Land Reform in Developing Countries: Property Rights and Property Wrongs, por Michael Lipton, Londres: Routledge, 2009 - Núm. 16-1, Enero 2014 - Estudios Socio-Jurídicos - Libros y Revistas - VLEX 492730755

Land Reform in Developing Countries: Property Rights and Property Wrongs, por Michael Lipton, Londres: Routledge, 2009

AutorAlbert Berry
CargoProfesor emérito de Economía de la Universidad de Toronto
Páginas341-358

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Entre los expertos del desarrollo económico es común la opinión de que un sistema agrario equitativo compuesto de fincas familiares pequeñas es la mejor plataforma de despegue que un país puede tener para lograr un crecimiento rápido y equitativo. Frecuentemente se cita como ejemplo a Taiwán y su temprana reforma de la posguerra con respecto a la propiedad de la tierra. Sin embargo, siempre ha existido una brecha enorme entre el conocimiento de los expertos y las acciones de los políticos y de otros actores influyentes. Desde hace mucho tiempo la relación inversa (RI) entre el tamaño de la finca y la productividad de la tierra ha sido un elemento clave en el argumento de que tal distribución de la tierra puede ser equitativa (a corto y a largo plazo)1 y a la vez promotora del crecimiento. Hace

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varias décadas este se convirtió en uno de los llamados hechos estilizados del desarrollo, es decir, hechos por lo general aceptados entre los expertos y puestos en duda por pocos, con frecuencia con base en argumentos débiles. No obstante, entre estos hechos el de la distribución de la tierra es probablemente el que menos ha hecho parte del proceso político. Detrás de la brecha entre el nivel de conocimientos y su implementación hay una historia larga y frustrante. En cuanto a conocimientos se refiere, el libro de Michael Lipton Land Reform in Developing Countries: Property Rights and Property Wrongs es el resumen más reciente y por mucho el más completo en cuanto a en dónde nos hallamos y hacia dónde debemos encaminarnos. Por decir lo menos, este es un libro importante. Es el primer resumen, en muchos años, comprensivo y actualizado sobre los problemas relacionados con la reforma de la propiedad de la tierra en los países en desarrollo. En mi opinión constituye uno de los libros más importantes que se ha escrito sobre la agricultura de esos países. Esta conclusión la baso por igual en la extraordinaria amplitud de su cobertura y en la profundidad de su análisis, en lo oportuno de su publicación, como en lo crucial que es la reforma de la propiedad de la tierra para la reducción de la pobreza y de la inequidad (y para la salud de la sociedad de muchos países) y en la urgente necesidad de esgrimir argumentos contundentes en la lucha contra los opositores de esta reforma. En muchos círculos de política generalmente se cree que si la reforma de la propiedad de la tierra fue alguna vez un aspecto importante de la política en los países en desarrollo, ya ese no es el caso, que tal reforma es algo que no está ocurriendo y que no es necesario que ocurra. De acuerdo con este punto de vista, las ventajas de las operaciones de gran tamaño y sus correspondientes economías de escala han suplantado los méritos que los agricultores pequeños puedan haber tenido alguna vez en el mundo industrial y en el mundo en desarrollo. Para ver tales creencias reforzadas solo se necesita mirar algunos artículos recientes como el de la revista TheEconomist (agosto 26 de 2010) en el cual se presenta un resumen elogioso de lo que la agricultura de gran escala ha logrado en la región de Cerrado del Brasil y su aserción de que "como casi cualquier país agrícola grande, el Brasil está dividido entre las operaciones productivas gigantes y las fincas de aficionados".2 Desde hace muchos años hemos necesitado un

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fuerte correctivo para puntos de vista semejantes que son, con frecuencia, seriamente prejuiciados y erróneos. Este libro provee tal correctivo. Es lec-tura esencial para quien esté involucrado en cualquier etapa de la reforma de la propiedad de la tierra y para quien esté sopesando con mente abierta (y que entienda algo de microeconomía) las ventajas y desventajas de tal reforma.

El libro empieza (capítulos 1 y 2) con un examen exhaustivo de los objetivos de la reforma de la propiedad de la tierra y de las consideraciones económicas más generales que la rodean, incluyendo la relación inversa y la conexión entre la estructura de tamaños y la Revolución Verde y otros aspectos de la dinámica agrícola. Estas discusiones de trasfondo preparan el escenario para el examen de las reformas agrarias y de los sistemas de tenencia de la tierra y la manera como ambos están interrelacionados (capítulos 3 y 4). El capítulo 5, "El Lamentable desvío: la colectivización, la des-colectivización", trata en detalle la triste y trágica distorsión de la transformación en la tenencia de la tierra emprendida en la Unión Soviética y en otras partes del mundo comunista. Posteriormente se le da una ojeada a la "nueva ola en la reforma de la tenencia de la tierra" (capítulo 6) y por último hay una estocada a fondo contra quienes dudan de la continuada importancia de tal reforma (Capítulo 7, "La presunta muerte de la reforma de la tenencia de la tierra").

En los países de bajos ingresos la economía agrícola y la pequeña finca tradicional pueden ser organismos complicados y el sólido entendimiento de ambos es un requisito esencial para un análisis adecuado de la reforma de la tenencia de la tierra. El profesor Lipton ya ha hecho contribuciones importantes con respecto al estudio de la agricultura en los países en desarrollo con su análisis sobre la racionalidad del campesino y la naturaleza y las causas de la aversión campesina al riesgo (Lipton, 1968); sobre la tendencia omnipresente en las políticas públicas a favor de las áreas urbanas y en contra de las áreas rurales (Lipton, 1977) y sobre el gran papel que han

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desempeñado las nuevas semillas mejoradas en sacar de la pobreza a los agricultores pequeños y otros grupos (Lipton, 1989). Estas contribuciones involucran tres de los temas de desarrollo más importantes de los últimos cincuenta años. La reforma a la tenencia de la tierra (rtt) es el cuarto tema y el que en años recientes ha necesitado de la mayor atención. Esta hazaña académica no podría haberse logrado por comité sino por una persona que le ha dedicado años de esfuerzo a la tarea, tal como lo ha hecho el profesor Lipton.

Es de esperarse que un término de tan larga historia como el de 'reforma de la tenencia de la tierra' tenga una variedad de categorías y significados. De acuerdo a la definición de Lipton la Reforma Clásica de la Tenencia de la Tierra (rctt) (p. 127) se refiere a la transferencia desde los propietarios con propiedades iniciales mayores que un máximo hacia los propietarios con propiedades menores que un mínimo específico y con varias formas y grados de compensación posibles para los antiguos propietarios.3 La mayoría de los debates históricos se han dado alrededor de los efectos económicos, sociales y políticos de este tipo de reforma. Con frecuencia este tipo de reforma se ha abrazado con el objetivo de remediar las injusticias sociales y las inequidades económicas que estas conllevan. Estos objetivos sin duda son meritorios en muchas situaciones y de por sí son una razón adecuada para llevar a cabo reformas a la tenencia de la tierra.4 Sus efectos económicos siempre han sido más contenciosos: ¿Resultarán estas reformas en una producción agrícola menor?, ¿disminuirán el crecimiento de la misma con el tiempo? ¿Serán perjudiciales para el medio ambiente?

La ri ha sido un argumento económico clave de los proponentes de la reforma desde cuando John Stuart Mill hizo su análisis sobre los efectos de la tenencia de la tierra en Irlanda. El debate se revivió en el siglo xx con la evidencia de los Indian Farm Management Surveys de la década de los cincuenta y del Inter-American CommitteeforAgriculturalDevelopment sobre varios países latinoamericanos que "inspiró a dos generaciones de refor-

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mistas que tenían conciencia de la productividad" (p. 66) y que incluían economistas liberales y algunos economistas marxistas. En 1966, cuando la Conferencia Mundial sobre la Reforma de la Tenencia de la Tierra de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura tuvo lugar, ya existía un consenso acerca de la importancia de las ri. Un artículo de política del Banco Mundial (World Bank, 1975) recomendaba una rtt con base en límites superiores de las propiedades, consciente de la productividad y sin expropiación, aduciendo evidencia de la RI.

Si esta relación inversa existe y si es principalmente una relación causal (que no se debe a otros factores determinantes del tamaño de la finca y de la productividad de la tierra, tales como la calidad de la tierra o la disponibilidad de agua), entonces la rtt podría lograrse sin gran esfuerzo ya que no habría necesidad de hacer un compromiso entre la justicia social y el desempeño económico. Los supuestos beneficios de la rtt se deben en parte a sus efectos directos (el aumento de los ingresos de la gente pobre que entonces tiene acceso a más tierra) y en parte a impactos indirectos (desequilibrio general) tales como el aumento en los salarios rurales y urbanos que sería la consecuencia del aumento general en la productividad marginal de mucha gente de ingresos bajos y de la mayor demanda total de mano de obra (incluyendo la propia), consecuencia de una reforma que resulta en la adopción de tecnologías que tienden a ser intensivas en mano de obra.

Lipton examina cuidadosamente no solo la evidencia que afecta la existencia y causalidad de la RI (incluyendo el tamaño de la finca y la productividad de la tierra), sino que averigua también si esta relación se debilita con el tiempo, con el desarrollo, con la llegada de nuevas variedades (tales como las que definieron la Revolución Verde), con la globalización o con cualquier otra cosa que haya ocurrido en el...

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