Contabilidad asimetrica de las reservas. - Vol. 28 Núm. 68, Abril 2018 - Revista Innovar - Libros y Revistas - VLEX 774047749

Contabilidad asimetrica de las reservas.

AutorIvan Gonzalez, Jorge
CargoContabilidad y Finanzas

ASYMMETRIC ACCOUNTING OF RESERVES

CONTABILIDADE ASSIMETRICA DAS RESERVAS

LA COMPTABILITE ASYMETRIQUE DES RESERVES

Introduccion

Al terminar el 2015, Colombia tenia un monto de reservas significativo, equivalente a USD 46.740 millones. La forma como se administran y se contabilizan las reservas es un asunto neuralgico de la politica economica. En el documento, se hacen consideraciones macro sobre el uso de las reservas y se muestran algunas de las implicaciones que se derivan de la forma de contabilizarlas.

Tal administracion adquiere especial relevancia en una coyuntura economica que tiene dos caracteristicas: recesion y depreciacion de la tasa de cambio. Se conjugan, entonces, los siguientes hechos relevantes: abundancia de reservas, recesion y depreciacion. A la luz de estas circunstancias, es importante poner en evidencia tres tipos de asimetria. La primera tiene que ver con la diferencia entre los resultados patrimoniales del Banco de la Republica, y el balance entre ingresos y gastos. La segunda es la expresion de una especie de maniqueismo masoquista: mientras que la depreciacion afecta el balance fiscal a traves del aumento de la deuda externa, no tiene efectos fiscales cuando las reservas se valoran en pesos. La tercera esta relacionada con el uso de las reservas como instrumento contraciclico de la politica economica.

Entre los paises de America Latina, la devaluacion ha sido especialmente intensa en Brasil y Colombia, y ha tenido un impacto significativo en el valor de las reservas. En Colombia, y solamente en el periodo de un ano (2014-2015), y en virtud de la devaluacion, el valor de las reservas en pesos paso de COP 113,2 billones a COP 147,2 billones. El aumento fue de COP 33,9 billones, un monto equivalente a casi seis veces la venta de isagen.

El Gobierno y el Ministerio de Hacienda no contemplan la posibilidad de utilizar parte de estos excedentes. Al contrario, consideran que estos recursos no deben entrar a la economia. Esta posicion es consistente con las practicas que ha seguido el Banco de la Republica y otros bancos centrales, que, fieles a su ortodoxia, han decidido no utilizar los excedentes que se obtienen de la valoracion en moneda domestica de las reservas internacionales.

El Fondo Monetario internacional estimula este tipo de comportamiento con los siguientes argumentos: primero, no es conveniente transmitir la sensacion de abundancia, porque se relaja la disciplina fiscal; segundo, los gobiernos nacional y local dificilmente podran evitar la tentacion de utilizar estos recursos para hacer favores politicos; tercero, existen debilidades institucionales que impiden que los dineros se inviertan de manera eficiente, y cuarto, la ampliacion de la cantidad de moneda hala la inflacion hacia arriba.

Aunque estos argumentos son razonables, no se deben absolutizar. Antes de la Ley 31 de 1992 (Ley del Banco de la Republica), las utilidades originadas en la valorizacion en pesos de las reservas internacionales alimentaban la cuenta especial de cambios (cec), y podian ser utilizadas por el Gobierno para financiar el gasto. La cec se elimino porque efectivamente se prestaba para abusos, y contribuia a reducir la disciplina fiscal. Las normas posteriores se han ido al otro extremo y no permiten que el gobierno recurra a los excedentes que resultan de la variacion de la tasa de cambio.

Cuando se definieron los estatutos del Banco (Decreto 2.520 de 1993), se hizo la distincion entre dos tipos de fluctuaciones cambiarias de las reservas internacionales: el ajuste de cambio, que cobija las variaciones peso/dolar, y el diferencial cambiario, que se refiere a las fluctuaciones dolar/divisa. Los resultados del ajuste cambiario se contabilizaban en el patrimonio, mientras que los del diferencial cambiario iban a la cuenta de ingresos o egresos del Banco. Una vez que se hacia el cierre del ejercicio y se distribuian las utilidades, si el balance era positivo, la parte correspondiente al diferencial cambiario ingresaba al patrimonio para incrementar la reserva para fluctuaciones de monedas; si era negativo, se descontaba de la reserva existente. Cuando esta no era suficiente, se recurria al presupuesto del gobierno para cubrir el faltante. Esta manera de proceder llevaba a que el presupuesto del Gobierno se viera impactado por el diferencial cambiario y no por el ajuste de cambio.

Esta asimetria en el tratamiento del ajuste de cambio y del diferencial cambiario se corrigio con el Decreto 2.386 del 2015, que unifico la metodologia, asi que a partir del ejercicio contable de 2015, ambos tipos de fluctuacion (peso/ dolar, dolar/divisa) se contabilizan directamente en el patrimonio como superavit.

La mayoria de las reservas del pais (95% en el 2016) estan puestas en bonos del gobierno de los Estados Unidos. Para estas reservas, aplica el ajuste de cambio (peso/dolar). El porcentaje minoritario de las reservas se tiene en bonos de los gobiernos de Canada, Reino Unido, Australia, Nueva Zelandia y Noruega. En este caso, aplica el diferencial cambiario (dolar/divisa). Las ganancias o perdidas de este portafolio dependen de la forma como evolucione cada una de estas monedas con respecto al dolar.

En las tres normas (Ley 31 de 1992, Decreto 2.520 de 1993 y Decreto 2.386 del 2015), es claro que los resultados del ajuste de cambio no hacen parte del ejercicio de los ingresos y egresos del Banco. Por tanto, el Gobierno no puede aprovechar las ventajas de la depreciacion, ni tiene que asumir los costos de la apreciacion. Los efectos de las variaciones de la tasa de cambio se reflejan directamente en el patrimonio.

Los ingresos y egresos del Banco si se modifican con los resultados del manejo de reservas (compra y venta, rendimiento del portafolio, etc.). En el 2015, por ejemplo, la rentabilidad de las reservas en dolares apenas fue del 0,26%, equivalente a usd 122,13 millones (Banco de la Republica, 2016). Por otra parte, el resultado operacional fue negativo en COP 395 mil millones, perdida que tiene que ser asumida por el Gobierno (1).

En sintesis, con la normativa actual, los excedentes que resultan de los movimientos de la tasa de cambio no pueden ser utilizados por el Gobierno. El fantasma de la cec ha llevado a una situacion extrema. Se deben buscar caminos intermedios que permitan aprovechar los resultados positivos derivados del ajuste de cambio.

El maniqueismo masoquista

Cuando se observan los balances macro desde una perspectiva general, se constata una asimetria en el tratamiento de la depreciacion. Por el lado de los activos (reservas internacionales), no se permite que el gobierno haga uso de los excedentes derivados del ajuste de cambio. Pero, por el lado de los pasivos (deuda externa), las perdidas causadas por la depreciacion si se incorporan en el deficit de la nacion y tienen una incidencia directa en el balance fiscal.

En la...

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