Comunidad de Paz de San José de Apartadó: resistencia al olvido, lucha contra la impunidad, perdón y reconciliación en un contexto de revictimización
Autor | Federico Guillermo Muñoz |
Páginas | 221-252 |
Mi piel no reclama venganza,
busca la esperanza de hallar hermandad,
y entonces pondré en mi bandera,
la paz que es tan bella, después de Urabá.
Y B, Banano de Urabá
Introducción
C del sillón y motivado por todo lo que
implica una salida de campo, decidí gestionar la posibilidad de visitar la Co-
munidad de Paz de San José de Apartadó (Apartadó, Antioquia). Contacté al
sacerdote jesuita Javier Giraldo y le comenté mi intención de viajar al Urabá
antioqueño. Él ha acompañado a la comunidad desde hace mucho tiempo.
El padre Javier rápidamente me respondió que la decisión no dependía de su
aprobación, y que debía consultarla con el Consejo Interno de la Comunidad.
Luego de unos días recibí un correo del padre Javier, me decía que se había
aprobado mi visita a la Comunidad. Muy contento estuve, pues por n iba a po-
der “estar ahí”, recorrer el territorio y reexionar sobre lo que había estudiado
en una revisión bibliográca y lo que había analizado en documentales en video.
Comunidad de Paz de San José de Apartadó
Resistencia al olvido, lucha contra la impunidad, perdón
y reconciliación en un contexto de revictimización*
F G M**
* Para citar este artículo: http://dx.doi.org/./..
** Programa de Estudios Políticos y Resolución de Conflictos, Programa Institucional de Paz
de la Universidad del Valle.
Finalmente, iba a salir de la zona de confort (lectura en el sillón, búsqueda en la
biblioteca y reexión exclusivamente teórica) y me adentraba en el Urabá: área
geoestratégica para múltiples actores, controlada desde Mutatá hasta Arboletes
por la estructura de reconguración narcoparamilitar los Urabeños, y con una
presencia activa de las - entre la Serranía del Abibe y el Golfo de Urabá.
Una zona donde día a día crece un proceso de resistencia ante la presión
de los actores armados, legales e ilegales. La Comunidad de Paz de San José de
Apartadó ha decidido estar al margen de los intereses de estos actores; la enfá-
tica decisión de no involucrarse en la confrontación armada les ha costado la
vida a muchos de sus miembros, y el asedio permanente sobre el territorio no
ha cesado desde su nacimiento en 1997. Es un área rica en recursos naturales y
un importante corredor estratégico de movilidad.
Este no es un texto sobre la historia de violencia en el Urabá antioqueño1.
Tampoco sobre el control paramilitar o narcoparamilitar de vastos territorios
urabaenses2. Si bien profundiza en el contexto actual de presión, control y do-
minio del territorio por parte de estructuras de reconguración narcoparami-
litar, no tiene como objetivo dimensionar lo que han implicado los procesos de
desmovilización, desarme y reintegración3. Tiene como sujetos de la reexión
a algunas víctimas de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, pero no
se propone abordar las implicaciones del desplazamiento forzado en el Urabá4.
No pretende documentar la historia de esta experiencia de resistencia y empo-
deramiento5.
Es fruto de un “encuentro etnográco” (Monroy, 2013, 14) con algunos po-
bladores de la Comunidad de Paz, producto de una salida de campo (2 al 7 de
enero del 2013) y de un largo proceso de revisión bibliográca. Tiene como
insumos fundamentales la evidencia empírica registrada en el diario de campo,
Para profundizar en las dinámicas sociales, políticas, económicas, culturales y armadas del
Urabá se pueden estudiar obras que considero “clásicas” dentro de la literatura académica, como
las de Botero (1990), Steiner (1991), Uribe de Hincapié (1992) y García de la Torre (1996). Pero
el que más contribuyó a la comprensión de estas dinámicas, desde un enfoque histórico, fue el
texto de Carlos Miguel Ortiz (2007).
Al respecto, textos como los de Romero (2003), González, Bolívar y Vázquez (2003) son fun-
damentales. Otros, desde la visión de los victimarios, aportan más al morbo que al conocimiento
y al crecimiento intelectual, como por ejemplo Aranguren (2001) o Behar y Ardila Behar (2012).
Como sí lo hacen las publicaciones de Ramírez y Londoño (2007) y Mejía Walker (2012).
Para tal fin se pueden estudiar los artículos de Osorio y Lozano (1999) o de Pontin (2004).
La crónica acompañada de la fotografía es otra forma de adentrarse en las historias de estas
víctimas, como por ejemplo los textos de Abad, Giraldo y Pérez (1997), Consejo Noruego para
Refugiados (2007) y Beltzaiz y Traba (2012).
Esa labor la han realizado el padre Javier Giraldo (2010), Hernández (2004), Uribe de Hin-
capié (2004) y Muñoz (2008).
…
a partir del desarrollo de varios ejercicios etnográcos de observación y algu-
nas conversaciones informales6 con personas que habitan el asentamiento San
Josesito de la Dignidad.
En este escrito se privilegia un carácter narrativo, está dividido en varias
viñetas etnográcas7 que buscan problematizar y proponer reexiones sobre al-
gunas dinámicas comunitarias que se relacionan con las iniciativas de memo-
ria, los actos simbólicos de reparación, el perdón y la reconciliación. Lo asumo
también como una forma de interpelar la visión que tengo sobre la justicia
transicional, y la manera como algunos términos de este campo deben ser ana-
lizados muy detenidamente, para poder contrarrestar las promesas que ubican
a las transiciones políticas como una panacea.
Estos encuentros etnográcos me permitieron replantear y deconstruir al-
gunos aspectos ligados al deber ser de la justicia transicional, cuestionaron
mi sociología política, poniendo en tensión mi trabajo como sociólogo y estu-
dioso de la justicia transicional. Avancé en el debate epistemológico y ontoló-
gico sobre el devenir de un país que se embarca en un proceso de construcción
de la paz, y donde el discurso ocial del posconicto quiere ubicar nuestra
transición en el terreno de la ilusión.
¿Qué tipo de ilusión? Aquella que imagina un país sin conictos, en lugar
de asumir la evidente transformación del conicto armado, social y político,
la exacerbación de los conictos sociales y lo complejas que pueden ser unas
expectativas desmedidas en un contexto donde se dicultan las garantías de no
repetición por la reconguración de diversas expresiones del paramilitarismo.
Explorar escenarios transicionales, como el que se vive en la Comunidad de
Paz de San José de Apartadó, nos provee de elementos empíricos para con-
trovertir la ilusión del posconicto, lograr aterrizar los debates sobre la repa-
ración y la reconciliación a un contexto donde múltiples prácticas violentas
están vigentes. Espacios y casos en que los daños están latentes, la violencia no
es una cuestión del pasado, donde es ingenuo plantear que “las víctimas han
sido reparadas”, como pregona el discurso ocial. Más ilusorio aún es creer que
la paz “se logra” exclusivamente a través de la rma de un acuerdo nal, en el
marco de una negociación política que busca el n del conicto armado.
Queremos que este texto siga alimentando los debates sobre el paradigma
transicional, que contribuya a tomar distancia de la visión ilusa del poscon-
icto, que de alguna manera les dé voz a las víctimas y permita reexionar
sobre sus visiones en el campo del perdón y la reconciliación.
El potencial científico de las conversaciones informales no debe subestimarse, estas permi-
ten un encuentro menos asimétrico que el de las entrevistas que son grabadas y dejan un cúmulo
de impresiones que registramos de inmediato en el diario de campo.
Este término es tomado de Alejandro Castillejo, lo he leído en algunos de sus textos.
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