Contratación internacional - Comercio Internacional. Una visión general de los instrumentos operativos del comercio exterior - Libros y Revistas - VLEX 862324580

Contratación internacional

AutorIria Caballero Miguez/Carmen Padín Fabeiro/Nestor Javier Contreras Fierro
Páginas119-165
Comercio Internacional
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3 Contratación internacional
3.1. Introducción
El comercio internacional es tan antiguo como cualquier actividad económica y
desde el siglo XIX ha contribuido al desarrollo y a la industrialización de muchos
países.
Los antecedentes de estos cambios de nuestra era contemporánea se encuentran
a finales del siglo XVIII, cuando surgió el desarrollo de la teoría mercantili sta y,
posteriormente, con la afirmación de los principios liberales.
La controversia entre librecambismo y proteccionismo fue el gran debate de
teóricos y políticos, donde la postura liberal se fue imponiendo, estableciéndose
así un comercio libre y proporcionando un mayor bienestar a los países que lo
aplicaban, frente a los que optaban por el proteccionismo. Pero, a finales del
siglo XIX y hasta mediados del XX se impuso en el comercio internacional una
rígida posición proteccionista influida, sin duda, por las dos guerras mundiales.
Los argumentos que priman actualmente en el comercio internacional tienen
sus precedentes en los economistas clásicos. Básicamente son:
• Elderechonaturaldetodapersonaacompraryvenderenlosmercadosy
bajo las condiciones que considere más ventajosas, siempre bajo el principio
de buena fe.
• Conseguirlamayorproductividadposible.
• Losefectosbeneficiososdelalibrecompetencia.
Actualmente también se sobreentiende que toda transacción debe realizarse según
los principios de: buena fe, diligencia y autonomía de la voluntad de las partes.
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Por su parte, los proteccionistas argumentan que el libre comercio sólo beneficia
a los más poderosos, perjudicando claramente a los países más desfavorecidos.
No llegan al extremo, en su argumento, de que el intercambio internacional sea
perjudicial para el país importador, pero sí establecen que las importaciones
en ningún momento deben perjudicar la actividad nacional. Estos fueron los
argumentos utilizados por los países comunistas que nacionalizaron sus relacio-
nes comerciales internacionales, estableciendo un monopolio estatal sobre las
importaciones y las exportaciones.
Las relaciones comerciales empiezan a avanzar después de las dos guerras mun-
diales, creándose en octubre de 1947 el Acuerdo General sobre Aranceles de
Aduana y Comercio (GATT). Empezó a ser operativo en enero de 1948, siendo
responsable de las principales medidas para la supresión de obstáculos en el
comercio internacional. Este tratado multilateral está basado en cuatro principios
básicos que son:
- La no discriminación, estableciéndose la cláusula de la nación más
favorecida.
- No a las prácticas restrictivas en el comercio internacional para
favorecer las industrias nacionales.
- Establecimiento de un régimen de consulta entre los países contra-
tantes.
- La creación de un marco de negociación multilateral permanente para
la reducción de la protección arancelaria.
En julio de 1995 el GATT se convierte en la Organización Mundial del Comercio
(OMC). Uno de sus principales cometidos va a ser arbitrar en las disputas que
surjan entre países contratantes. También continuar con la política de supresión
arancelaria y de barreras en el comercio internacional.
Por último, se crea el TRIPS, que es un acuerdo sobre los derechos de la propiedad
intelectual relacionados con el comercio, para luchar contra la falsificación de
mercancías, protección de patentes, diseños y marcas.
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3.2. La contratación internacional
El contrato es, en sí, la creación de una serie de obligaciones. El contrato tiene
una importancia fundamental en las tra nsacciones comerciales internacionales.
En la actualidad, multitud de empresas operan en el comercio internacional.
En este contexto, el contrato adquiere gran importancia, debiendo ser claro y
conciso y facilitar así las relaciones comerciales.
Cada situación, cada empresa, deberá formular los contratos idóneos para cada
negociación. Las empresas deben tener un proyecto para operar en el mercado
internacional, diseñar adecuadamente sus productos, y tener unas marcas que
sean comerciales.
La realidad mercantil actual es compleja, además el gran número de transacciones
comerciales que se realizan diariamente hacen que los problemas y riesgos sean
numerosos. Entre los más corrientes podríamos citar:
- La falta de experiencia de los operadores puede llevarles a no hacer
contrato alguno, pensando que la relación comercial será así más
sencilla.
- El hecho de utilizar un contrato “tipo” y que éste sea más teórico que
práctico, y no se adapte a la realidad del comercio habitual.
- Realizar contratos demasiado genéricos, en vez de específicos, para
la relación concreta que se va a establecer.
En una transacción mercantil pueden surgir numerosos y variados problemas
fruto del día a día que no se pueden prever como: el envío de una mercancía
equivocada, retrasos en la entrega, cancelaciones, embalajes defectuosos, merca-
dería deteriorada, así como problemas más generales de calidades en el producto
o incorrecciones. A todo esto es necesario añadir que el comprador o vendedor
quiera modificar o incluso cancelar el contrato por causas diversas como, por
ejemplo, el aumento del precio de las materias primas (tal vez una de las más
comunes).
Otros puntos sensibles que afectan a los contratos son los relacionados con la
solvencia económica y comercial, con cuestiones financieras, así como con los
controles de calidad, la gestión de los stocks, los pedidos, las devoluciones, los

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