países de la muestra.
Hasta este punto, las dos últimas secciones han demostrado la existencia de
cierto grado de sincronización en el ciclo de crédito para un grupo de países
de América Latina; en particular, se identificó la existencia de un factor regio-
nal común a todos los países considerados en la muestra. La siguiente sección
explora la relación entre la liquidez global y el componente común del ciclo del
crédito para América Latina. Vale la pena señalar que el concepto de liquidez
global ha tomado gran fuerza durante los últimos años, dada su fuerte aso-
ciación con el ciclo financiero global.
III. Liquidez global y el ciclo financiero global
Desde la última crisis financiera, el interés en la fuente y los mecanismos de
transmisión de choques financieros ha crecido de manera sostenida (FMI,
2014). En este nuevo contexto, una de las preguntas que ha interesado a los
académicos y diseñadores de política económica es si las condiciones finan-
cieras de los grandes centros financieros a nivel global tienen implicaciones
sobre el desempeño macroeconómico del resto del mundo19.
Dentro de la literatura referente a este tema, algunos de los hallazgos son,
por ejemplo, la existencia de un ciclo financiero global (Borio y Disyatat, 2011;
Rey, 2013), el cual se encuentra asociado con las condiciones monetarias en
la economía central (Estados Unidos) y con el apetito por el riesgo y la incer-
tidumbre que ronda los mercados globales (Bekaert, Hoerova y Lo Duca, 2012;
Miranda-Agrippino y Rey, 2012). Asimismo, trabajos como el de Bruno y Shin
(2015) destacan el papel que desempeñan los bancos globales y en particular
el crédito interbancario global como mecanismo de transmisión de las condi-
ciones financieras en la economía central al resto del mundo.
19 Rey (2013) destaca cómo los eventos macroeconómicos y financieros de los últimos años han puesto en
duda el trilema postulado por la macroeconomía internacional, el cual señala que en una economía con
libre movilidad de los capitales el poseer un régimen de tipo de cambio flexible asegura independencia
de la política monetaria de un país respecto al resto del mundo.
Juan Guillermo Bedoya Ospina 293
DESARRO. SOC. NO. 78, BOGOTÁ, PRIMER SEMESTRE DE 2017, PP. 271-313, ISSN 0120-3584, E-ISSN 1900-7760, DOI: 10.13043/DYS.78.7
Alrededor del interés sobre las implicaciones de las condiciones financieras
globales, el concepto de liquidez global se ha ido consolidando como uno de
los factores relevantes para la comprensión de la gestación de choques finan-
cieros y además en la transmisión de estos. Por ejemplo, Borio (2008) identi-
fica la liquidez global como uno de los factores relevantes en la consolidación
de los desbalances financieros en la época precrisis. Asimismo, Cesa-Bianchi,
Céspedes y Rebucci (2015) identifican el impacto de los choques de liquidez
global sobre el consumo y los precios de la vivienda para una muestra de paí-
ses avanzados y economías emergentes, concluyendo que estas últimas son
más sensibles a estos choques globales con grandes impactos en el consumo
y los precios de la vivienda.
Esta sección, se propone explorar el concepto de liquidez global y su relación
con el componente común del ciclo del crédito para los países de América
Latina. Para tal fin, primero se definirá lo que se entiende por liquidez global
y la medida asociada a esta definición, luego se pasará a definir la metodolo-
gía para medir el efecto que un choque de liquidez global tiene sobre el ciclo
del crédito en la región y, finalmente, se presentarán las conclusiones extraí-
das de este ejercicio.
A. ¿Qué se entiende por liquidez global?
Aunque la expresión liquidez global (LG) se ha vuelto bastante recurrente en
los círculos académicos y en los debates de política macroeconómica durante los
últimos años, no existe un consenso sobre su definición y sobre la medida aso-
ciada a este (Eickmeier, Gambacorta y Hofmann, 2013). En general, se asocia
el concepto de LG con la favorabilidad de financiación en los mercados finan-
cieros globales, es decir, en un ambiente de alta LG se observa una reduc-
ción significativa a las restricciones de acceso a recursos provenientes del
sector financiero, ya sea para la compra de bienes o activos20. Por otro lado,
las aproximaciones empíricas al concepto de liquidez global han recurrido a
diferentes medidas que pueden dividirse en dos grandes grupos indicadores,
de cantidad y de precio.
20 Por ejemplo, este tipo de liquidez es el que caracterizó el período precrisis, como lo señala Borio (2008).
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
294
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Dentro de los indicadores de precios resalta el VIX21, que representa una proxy
de la aversión al riesgo y la incertidumbre en los mercados financieros glo-
bales. Se espera entonces que valores altos del indicador se encuentren aso-
ciados a una menor oferta global de crédito y a un estrechamiento de las
condiciones financieras globales. En este sentido, Rey (2013) encuentra una
fuerte correlación negativa entre los flujos internacionales de crédito y el VIX
para el período 1990-2012; de igual manera, Bruno y Shin (2015) y Forbes y
Warnock (2012) encuentran una expansión de los flujos de capitales asociada
con caídas del VIX22.
Por su parte, los indicadores basados en cantidades han sido aproximados tra-
dicionalmente con agregados monetarios globales23, aunque recientemente los
indicadores basados en crédito han tomado gran fuerza, debido a que estos
representan de mejor manera la liquidez desde la perspectiva de la estabili-
dad financiera24.
Dentro de estos últimos, destacan los flujos de préstamos interbancarios glo-
bales25. Trabajos recientes como el de Bruno y Shin (2015) identifican la alta
participación de los flujos bancarios en los flujos totales en el período que pre-
cedió la última crisis financiera y aunque esta participación ha caído después
de la crisis, los autores aseguran que estos flujos capturan mejor las condicio-
nes financieras internacionales, ya que logran contabilizar de manera explícita
la oferta internacional de crédito.
Este documento se apega a la medida de LG construida con base en los flu-
jos de préstamos interbancarios globales utilizada por Bruno y Shin (2015) y
Cesa-Bianchi et al. (2015), entre otros26.
21 El VIX es el indicador de volatilidad de mercado de la mesa de intercambio de opciones de Chicago.
Este indicador es una medida de la volatilidad implícita en el índice de opciones del S&P 500.
22 Las tasas de interés de las grandes economías también han sido exploradas como indicadores de precio
asociadas a el concepto de liquidez global.
23 Véase, por ejemplo, D’Agostino y Surico (2009).
24 Como ya se mencionó en una sección previa, trabajos como el de Borio y Lowe (2002), así como Shularick
y Taylor (2012), destacan la importancia del crédito como un predictor de las crisis financieras.
25 Esta expresión hace referencia a lo que se ha denominado como el cross-border bank lending.
26 Bekaert et al. (2013) y Cerutti, Claessens y Ratnovski (2014), entre otros, han explorado la relación
entre esta medida de liquidez global y otros indicadores de cantidades y precios como el VIX, las tasas
de interés de las principales economías y el apalancamiento, entre otros.
Juan Guillermo Bedoya Ospina 295
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Con base en las Locational Banking Statistics del BIS, se construyen los prés-
tamos internacionales de las entidades bancarias que reportan al BIS a con-
trapartes bancarias a nivel global. Para tal fin, se toman los datos contenidos
en las tablas 7A (todos los prestamistas) y 7B (todos los prestamistas no ban-
carios) de las Locational Banking Statistics del BIS, y se define como medida
de liquidez global la diferencia entre los agregados contenidos en la tabla 7A
y 7B todo llevado a dólares del 2010Q1 con base en el índice de precios al
consumidor de Estados Unidos27.
Figura 4. Liquidez global 1996q1-2013q4
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
20
15
10
5
30
20
10
0
-10
-20
Liquidez global (trillones de dólares del 2010)
Liquidez global (crecimiento anual)
Niveles Crecimientos anuales
Fuente: adaptado de Locational Banking Statistics del BIS.
La figura 4 muestra el comportamiento de la LG en niveles y tasas de creci-
miento anuales para el período 1996q1 y 2013q4. Se observa que desde el inicio
de la primera década del nuevo siglo, la LG presentó un crecimiento constante,
el cual se aceleró para finales del año 2004, alcanzando su máximo en el año
2007 (cerca de los 20 trillones de dólares). Posterior a este máximo y con el
desencadenamiento de la última crisis financiera, los niveles han caído a valores
cercanos a los 12 trillones de dólares, lo cual representa una caída de alrede-
dor de 37% con respecto a los niveles máximos alcanzados durante el período.
27 El cuadro A1.2, en el anexo, presenta la importancia relativa de los préstamos bancarios externos para
el sector no bancario y bancario en los 15 países de la muestra y en promedios de 5 años. Se observa
que aunque los préstamos externos al sector no bancario representan en promedio más del 50% de
los préstamos externos, en algunos países como Brasil, Chile, Colombia, El Salvador y Guatemala los
préstamos externos al sector bancario se ubican por encima del 40% en los últimos años del período.
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
296
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Siguiendo a Cesa-Bianchi et al. (2015), la medida de LG aquí seleccionada puede
entenderse como una proxy de la oferta global de crédito. Así pues, choques
en esta oferta global podrían estar asociados al componente común de los
ciclos de crédito para América Latina. En particular, choques externos positi-
vos producidos por las condiciones financieras internacionales pueden reducir
el costo de acceso a recursos para algunos privados que antes se encontraban
excluidos del sistema; además, si consideramos que otras medidas de liquidez
global como, por ejemplo, el VIX o el apalancamiento de los bancos globales,
pueden verse como factores asociados a la oferta global de crédito (shifters),
choques a la percepción de riesgo a escala global podrían estar asociados tam-
bién al componente común del ciclo del crédito en la región.
B. Liquidez global y ciclo del crédito en América Latina
Para probar la hipótesis del potencial efecto de las condiciones financieras
globales en el componente común del ciclo del crédito en América Latina28,
esta parte del documento especifica y estima un VAR. En particular, el aná-
lisis se centra en identificar el efecto causal de un choque de liquidez global
sobre el componente ciclo de crédito en la región.
Para la especificación del VAR se consideran 4 variables (figura 5). En primer
lugar, se incluye el factor regional del ciclo del crédito que fue extraído del
modelo de factores presentado en la segunda sección de este documento. Ade-
más, se introduce la tasa de crecimiento anualizada de la medida de liquidez
global, a lo que se le suma el crecimiento del PIB en la región y la inflación29.
28 El ejercicio se limita a considerar únicamente el efecto en el factor regional del ciclo del crédito en la
región. La razón de esto es que se pretende estudiar el efecto común en todos los países. Es importante
señalar que esto no implica que no puedan existir efectos de la liquidez global a través del factor de
régimen monetario o efectos idiosincráticos.
29 Dado que todos los países de la región no cuentan con datos de PIB trimestrales, así como datos de
variación del índice de precios al consumidor para el período considerado (1996q1-2013-q4), se toman
el primer componente principal del crecimiento para los países que cuentan con información. Para el
caso del PIB, la medida se construye con: Argentina, Bolivia, Chile, Brasil, México, Ecuador, Perú, Pa-
raguay y Colombia. Para el caso de la inflación se toman: Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica,
Ecuador, Salvador, Guatemala, México, Panamá y Paraguay.
Juan Guillermo Bedoya Ospina 297
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Figura 5. Variables incluidas en el ejercicio VAR
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
2
1
0
-1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
30
20
10
0
-10
-20
Liquidez global (crecimiento anual)
Factor regional de ciclo del crédito
en America Latina Crecimiento de la liquidez global
Crecimiento del PIB Inflación
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1
2015q1
15
10
5
0
-5
Crecimiento PIB
12
10
8
6
4
2
Inflacicón
Fuente: adaptado de las IFS del FMI y de las Locational Banking Statistics del BIS.
Es clave señalar que un ejercicio que pretenda identificar el efecto de un cho-
que global de liquidez sobre el componente común del ciclo del crédito en la
región, debe incluir también otras variables que pueden verse afectadas por
este tipo de choques. Por ejemplo, Cesa-Bianchi et al. (2015) identifica que
un choque de liquidez global suele estar seguido de expansiones en el con-
sumo (por tanto, en el producto) y aumentos de los precios; en particular, de
los precios de la vivienda.
Dado lo anterior, las variables incluidas en el ejercicio presentado en esta sec-
ción pretenden capturar otros canales a través de los cuales un choque de liqui-
dez global puede afectar el comportamiento macroeconómico de la región. Así
pues, con la inclusión del crecimiento del PIB, se considera de manera explícita
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
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la relación entre las expansiones del producto y la demanda por crédito, lo cual
puede asociarse con el comportamiento del componente ciclo del ciclo del cré-
dito en la región. De igual manera, la inclusión de la inflación logra aproximar
el comportamiento de las tasas de interés de corto plazo en la región, además
de agregados monetarios que podrían estar asociados con el comportamiento de
la variable de interés. En adición a las variables ya mencionadas, se incluye
una tendencia lineal y cuadrática con el fin de capturar la caída progresiva
del crecimiento del nivel de precios en la región30.
C. Identificación
Siguiendo a Cesa-Bianchi et al. (2015), el choque que se busca identificar es
un desplazamiento en la oferta internacional de crédito; sin embargo, los flujos
interbancarios globales que se han utilizado como medida de liquidez global
se encuentran afectados por factores de oferta y demanda.
Con el fin de limpiar el choque y atenuar los posibles efectos de demanda
viniendo de América Latina, se excluyen de la medida de liquidez las operacio-
nes de préstamo interbancario que tienen como origen y destino los países de
América Latina. No obstante, vale la pena señalar que estas operaciones repre-
sentan apenas entre el 5% y 7% de las operaciones totales incluidas dentro de
la medida de liquidez global, y que los resultados obtenidos son robustos al uti-
lizar la medida completa (incluyendo las operaciones con origen o destino en
América Latina).
Dada esta redefinición de la medida de interés, un choque de liquidez global
y los impulsos respuesta asociados con las otras variables dentro del VAR se
pueden derivar de la descomposición de Cholesky de la matriz de varianzas-
covarianzas, con el crecimiento de la liquidez global ordenado primero. Asi-
mismo, en segundo lugar, se ordena la inflación, en tercer lugar el crecimiento
del PIB y, finalmente, como la variable más endógena, el componente común del
ciclo del crédito en la región.
30 Los resultados que se presentarán adelante son robustos a la exclusión de estas tendencias. La limita-
ción de la muestra deja solo los períodos precrisis y el cambio de ordenamiento de las variables para
la descomposición de Cholesky utilizada en el proceso de identificación. Los resultados también son
robustos a limitar el ejercicio a factores exclusivos para los países con los que se cuenta información
de PIB e inflación.
Juan Guillermo Bedoya Ospina 299
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D. Resultados
La figura 6 presenta los resultados a un choque de una desviación estándar al
crecimiento de la liquidez global en un VAR con dos rezagos escogidos por
el criterio de Akaike y BIC. Las bandas grises representan intervalos de con-
fianza del 95% construidos con base en 5.000 repeticiones de bootstrap31.
Figura 6. Impulso-respuesta a un choque de una desviación estándar al crecimiento
de la liquidez global
0,3
0,2
0,1
0,0
-0,1
0,015
0,01
0,05
0,0
-0,05
0,01
0,005
0,0
-0,005
-0,01
0,06
0,04
0,02
0,0
0 5 10 15 20 0 5 10 15 20
0 5 10 15 20 0 5 10 15 20
95% CI 95% CI
95% CI 95% CI
Liquidez global Factor regional del ciclo del crédito
Crecimiento del PIB Inflación
PeríodosPeríodos
PeríodosPeríodos
Fuente: elaboración propia.
31 Los resultados son robustos a la redefinición de las variables de PIB y de inflación no como el compo-
nente principal, sino como el promedio simple del crecimiento para cada una de las variables en los
países que cuentan con información.
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
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Los resultados revelan que un choque de liquidez global incrementa la infla-
ción en la región y que el efecto es estadísticamente significativo por alre-
dedor de 8 trimestres, alcanzando su nivel máximo 4 trimestres después del
choque. Por otra parte, el crecimiento del producto en la región aumenta,
aunque este efecto es solo significativo por un par de trimestres con un tri-
mestre de retraso con respecto al choque. Estos resultados son consistentes
con los hallados en la literatura reciente, en especial, en el comportamiento
de los precios de la vivienda (Cesa-Bianchi et al., 2015), los cuales siguen un
patrón similar al comportamiento de la inflación encontrado en este trabajo.
Sin embargo, el interés de este documento se centra en el efecto de un cho-
que de liquidez global sobre el factor regional del crédito. Se observa que aun
al excluir de la medida de LG aquellos préstamos interbancarios con origen y
destino a la región, el impacto del choque es positivo y estadísticamente sig-
nificativo por alrededor de 7 trimestres32. Este último resultado indica enton-
ces que los choques generados en los mercados financieros globales tienen
un impacto en el comportamiento del componente cíclico del crédito, y que
este impacto además no se transmite únicamente por las operaciones inter-
bancarias globales con origen o destino a la región. Es decir, otros elementos
que pueden desplazar la oferta internacional de crédito tienen efectos sobre
la estabilidad financiera de los países de América Latina.
Los resultados presentados se alinean con la evidencia contenida en Rey (2013),
indicando que cambios en las condiciones financieras internacionales pueden
tener consecuencias en el comportamiento del crédito a nivel local. De hecho,
los resultados revelan que el cambio de las condiciones globales de liquidez
tiene un impacto en el componente común de crédito en la región, lo que
destaca la conexión entre la sincronización en términos de crédito y su sensi-
bilidad a las condiciones económicas de las principales economías del globo.
Dada la forma en la que se construyó la medida de LG, el mecanismo de trans-
misión de los choques se puede aproximar por intermedio del canal del crédito,
así como del canal de la toma de riesgos (Rey, 2016). En altas condiciones de
liquidez global, los bancos ubicados en los centros financieros están dispuestos
a poner sus recursos en activos riesgosos y orientarlos a entidades en
32 La figura A1.2, incluida en el anexo, presenta los impulsos-respuesta para modelos con diferentes
rezagos.
Juan Guillermo Bedoya Ospina 301
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economías emergentes; de esta manera, las entidades locales pueden ampliar
sus carteras, inclusive ofreciendo crédito a personas y entidades que en condi-
ciones menos positivas en el ámbito global no recibirían acceso a estos recursos.
IV. Conclusiones
Este artículo explora el comportamiento de los ciclos de crédito para un con-
junto de 15 países de América Latina durante el período 1996q1-2013q4. Los
resultados muestran que los países de la región pasaron, en promedio, alrededor
de 11 trimestres en BC, y que los períodos de 1998q1-2002q2 y 2007q1-2009q2
concentraron alrededor del 80% de estos eventos.
Por medio de un modelo dinámico de factores bayesiano se exploró si existían
factores comunes a los diferentes países de la región que pudieran explicar
el comportamiento de los ciclos de crédito. Los resultados obtenidos revelan
que, en promedio, el 32% de la variabilidad de los ciclos de crédito para los
países de la muestra se explica por un factor regional y factores de régimen
monetario, lo que indica que existe cierto grado de sincronización en el com-
portamiento cíclico del crédito en la región.
Los resultados muestran también que son aquellos países que no tienen esque-
mas de inflación objetivo en los que las fluctuaciones de origen común tienen
una mayor relevancia (36%, en promedio), lo que contrasta con una mayor
relevancia del factor idiosincrático (local) para aquellos que implementaron
esquemas de inflación objetivo durante el período. Esto último sugiere que
aquellos países con esquemas de inflación objetivo tienen mayor autonomía
en el manejo de su ciclo financiero y capacidad de absorber choques exter-
nos; sin embargo, es necesario explorar este tema de manera más detallada
en estudios futuros.
Finalmente, se mostró que los choques a la liquidez global tienen efectos en
el componente común del ciclo del crédito en América Latina, es decir, cho-
ques generados en los mercados financieros internacionales suponen efectos
significativos en la estabilidad financiera y el comportamiento macroeconó-
mico de la región.
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
302
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Es importante resaltar que, dada la gran heterogeneidad encontrada en los
pesos relativos del factor global para los países considerados, sería interesante
explorar en trabajos futuros los mecanismos de transmisión de los choques de
liquidez global para los diferentes países de la región.
Desde la última crisis, y con el reavivamiento del interés en la estabilidad
financiera y su conexión con la estabilidad macroeconómica, el diseño e
implementación de políticas macroeconómicas necesita considerar las inte-
rrelaciones en una economía global y en cómo los eventos sucedidos en otras
economías pueden poner en riesgo objetivos de estabilidad a nivel local. Este
trabajo resalta entonces que los países de la región son sensibles a los even-
tos macroeconómicos globales y que, dadas las consecuencias en términos de
estabilidad que estos pueden traer, las políticas diseñadas e implementadas
en la región no pueden ser ajenas a la sensibilidad de estos fenómenos, evi-
dencia que se suma a la contenida en trabajos como el de Gómez-González
et al. (2014) con respecto a las dificultades asociadas a la utilización de un
único instrumento para el control del ciclo real y del crédito.
Agradecimientos
Se agradece muy especialmente el acompañamiento y asesoría de Fernando
Tenjo Galarza. Asimismo, esta versión se benefició de los comentarios y suge-
rencias de Alan Finkelstein, José Eduardo Goméz-González, Fabio Sánchez,
Rangan Gupta, Leonardo Villar, Natalia Salazar, Carlos Alberto Ruiz e Iván
Zubieta. Se agradecen además los comentarios de dos evaluadores anónimos.
Todos los errores y omisiones son responsabilidad del autor.
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Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
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Juan Guillermo Bedoya Ospina 307
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Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
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Anexo
Cuadro A1.1. Correlaciones entre los ciclos de crédito
Colombia Perú Paraguay México Ecuador Chile Brasil Argentina Bolivia Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Panamá Uruguay
Colombia 1
Perú 0,3428 1
Paraguay -0,2089 0,2302 1
México 0,6536 0,3924 -0,225 1
Ecuador 0,4382 -0,1278 0,1202 0,3082 1
Chile 0,4334 0,1674 -0,0142 0,3673 0,1659 1
Brasil 0,3798 0,2129 0,1643 0,4885 0,1116 0,7121 1
Argentina 0,2957 0,5846 0,0032 0,5016 -0,2621 0,3554 0,2902 1
Bolivia 0,3611 0,4204 -0,0245 0,3356 -0,0468 -0,1053 -0,2459 0,4825 1
Costa Rica 0,1766 0,4837 -0,0726 0,2591 -0,1626 0,3737 0,4732 0,3313 -0,316 1
El Salvador 0,2713 0,4293 -0,2883 0,6113 -0,1717 0,2473 0,189 0,7318 0,3332 0,3866 1
Guatemala 0,2808 0,106 -0,4858 0,3079 -0,0842 0,1117 -0,0678 0,411 0,3269 0,2679 0,5658 1
Honduras 0,558 0,5417 -0,2174 0,6514 0,0181 0,4725 0,5038 0,5766 0,105 0,7348 0,6925 0,5004 1
Panamá 0,0686 0,4014 0,0967 0,2231 -0,4332 0,2779 0,3138 0,8361 0,253 0,3508 0,5312 0,3432 0,4706 1
Uruguay 0,0299 0,3578 0,1379 -0,0339 -0,3343 0,084 0,3038 0,0836 -0,1984 0,556 -0,0692 -0,1005 0,3423 0,2817 1
Fuente: elaboración propia.
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La aproximación de Monte Carlo Markov Chain
(MCMC) del modelo de factores dinámicos33
El modelo de factores dinámicos explicado por las ecuaciones [3]-[6] puede
ser pensado como una especificación con una distribución de probabilidad
gaussiana para los datos
{ }
yt condicionado en un conjunto de parámetros
y un conjunto de variables latentes (es decir, los factores no observables)
{ }
ft.
Denotemos esta función de densidad por g Y F
y( | , )J, donde Y es un vector de
las variables observables de dimensiones
MNT x1
y F es un vector de dimen-
siones
KT x1
que contiene los factores dinámicos (no observables). En adición
a lo anterior, hay una distribución de probabilidad gaussiana para F, g F
f( ) y
una distribución prior para los parámetros del modelo π ϑ( ).
Dado lo anterior, la distribución posterior para los parámetros () y los facto-
res dinámicos (F), siguiendo la regla de Bayes, está dada por el producto entre
la verosimilitud y la distribución prior.
h F Y g Y F g F
y f
( , | ) ( | , ) ( ) ( )ϑ ϑ π ϑ=
La distribución h F Y( , | )J es muy compleja, sin embargo, la selección de un
prior conjugado para
ϑ
asegura que las dos condicionales h Y F h F Y( | , ), ( | , )J J
sean bastante simples y que pueda usarse el método MCMC para crear mues-
tras artificiales tanto para los parámetros del modelo como para los factores
no observables { , }Ji j
Fpara j J
=
1,..., . Los pasos del método pueden resu-
mirse como sigue:
a) Se inicia de un valor de
F
0en el soporte de la distribución posterior gene-
rando un draw aleatorio
1 de la distribución condicional h Y F( | , )J0.
b) Posteriormente se genera un draw aleatorio
F
1 de la distribución
condicional h F Y( | , )J1.
c) Este proceso se repite J veces, generando en cada paso J J
j j
h F Y( | , )
-1
y F h F Y
j j
( | , )J-1.
Bajo condiciones de regularidad, la muestra producida por el ejercicio de MCMC
es una realización de la distribución conjunta invariante h F Y( , | )J.
33 Esta exposición sigue la que se encuentra contenida en el apéndice B de Kose et al. (2003).
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
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Siguiendo a Kose et al. (2003), Neely y Rapach (2011) y Puy (2013), se escogen
las siguientes prior conjugadas para los diferentes parámetros del modelo de
factores dinámicos contenido en [3]-[6]
( , ) ( , ) ( ... )
( ,....... ) [ , ( , .
'
β β
ρ ρ
i
G
i
R
i iq
N I i N
N diag
0 1
0 1 0 5
2
1
=
,, ....., . )]( ... )
( , ...., ) [ , ( , . , ..
'
0 5 1
0 1 0 5
1
1
q
G
p
G
i N
N diag
=
ρ ρ ...., . )]( ... )
( ,...., ) [ , ( , . , ...
'
0 5 1
0 1 0 5
1
1
p
j
R
jp
R
i N
N diag
=
ρ ρ ..., . )]( ... )
( , . )
0 5 1
6 0 001
1
2
p
i
i N
IG
=
σ
Donde IG hace referencia a una distribución inversa gamma. En la aplicación
contenida en la sección dos se considera que el número de rezagos para cada
uno de los factores incluyendo el idiosincrático es igual a 2.
Figura A1.1. Ciclos y factores
Brasil
Chile
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
Colombia
México
Perú Guatemala
(Continúa)
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Figura A1.1. Ciclos y factores (continuación)
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
Argentina
Costa Rica
Honduras
Bolivia
Ecuador
El Salvador
Panamá Paraguay
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
Uruguay
1995q1 2000q1 2005q1 2010q1 2015q1
C.real p.c.
1,0
0,5
0,0
-0,5
-1,0
-1,5
Nota. Todas las series normalizadas al intervalo [-1,1]. La línea continua gris representa el ciclo del crédito
real para cada país, la línea punteada negra el factor regional y la línea punteada gris el factor global.
Fuente: elaboración propia.
Ciclos de crédito, liquidez global y regímenes monetarios
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Figura A1.2. Respuestas del factor global del ciclo del crédito en AL a un choque
de liquidez globala
95% CI 95% CI
VAR, 1 rezago VAR, 3 rezagos
Períodos Períodos
0,015
0,01
0,005
0,0
-0,005
0,015
0,01
0,005
0,0
0 5 10 15 20 0 5 10 15 20
Nota. a Intervalos de confianza calculados con 5.000 repeticiones de bootstrap.
Fuente: elaboración propia.
Juan Guillermo Bedoya Ospina 313
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Cuadro A1.2. Participación relativa de los préstamos de bancos externos a sectores no bancarios y bancarios (1995-2014)
Participación sector no bancario Participación sector bancario
País 1995-2000 2001-2005 2006-2010 2011-2014 1995-2000 2001-2005 2006-2010 2011-2014
Argentina 63,6% 70,4% 80,7% 83,0% 36,4% 29,6% 19,3% 17,0%
Bolivia 30,4% 74,0% 84,2% 87,8% 69,6% 26,0% 15,8% 12,2%
Brasil 45,5% 50,2% 49,5% 50,1% 54,5% 49,8% 50,5% 49,9%
Chile 77,5% 74,4% 57,1% 52,1% 22,5% 25,6% 42,9% 47,9%
Colombia 76,3% 68,0% 63,7% 49,9% 23,7% 32,0% 36,3% 50,1%
Costa Rica 66,5% 76,2% 69,6% 60,1% 33,5% 23,8% 30,4% 39,9%
Ecuador 53,6% 81,0% 82,9% 73,6% 46,4% 19,0% 17,1% 26,4%
El Salvador 27,1% 50,9% 47,2% 32,6% 72,9% 49,1% 52,8% 67,4%
Guatemala 62,0% 70,1% 68,9% 59,6% 38,0% 29,9% 31,1% 40,4%
Honduras 37,2% 43,3% 56,1% 52,9% 62,8% 56,7% 43,9% 47,1%
México 69,3% 77,7% 78,2% 65,6% 30,7% 22,3% 21,8% 34,4%
Nicaragua 46,7% 62,6% 64,9% 71,5% 53,3% 37,4% 35,1% 28,5%
Panamá 79,3% 82,1% 86,3% 91,1% 20,7% 17,9% 13,7% 8,9%
Paraguay 61,1% 88,6% 80,5% 55,0% 38,9% 11,4% 19,5% 45,0%
Perú 54,8% 72,4% 54,3% 46,2% 45,2% 27,6% 45,7% 53,8%
Fuente: adaptado de las Locational Statistics del BIS, tablas 7A y 7B.

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