INMOBILIARIO Y CONSTRUCCIÓN
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Industria Legal
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Juan Manuel González
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Los Planes de Ordenamiento
Territorial, POT, constituyen la norma
fundamental para el ordenamiento de los
territorios en Colombia y son la base de
toda la actuación pública y privada en esta
materia. El país necesitaba hacer ajustes
a su contenido, procedimiento de
formación y reglas de implementación,
que recientemente fueron incorporados
por el Decreto 1232 de 2020, que
complementa lo reglamentado por el
Decreto 1077 de 2015 respecto a la Ley
388 de 1997.
En resumen, los aspectos centrales de
esta reglamentación son los siguientes:
Primero: la norma da cumplimiento al viejo
sueño de los actores del desarrollo
urbano, cual es imprimirle a los planes de
ordenamiento territorial una dimensión
eminentemente técnica y no ideológica. La
adecuada definición de los tratamientos
urbanísticos y sobre todo la indicación
clara de los contenidos que deben tener
tanto el diagnóstico, como la formulación
del POT, señalan con toda claridad que
las decisiones que se tomen en el
territorio deben obedecer a estudios serios
y profundos, pero sobre todo
técnicamente soportados, de manera que
se alejen de la posición política o
ideológica del gobernante de turno; o peor
aún, de intereses particulares. Segundo:
la coordinación armónica de los
instrumentos de la actuación en los
municipios. A través de sus programas de
ejecución, los POT serán el fundamento
para los planes de desarrollo y los planes
de inversión de los respectivos alcaldes,
de tal manera que la formulación de estas
herramientas no controvierta el Plan,
como muchas veces sucede.
Tercero: las dimensiones plasmadas en la
formulación de los POT incluyen aspectos
ambientales, económicos, funcionales, culturales
e institucionales. Cuarto: un adecuado orden del
procedimiento para la expedición de los POT que
permite resolver enormes problemas de
interpretación en los municipios colombianos
respecto de documentos que debían ser objeto
de concertación ambiental. En la nueva
reglamentación, se establecen con claridad las
etapas del procedimiento y sus contenidos, de tal
manera que los funcionarios encargados de tan
importante labor tendrán una mayor seguridad
jurídica. Solo así, los POT pueden convertirse en
una verdadera herramienta de ordenamiento del
territorio que de manera científica, sirva de base a
un eficaz desarrollo económico y social.
CONSTRUCCIÓN
Así quedó la nueva
reglamentación de los POT en
Colombia
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