La cuestión agraria
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3. La cuestión agraria*
Si territorio y población son los elementos de toda sociología, los esfuerzos
del pueblo por poseer el territorio, el concepto del hombre sobre su posesión,
y las consiguientes disposiciones legales impuestas o admitidas en el juego
de la democracia, son fenómenos tan trascendentales en la vida de un pue-
blo, que toda otra cuestión resulta secundaria y casi derivada de la anterior;
mucho más en tratándose de una raza tan ávida de la posesión de la tierra,
como es la antioqueña.
Esto nos permitirá a la vez deslindar y caracterizar los dos períodos en
que me tomo la libertad de dividir nuestra peregrinación en el tiempo, el
uno de adaptación preliminar en la época colonial, y el otro de adaptación
definitiva y de expansión. Entre último queda comprendido entre la obra de
Mon y Velarde y el Centenario de nuestra independencia de España, pues
la labor administrativa de ese Oidor fue tan trascendental y oportuna, que
puede considerarse como el prólogo del esfuerzo con que Antioquia había de
contribuir treinta años después a la formación de nuestra nacionalidad. Basta
comparar el carácter y estado de ese pueblo de montañeses en 1782, con las
extraordinarias cualidades y capacidades de todo género que ellos desplegaron
de 1812 en adelante.
“Esta Provincia por su despoblación, miseria y falta de cultura, solo era
de compararse con las de Africa”, informaban al Virrey y los Oficiales reales
en 1783; y el mismo Mon y Velarde escribía por entonces: “Es necesario co-
nocer la índole de esos habitantes y el odiotismo y preocupaciones de que se
* Tomado de: López, Alejandro, 1931, Problemas colombianos, Paris, Ediciones La Antorcha,
pp. 12-34.
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hallan todos poseídos: pues en este, como en los demás puntos que pueden
adoptarse para la felicidad de esta Provincia, es preciso luchar contra la igno-
rancia y total falta de instrucción que se observan en todas estas gentes aún
en aquellas que debieran ser más cultas”.
Y esto lo decía “el Magistrado que regeneró sus costumbres (de la provin-
cia de Antioquia) y su administración y trazó el camino que han seguido caso
todos sus gobernantes”, según dice don Tulio Ospina en el excelente opúsculo
publicado en 1900 y que debería reimprimirse y distribuirse ampliamente.
Ese es el comentario que le mereció Oidor el pueblo que figuró más tarde
entre los de vanguardia en el progreso patrio, y que en esa década a que él se
refiere contaba entre sus chicuelos a Del Corral, Restrepo, Girardot, Zea; a
la multitud de héroes ignorados de nuestra guerra de independencia, y a mu-
jeres que honrarían la historia de cualquier pueblo, como Pascuala Muñoz y
Simona Duque.
Los datos anteriores, parecen, pues, justificar la siguiente interpretación:
entre las dos líneas rectas con que puede representarse la trayectoria de la vida
de Antioquia, una de la época en que fue colonia de España, y la otra como
parte de la nación colombiana y que abarca casi todo el Siglo xix, media una
curva de evolución cuyos puntos de tangencia los marcan dos personalidades
de gran talla, Mon y Velarde y el Director del Corral. De ahí que al estudiar el
problema agrario de Antioquia, como el más típico de la conquista del suelo
colombiano por su población, me vea obligado a reconstituir e interpretar la
obra del primero, en cuanto ésta pudo afectar la propiedad y conquista del
suelo por esa población.
* * *
Bien sabido es que al llegar el Oidor a Antioquia solo existían como pobla-
ciones no mineras Antioquia, Rionegro, Marinilla y Medellín. La primera fue
por mucho tiempo el asiento de las autoridades civiles y eclesiásticas, y por
lo mismo atraía la actividad como centro oficial; Rionegro y Marinilla por su
suave clima eran, sin duda, centros preferidos por la raza blanca no mezclada,
y Medellín, de más reciente fundación, era una término medio como clima,
de suelo más benigno y feraz, y punto más central de todo el Departamento.
Imagino que fue centro de reunión de una colonia de gentes de sangre más
mezclada con la indígena, más mercaderes de profesión, y de costumbres
Aportes a la construcción del país. Selección de pensadores antioqueños
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