Imaginarios, comportamientos, identidades y poder político de los grupos LGBT en Bogotá - Núm. 5, Diciembre 2007 - Ratio Juris - Libros y Revistas - VLEX 52108137

Imaginarios, comportamientos, identidades y poder político de los grupos LGBT en Bogotá

AutorMisael Tirado Acero
CargoSociólogo Universidad Nacional de Colombia
Páginas72-94

Sociólogo Universidad Nacional de Colombia; especialista en Economía, Universidad de los Andes; especialista en Evaluación Social de Proyectos, Universidad de los Andes; candidato a Doctor en sociología Jurídica e Instituciones Políticas, Universidad Externado de Colombia; Docente Investigador.

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"Casi en ningún país de la tierra existe un acoplamiento exacto entre legalidad y aquella legitimidad inscrita en los derechos humanos, de modo que siempre hay un campo de tensión entre la una y la otra. Pero, es precisamente esa tensión, el hecho que permite a tantos humanos luchar por sus derechos. Y el verbo luchar, debe ser entendido en su pleno sentido. Porque no se lucha por lo que se tiene sino por lo que no se tiene, o porque se tiene pero está amenazado de no tenerse. La importancia política de los derechos humanos no reside tanto en que ellos se cumplen, sino en el hecho de que muchas veces no se cumplen. " 111

Introducción: La transformación reversible del comportamiento volátil y lúdico, en activismo político eficiente

Siempre es estimulante poder iniciar un ensayo producto de una noticia grata e importante, esta vez relacionada con el respeto y el desarrollo de la diversidad cultural, que se relaciona con el impulso del respeto y del apoyo positivo a los grupos LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero) de Colombia, y particularmente de Bogotá. (Véase Anexo 1)

Si se parte del simple hecho legal que, desde 1936 hasta 1980, la homosexualidad estaba consagrada en el Código Penal Colombiano, como un delito con sanciones penales, es indudable que los últimos 25 años corresponden a un avance fundamental en la lucha por el respeto y la equidad de los grupos LGBT. La exclusión de la homosexualidad como delito y el que en el actual Código Penal Colombiano se establezca como causal de "mayor punibilidad" a los comportamientos originados en la discriminación motivada por la orientación sexual, son logros básicos para los LGBT. Desde luego lo anterior se consolidó gracias a la nueva Constitución Política de Colombia, aprobada en 1991. En ella se consagran explícitamente los derechos al libre desarrollo de la personalidad y a la intimidad individual, lo que permite, "en su núcleo esencial, el proceso de autodeterminación en materia de preferencias sexuales", de acuerdo a los desarrollos posteriores de la Corte Constitucional.112 Para un conocimiento más detallado y profundo de los avances legales y de derechos humanos de los LGBT en Colombia, de acuerdo a la Constitución actual y a la jurisprudencia posterior de la Corte Constitucional, la organización civil113 ha desempeñado un papel crucial.

Retornando a la buena noticia actual, hecha aún más posible por los desarrollos legislativos que se señalarán, y por la constante lucha de Page 73 reivindicación de estos grupos, la temática gay y en parte LGBT, ha tomado en el año 2006 y augura para el 2007 y siguientes, una gran fuerza política y legislativa, con ecos de respeto y de cambios alternativos en los medios de comunicación y en la opinión pública en general.

En lo fundamental la presente coyuntura se basa en que la temática gay tomó una inusitada importancia en las agendas electorales del año 2006 para congresistas, y para el mismo Presidente de la República. Sus ecos más positivos son hechos reales como el Proyecto de Ley del Senador Alvaro Araújo, quién retomando cuatro intentos de legislaturas anteriores en el mismo sentido, plantea la posibilidad de que las parejas homosexuales tengan acceso a derechos patrimoniales y a servicios de seguridad social.114 Aunque según los cálculos de los mismos legisladores esta ley, de ser aprobada beneficiaría potencialmente hoy a un máximo de 25.000 parejas gay, con un costo anual de $2.800 a $3.500 millones de pesos colombianos; su importancia es enorme para el futuro de las políticas públicas y significa un reconocimiento y redistribución equitativos y efectivos de los derechos de las uniones de personas del mismo sexo. El proyecto del senador ponente Alvaro Araújo sobre los derechos de las parejas del mismo sexo para acceder a los beneficios de la seguridad social, ya fue aprobado en el Senado en octubre de 2006, por 49 votos a favor y 40 en contra. Del mismo modo ya se ha debatido en la cámara de Representantes donde tendrá su posible última votación el 16 de abril de 2007. En el proceso legislativo en la cámara han ido surgiendo tres factores que de algún modo, positivo y/o negativo, afectarán las decisiones de las votaciones finales. En primer término la Corte Constitucional ante una demanda instaurada contra dos disposiciones de la Ley 100 de 1993 sobre seguridad social y un artículo de la ley 797 de 2003, recibió los criterios del Procurador General, quien observó que no existe norma alguna que exija que la pensión de sobrevivencia tan sólo sea para las parejas heterosexuales. En enero de 2007 la Corte falló a favor de la demanda, pero el texto final aún no se ha publicado oficialmente. En cualquier caso esta decisión de la Corte Constitucional ayudará a que las decisiones de algunos representantes sean favorables al proyecto de ley del senador Araújo. En segundo lugar y con un peso negativo durante los primeros meses del año 2007, el senador Araújo ha sido acusado por la Corte Suprema sobre posibles vínculos suyos con los paramilitares al margen de la ley, pero en lucha contra los guerrilleros. Por el momento se encuentra en la cárcel y de este modo el ponente original de la ley sobre protección social a las parejas del mismo sexo, ha tenido que ser reemplazado.

Por último y aprovechando los tradicionales sermones de Semana Santa, el presidente del Episcopado, Monseñor Luis Augusto Castro y otros jerarcas de la Iglesia Católica, atacaron las uniones de parejas del mismo sexo y el aborto. Aunque la ley de equidad en protección social para parejas del mismo sexo en debate en el Congreso y aprobada por la Corte Constitucional, no habla en ningún momento de uniones o matrimonios de parejas del mismo sexo, los obispos pretenden que se trata de una puerta para la "legalización del matrimonio homosexual"115 desconociendo la lucha no sólo de los LGBT contra la reproducción y encapsulamiento del paradigma del patriarcado -el vínculo del matrimonio y la consecuente carga sociocultural y simbólica que este encierra-, donde lo que realmente se pretende es la unión de parejas del mismo sexo para hacer tangibles y reales los derechos humanos. Otra de las resonancias políticas de mayor trascendencia ha sido el apoyo del Alcalde Mayor de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, a la visibilización de esta comunidad, gracias a actividades previas y posteriores al desfile gay del 28 de junio de 2006. La presentación al Concejo de la Ciudad de un proyecto de Page 74 acuerdo -que ha sido elaborado con la misma comunidad- según el cual podría permitir el establecer lineamientos de políticas públicas en beneficio de los grupos LGBT, tan sólo en la medida en que ellas estén de acuerdo con la Constitución y el sistema legal de Colombia. Entre estos lineamientos, el primero es el de la "investigación, con el fin de determinar con exactitud la situación de exclusión de este sector social, con especial atención a las perspectivas etárea y de género". (Véase Anexo 2)

El mismo Alcalde Luis Eduardo Garzón anunció en el día del "Orgullo Gay" de 2006, la apertura de un Centro LGBT en la localidad de Chapinero, para apoyar y cohesionar a las comunidades LGBT y darles asesoría legal, psicológica, en salud y en seguridad, entre otras. En febrero del 2007 se abrió el Centro LGBT financiado en un 40% por ONG sin ánimo de lucro y cuya vigencia más allá del 2007 dependerá del próximo Alcalde elegido. En la actualidad el acuerdo del alcalde, aún se discute en el Concejo donde tiene un buen respaldo y parece que será aprobado. Sin embargo, el Concejal Jorge Durán manifestó su oposición al afirmar que: "no podemos venir aquí a expedir normas que realmente van contra las buenas costumbres de la sociedad".116 Pero más allá de su posición convencional y patriarcal, según la cual él mismo declaró que no es homofóbico, ratifica sus discrepancias ideológicas que supuestamente estuvieron originadas por el siguiente interrogante: "se refirió a los LGBT en términos muy fuertes cuando se preguntó...

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