¿Es Sade nuestro semejante? El goce transgresor, como imperativo y como escándalo
Autor | Juan Antonio González de Requena Farré |
Cargo | Licenciado en Filosofía y letras, Magíster en Ciencias Sociales, Magíster en Ciencias del lenguaje y linguistica. Doctor en Filosofía de la Universidad Complútense de Madrid |
Páginas | 9-26 |
1 Licenciado en Filosofía y letras, Magíster en Ciencias Sociales, Magíster en Ciencias del lenguaje y linguis-
tica. Doctor en Filosofía de la Universidad Complútense de Madrid. Docente Universidad Austral de Chile.
jgonzalez@spm.uach.cl
Recibido: 21 de junio de 2016 Aceptado: 11 de agosto de 2016
RESUMEN
-
tratado en las obras de Sade, con el propósito último de discutir en qué medida la sociedad con-
sus obras y, por otra parte, las muy variopintas interpretaciones de la escritura de Sade. Aunque
frecuentemente se ha querido reconocer la modernidad de Sade a través de su apuesta incondicional
por el deseo desenfrenado, el imperativo del goce y la transgresión, en este trabajo argumentamos
que la contemporaneidad de la obra sadiana radica en su ambivalente sintonía con nuestra cultura
del escándalo.
Palabras clave: Imperativo del goce, Cultura del escándalo, Pasiones, Modernidad
ABSTRACT
This article intends to carry out a philosophical systematization of the libertine universe portrayed
very multifarious interpretations of Sade’s writing. Although Sade’s modernity has frequently been
acknowledged through his unconditional commitment to unrestrained desire, the imperative of en-
joyment and transgression, in this work we argue that the contemporaneity of the Sadian work lies
Keywords: Imperative of enjoyment, Culture of scandal, Passions, Modernity.
Revista amauta • univeRsidad del atlántico • BaRRanquilla (col.) • issn 1794-5658 • no. 29 • ene-Jun 2017 • 9-26
¿Es Sade nuestro semejante? El goce transgresor,
como imperativo y como escándalo
Is Sade our fellow man? The transgressive enjoyment,
as imperative and as a scandal
Juan Antonio González de Requena Farré1
Universidad Austral de Chile
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¿Es Sade nuestro semejante? El goce transgresor, como imperativo y como escándalo
Revista amauta • univeRsidad del atlántico • BaRRanquilla (col.) • issn 1794-5658 • no. 29 • ene-Jun 2017 • 9-26
Donatien Alphonse François de Sade,
más conocido como el marqués de
Sade, permaneció gran parte de su
vida en las mazmorras del Antiguo
Régimen de la Francia revolucionaria
y del régimen napoleónico. En Sade,
librepensador de salón y, por otra
parte, el libertino carnal o el licencioso
cortesano. Por eso, el universo
sadiano generó la reprobación tanto
del aparato ideológico eclesiástico
del Antiguo Régimen (que censuraba
al librepensador) como de la moral
burguesa y popular (que cuestionaba
al aristócrata crápula). Su obra no
solo fue condenada por la Iglesia,
que la incluyó en el Index librorum
prohibitorum (esto es, en el índice
de las obras prohibidas); también
el poder imperial de Napoleón la
consideró el producto abominable de
una imaginación depravada. Como
colofón, la ciencia psiquiátrica de
el apellido del marqués, al utilizarlo
para designar cierto tipo de conducta
lo anormal cercado por la ciencia
del psiquismo, la denominación del
sadismo recubrió de ignominia el
un tipo de perversión y un trastorno
de la personalidad particularmente
malignos. La repulsa ante la obra
poder imperial decimonónico, ya
que el progresismo contemporáneo
también ha denunciado la perversidad
psicopatológica del marqués, cuya
obra consagraría la desigualdad
la dominación masculina y, por
de cualquier vestigio de humanidad
Por si fuera poco, la obra de Sade lleva
esbozo de teorización eidética es solo
un momento o interrupción pasajera de
libertina, así como de la repetición
material de los gestos perversos; no es
novela didáctica o de formación, pues
asistimos al hundimiento moral de los
protagonistas, a la impugnación de
toda norma humana concebible y a la
recreación escandalosa en el crimen
perverso; no es novela erótica, pues en
el universo sadiano no hay lugar para
la seducción ni tampoco para el amor;
no es pornografía, pues la elaboración
y los discursos retóricos de los libertinos
suspenden continuamente la coreografía
orgiástica. Ciertamente, la obra sadiana
inspiró a toda una tradición moderna
de escritores malditos (románticos y
decadentistas), y las vanguardias estéticas
crítica literaria y el pensamiento
estructuralista de los años 60 trataron
de descifrar el enigma de la escritura
sadiana y los laberintos de su
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