El estudiante de derecho como actor social maría te resa carreño bustamante - Núm. 8, Noviembre 2006 - Ambiente Jurídico - Libros y Revistas - VLEX 216644425

El estudiante de derecho como actor social maría te resa carreño bustamante

AutorMaría Teresa Carreño Bustamante
Páginas1-17

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Desarrollo de la temática
Supuesto

La teoría jurídica que subyace a una organización social influye en la caracterización del sujeto como ente de derechos y obligaciones y por ende direcciona los actos que éste desarrolla en el ámbito social. Desde la teoría crítica de Habermas, al desarrollo del conocimiento en cualquier momento de la historia, le subyace un interés quePage 3 puede ser técnico, práctico o emancipatorio. En nuestro caso, en esa relación de conocimiento jurídico e interés se forma un estudiante del que se espera participe dentro de la sociedad. Los niveles de participación serán distintos de acuerdo a la relación, y se supone que será un verdadero constructor de sociedad, autónomo y activo aquel sujeto que recibe una formación acompañada de un interés emancipatorio.

Ubicación del Derecho dentro de la teoría crítica

El desarrollo de las ciencias sociales, entre las cuales se ubica la jurídica, ha estado asociado a los criterios de validez y cientificidad en los que se sustenta la explicación de los hechos, hasta tal punto que la definición de Ciencia estuvo dada por su capacidad de probar mediante experimentación ciertas afirmaciones o explicaciones de la realidad: la ciencia era válida en cuanto era capaz de probar. Esta concepción predominó fundamentalmente para las ciencias naturales, dado que en este campo del conocimiento se hicieron los desarrollos iniciales, pero luego se extendió a las ciencias sociales, convirtiéndose en el paradigma dominante, ejemplo de ello para la ciencia jurídica lo constituye la concepción del derecho penal dentro de los “supuestos epistemológicos de las ciencias causales, al pensar que el delito es un comportamiento determinado por factores biológicos (Lombroso y Garófalo)”1

Las formas de pensamiento sobre la explicación científica: explicar y comprender, se convierten en el escenario donde se debate la fundamentación de las ciencias del comportamiento humano. La discusión giró en torno a la explicación causal vs. explicación teleológica o, como algunos autores han señalado,2 la diferencia entre el Explicar y el Comprender la realidad social, que si bien se dirigieron a entender la diferencia entre las ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu, influenciaron y lo siguen haciendo, las ciencias sociales, entre ellas, la teoría jurídica.

La corriente positivista se instaura con su monismo metodológico y el canon de las ciencias naturales o exactas, frente al que se confrontaba el grado de desarrollo de las demásPage 4 ciencias.3 Allí, la homogeneidad del método científico constituía la única forma permitida para construir conocimiento, en tanto una proposición o enunciado tenía sentido si era verificable en la experiencia y, dado que el principal énfasis lo constituía la predicción de los fenómenos, era necesario “cosificar” y reducir a objeto todo, incluso a los seres humanos, para alcanzar la objetividad como mecanismo mediante el cual se lograba separar el interés del investigador frente a la situación estudiada; de esta forma, los conceptos “absolutos” sobre ciencia, verdad y método constituían la validez teórica en las ciencias sociales y por lo tanto en la jurídica.

Es en el siglo XIX cuando el estudio del hombre como ser humano y social cobra importancia, lo cual plantea una crisis al paradigma vigente, en tanto los desarrollos alcanzados no ofrecían suficiente argumentación y comprensión del comportamiento humano y sus relaciones en los diferentes ámbitos de acción. Esta situación condujo al planteamiento de un nuevo enfoque que otorga contenido y significado a la acción humana, que reconoce que el desarrollo humano presenta transformaciones acordes con el contexto histórico, económico, político, social y cultural que lo rodea y la construcción de conocimiento debe partir de una perspectiva amplia, poco “dogmática”, sobre los hechos que acontecen, de tal forma que se avance en la interpretación de los fenómenos sociales, y con base en ellas, se pueda aportar al progreso de la humanidad a partir de la práctica transformadora que puedan generar los sujetos preparados para ello.

En la perspectiva de Habermas, el conocimiento se presenta de distintas maneras, a las que les subyace un interés determinado que guía su construcción, en el entendido de que el conocimiento es parte de la naturaleza humana y está profundamente enraizado en ella; “---se originan en la estructura de intereses de una especie ligada de raíz a determinados medios de socialización: al trabajo, al lenguaje y a la dominación4. La especie humana asegura su existencia en sistemas de trabajo social y de autoafirmación violenta frente a laPage 5 naturaleza; por medio de una convivencia ligada a la tradición, la cual se desarrolla en la comunicación en el medio del lenguaje ordinario y finalmente, mediante identidades del yo, que en cada etapa de la individuación vuelven a consolidar la conciencia del individuo en su relación con las normas del grupo. Así, los intereses rectores del conocimiento van ligados a las funciones de un yo que se adapta por medio de procesos de aprendizaje a las condiciones externas de su vida, que se introduce por medio de procesos de formación en el contexto comunicativo de su mundo social de la vida, y que construye una identidad en medio de un conflicto entre los movimientos de las pulsiones y las coacciones sociales”.5

En la primera relación (trabajo) se ubican las ciencias empírico-analíticas, que comprenden las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales en la medida en que su finalidad es producir un conocimiento nomológico. El interés técnico proviene de la discusión que Habermas plantea sobre Marx, quien conserva de Kant la existencia de un marco de referencia en el que el sujeto da forma al material con el que se encuentra a través de la autoconciencia que media la relación del sujeto con el objeto; pero en la versión materialista no es una relación a través de un yo trascendental sino que emerge de la relación del sujeto con el trabajo social, evidenciada en una relación metabólica con la naturaleza en la que el hombre se transforma y a la vez genera cambios en la naturaleza; allí se concentra la acción que lleva al interés técnico: “Este sistema de acción liga nuestro conocimiento de la naturaleza con necesidad trascendental, al interés por un posible control técnico de los procesos naturales.”6

En las ciencias empírico-analíticas se pueden producir creencias reconocidas intersubjetivamente, cuando lo que interesa es confirmar creencias y no problematizarlas y este es un criterio que explica el sentido de validez de las creencias; de esta manera son válidas mientras no fracasen las acciones en las que se fundamentan; pero si las accionesPage 6 fracasan, la creencia se pone en duda y se inicia una búsqueda de otras que fundamenten la conducta.

Este proceso se hace viable a través de la investigación sistemática en la que se aísla el proceso de aprendizaje de la praxis cotidiana de los sujetos; la acción se evidencia en la experimentación y en los métodos que den cuenta de la búsqueda teórica que se pretende y, por último, se sistematiza el conocimiento y para ello se integran el mayor número de hipótesis universales en conexiones teóricas simples.

Las ciencias empírico-analíticas sustentan, entonces, el conocimiento de la realidad en la predicción y explicación de los hechos bajo una relación causal, en donde predomina un interés técnico de dominio y control de las diversas situaciones que acontecen. La teoría responde a criterios de objetividad del conocimiento, validez del método y la lógica formal como garantía de un procedimiento correcto. Bajo esta concepción de ciencia, los objetos de estudio los constituyen aquellos fenómenos susceptibles de ser observables, medibles, con los cuales se hace análisis y control experimental.

Dentro del anterior análisis y extrapolando la ciencia jurídica como parte de las ciencias sociales, se puede decir, en gracia de discusión, que la ciencia jurídica encuentra un espacio de desarrollo en este enfoque empírico-analítico cuando se presenta en su postura dogmática, la cual pretende presentarlo como...

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