El hombre normal - Artículos de Baldomero Sanín Cano en la revista Hispania - Años de vértigo. Baldomero Sanín Cano y la revista Hispania (1912-1916) - Libros y Revistas - VLEX 857284193

El hombre normal

AutorRafael Rubiano Muñoz/Juan Guillermo Gómez García/Baldomero Sanín Cano
Cargo del AutorSociólogo y magíster en Ciencia política de la Universidad de Antioquia/Abogado de la Universidad Externado de Colombia con estudios de filosofía en la Universidad Nacional de Colombia/Autor
Páginas159-162
159
EL HOMBRE NORMAL
Revista Hispania, n.º 9, Londres, 1 de septiembre de 1912,
pp. 282-283.
la pRensa Inglesa de los dos lados del Atlántico ha discutido
larga e intencionadamente la posición del Estado en frente de las
cuestiones delicadísimas suscitadas últimamente por los apóstoles
de la eugenesia. Esta polvareda ha puesto en la luz de la rampa a
dos personajes de quienes el público poco se preocupa en las épocas
de tranquilidad y bonanza. El hombre normal no es un personaje
atractivo para los lectores fagedénicos de novelas insulsas. El hom-
bre promedial es una abstracción a que se acercan con mediocre
interés de tarde en tarde los estadistas o los encargados de levantar
el censo. El average man no es una figura idealizable. El hombre
normal lleva una existencia sin altibajos, es superior a las sospe-
chas, lo calumnian apenas y no le suministra alimento ninguno a
la chismografía del barrio. Literariamente son entes inexplotables
el uno y el otro. La literatura romántica puso en boga los tipos ex-
celsos de virtud, amenazados de continuo por un hombre perverso,
tan ideal y tan falso en definitiva como una víctima perdurable.
La novela naturalista introdujo en la literatura la preocupación
de estudiar al individuo deformado por herencias morbosas, y
esta preocupación, convertida en idea fija, vino a ser la señal de
disolución para un género literario nacido bello y rozagante en las
postrimerías del segundo imperio. La diferencia capital entre el
hombre normal y el hombre del promedio estriba principalmente
en las simpatías de que el uno es objeto y en el odio tenaz que al

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