Editorial - Núm. 8, Enero 2016 - Revista Estudiantes de Ciencia Política - Libros y Revistas - VLEX 744078717

Editorial

AutorYuliana Rodríguez Restrepo
Páginas7-8
7
Revista de Estudiantes de Ciencia Política
N.o 8. Medellín, enero-junio de 2016
ISSN 2339-3211
Sin lugar a duda, la premisa según la cual el hombre es por naturaleza un
‘zoon politikón’ es una de las más famosas e importantes del pensamiento
político; una que, con frecuencia, ha sido objeto de ambigüedad, cuando no de
una reducción interpretativa que ha llevado a pensar la naturaleza política del
ser humano exclusivamente desde su inclinación a vivir en sociedad.
Cuando Aristóteles dene al hombre como un animal político por naturaleza,
en efecto, e inicialmente, se está reriendo a la predisposición que este tiene,
por instinto y necesidad, hacia la sociabilidad, es decir, hacia el trato, relación
y agrupación con otras personas; sin embargo, si se redujera a esta instancia,
a lo sumo podría armarse que el ser humano es un zoon koinonikón (animal
social) y, en este sentido, no se diferenciaría de otros animales gregarios, como
las abejas o los gorilas. Por eso, para el lósofo estagirita, lo que hace al hombre
un ser social —más que cualquier otro—, pero sobre todo un ser político, es
evidente: el hombre es el único animal que tiene lógos (palabra o discurso)1,
a través del cual puede expresar el sentido de lo justo y lo injusto, de lo con-
veniente y lo inconveniente; sentidos que, de ser compartidos, constituyen y
soportan la polis.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede decir que la comunicación no solo
es tan antigua como la política, sino que, además, es consustancial a ella. No
hay proceso de toma de decisiones, de legitimación o ejercicio del poder que
no implique un intercambio de discursos entre los diferentes actores con el
n de movilizar apoyos y hacer prevalecer una denición de la situación que
contribuya a la solución de un problema o que favorezca determinados inte-
reses. Así como no hay candidato, gobernante o movimiento social que no se
pregunte cómo hacer que dichos discursos sean más efectivos, pues —siguiendo
1 Aunque el término lógos ha sido entendido, principalmente, como ‘razón’, se opta por comprenderlo,
en primer lugar, como ‘palabra’, pues la expresión griega ζώον λόγον ἔχον (zoon logón échon) signica
literalmente ‘animal que tiene palabra’; además, dicha expresión aparece cuando Aristóteles está
señalando aquello que diferencia al hombre de otros animales gregarios y lo que a continuación opone
al lógos es la voz (φωνή), que el hombre posee en común con ellos, pero que solo puede expresar el
dolor o el placer. Y, en segundo lugar, se elige entenderlo, especícamente, como ‘discurso’, ya que
no se trata de ‘palabra’ en cuanto a la mera facultad de hablar, sino de hacerlo razonadamente con un
n determinado.
Revista Estudiantes Ciencia Politica 8 ver 4.indd 7 15/01/2018 3:29:54 p. m.

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