La educación superior desde la perspectiva de las políticas públicas en Colombia - Núm. 11, Noviembre 2009 - Ambiente Jurídico - Libros y Revistas - VLEX 216624541

La educación superior desde la perspectiva de las políticas públicas en Colombia

AutorJuan Carlos Yepes Ocampo
CargoMagíster en Educación, Universidad Javeriana. Especialista en Educación, Universidad del Bosque. Candidato a Doctor en Estudios Políticos de la Universidad Externado de Colombia. Exdecano Facultad de Artes y Humanidades, Universidad de Caldas. Exdirector Departamento de Estudios Educativos
Páginas277-292

Page 277

(Recibido: Enero 26 de 2009. Aprobado: Marzo 20 de 2009)

Contexto, problemática, hipótesis

El problema de investigación se plantea a través de la formulación de una pregunta principal y unos interrogantes derivados que orientarán el proceso de indagación: ¿La educación superior en Colombia ha sido asumida por los distintos gobiernos, por los académicos y por los diferentes actores sociales como una política pública sectorial resultante de procesos consensuados con la sociedad civil?

Interrogantes derivados: ¿Constituyen las acciones de gobierno sobre la Educación Superior en los últimos cuatro lustros un conjunto de propuestas que alcanzan la categoría y estatus de Política Pública?

¿A través de qué tipo de procesos sociales, políticos o administrativos se toman las decisiones que constituyen las políticas públicas para la educación superior en Colombia?

¿Cuál o cuáles han sido los modelos adoptados para la construcción de políticas públicas en educación superior en Colombia? (sistémico, de teoría de grupos, de implementación, incremental, elitista, otro).

¿Cuáles han sido las reformas que se han registrado en el sector terciario de la educación colombiana como resultado de las nuevas dinámicas internacionales, la intervención oficial estatal y la intervención privada durante los últimos veinte años y a qué tipo de intereses buscan responder?

Estos interrogantes hacen parte de la preocupación por uno de los niveles educativos que, como ninguno otro, está llamado a responderle a la sociedad por sus expectativas e intereses dentro de lo que se haPage 278denominado el espacio de lo público1, un escenario donde se tejen intereses de diversa naturaleza y se busca privilegiar el bien común para alcanzar mejores niveles de desarrollo económico y social. Antes de la Carta Política de 1991, el sector educativo en general y la educación superior en particular, venían asistiendo a una dinámica evolutiva que si bien apuntaba como propósito al desarrollo nacional, no conocía de fundamentos constitucionales que le dieran piso de legalidad y legitimidad a los planes y programas sectoriales de educación, para que fueran construidos mediante mecanismos democráticos y participativos, de tal forma que las aspiraciones de los colombianos respecto a una educación incluyente y de calidad, se materializaran en beneficio del desarrollo económico y social fortaleciendo de paso el sistema democrático.

En este afán por develar las formas en que la educación superior puede contribuir al desarrollo de un país, cabe destacar que si bien es cierto dentro de la historia reciente de los estudios sobre educación superior en América Latina se han hecho esfuerzos importantes2, reflejados en varios trabajos de académicos e investigadores de la subregión, todavía resta mucho camino por recorrer en el propósito de construirPage 279las bases para generar Políticas Públicas dirigidas al nivel terciario de la educación.

En la iniciativa del Ministerio de Educación denominada "Educación, Visión 2019, propuesta para discusión"3 se hace evidente un claro propósito de transitar hacia la creación y consolidación de un Plan Indicativo del sector educativo que quizás pueda llegar a constituirse en Política Pública de Estado. En otras palabras, la propuesta aspira concebirse como un plan que señala camino a seguir, pero que de ninguna manera se puede asumir como una verdadera política pública toda vez que si bien se convierte en un gran esfuerzo por delinear acciones por parte de los gobiernos durante los próximos diez años, no cuenta con los rasgos característicos de lo que integra una Política Pública4, en el sentido de materializar todo lo que una sociedad construye en sus representaciones para actuar sobre las distintas realidades. En una política pública se plasma la cosmovision de toda una sociedad en relación con una parte importante de su devenir, en este caso, en relación con el sector educativo del nivel terciario. Hasta el momento, hemos asistido a iniciativas de algunos gobiernos que se dirigen a crear políticas en diferentes campos de la educación terciaria, pero no orientadas en sentido estricto a la generación de política pública en educación superior; un claro ejemplo de ello lo constituyó la formulación de una política de flexibilidad curricular5 en Colombia propuesta en 2002 para incorporar aspectos relacionados con procesos formativos, administración del currículo, sistema de créditos, criterios pedagógicos y rediseño de programas académicos, entre otros, que buscaban adecuar las condiciones de calidad de la educación superior colombiana a las tendencias mundiales sobre la materia.

Page 280

Si bien el estudio cuidadoso y profundo de la educación terciaria en Colombia, desde la perspectiva del origen de las P.P. (Políticas Públicas) para el sector, se convierte en una tarea bastante compleja, aun más cuando en la actualidad se encuentra ante el dilema Estado-Sociedad6 y sufre fuertes influencias e inclusive determinaciones por parte de la economía, es fundamental abocar trabajo académico que permita dilucidar la trama de relaciones que se teje alrededor de tan importante sector para la vida del país. Parte de esa urdimbre tiene que ver con las tendencias homogeneizantes de los sistemas educativos en el mundo y con la necesidad de respuesta al fenómeno de la globalización que amenaza con la desaparición de fronteras y la conversión de la educación superior en un bien transable7.

Las presiones nacionales circunscritas dentro de las demandas internacionales hacen que a la educación superior se le estén exigiendo en la actualidad procesos de accountability, es decir, de rendición de cuentas sobre el cumplimiento de su misión, el mejoramiento del capital social8 y la capacidad de respuesta para que las comunidades puedan afrontar los retos del mundo contemporáneo. Pero este fenómeno relacionadoPage 281con la presión que se ejerce sobre las universidades no es precisamente característico de la historia reciente de Colombia, una muestra de ello lo constituye la reclamación que en 1954 hiciera el Ministro de Educación9 al pedir a cada universidad que manifestase cuál era el sentido lato y neto de su función, para crear conciencia sobre los problemas del país y formar personas capaces de liderar procesos de mejoramiento.

La "Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción" incluyó muchos elementos relacionados con la función de la universidad especialmente en lo atinente a su pertinencia, entendida como la capacidad para adecuar lo que la sociedad10 espera de las instituciones y lo que éstas hacen. En efecto, son múltiples las fuentes de exigencia que reclaman de la universidad un mejor papel acorde con las circunstancias del mundo moderno, en el cual la sociedad del conocimiento y la información vienen arraigando nuevas formas de concebir y actuar sobre la realidad circundante. Una nueva racionalidad se asienta en los escenarios de la educación superior y se encuentra fuertemente arraigada a la globalización y su administración neoliberal11 la cual, desde lógicas economicistas y de carácter eminentemente fiscalista, pretende darle a la educación un carácter mercantil desconociendo que las universidades no son empresas sino espacios para la generación, difusión y aplicación del conocimiento en procura del perfeccionamiento de la vida12.

Durante las dos décadas comprendidas entre 1987 y 2006, hemos asistido a un escenario educativo del nivel terciario caracterizado por la influencia decisiva de organismos de la banca multilateral, especialmente del Banco Mundial que, teniendo en cuenta intereses del FMI y la OMC,Page 282ha venido liderando procesos de reforma a las estructuras de la educación superior en América Latina y el Caribe tratando de demostrar que el interés público en la educación superior es menor que el de la educación primaria debido a que sus tasas de retorno social son menores13. Para el caso colombiano, los planes decenales departamentales14 de educación contaron con la financiación del BM incluyendo en ellos gran cantidad de elementos relacionados con la asunción de la educación exclusivamente como un servicio, no como un derecho, y jalonando principalmente procesos educativos orientados al trabajo a través de la estrategia del adiestramiento en competencias laborales, además de incluir elementos relacionados con un afán desmedido por subordinar la educación a los intereses económicos del sector productivo, para lo cual la influencia del sector privado15 ha sido bastante grande.

En virtud de lo anterior, la hipótesis que someteré a procesos de verificación se formula a partir del siguiente enunciado: La educación superior en Colombia no ha sido objeto de una política pública sectorial consensuada en la sociedad civil, ha sido otro tipo de intereses el que ha dado origen a dicha política por cuanto no ha ocupado lugar preponderante y estratégico para el desarrollo del país ni se ha logrado consolidar como una opción clara para el progreso nacional. Los gobiernos de las últimas dos décadas le han otorgado importancia episódica, lo cual no ha permitido su posicionamiento como fuente de superación de las condiciones de atraso y subdesarrollo para que se constituya en una verdadera alternativa de transformación y mejoramiento de la sociedad.

Page 283

Ejes de investigación

Para efectos de lograr dilucidar la existencia o no de rasgos que permitan identificar la presencia de uno u otro modelo de políticas públicas en educación superior en Colombia, con el propósito de revisar el origen de las reformas educativas del nivel superior durante el periodo señalado para el estudio, y ante la necesidad de detectar el tipo de actores que se han constituido en protagonistas del trazado de ruta para la educación terciaria en el país, será necesario...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR