El jefe productivo
Autor | Rigoberto Martínez Bermúdez |
Cargo del Autor | Administrador de Empresas, posgraduación en gestión de proyectos y profundización en temas gerenciales |
Páginas | 141-166 |
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Capítulo 6
El jefe productivo
“No puedes construir tu reputación hablando
sobre lo que vas a hacer”
(Henry Ford)
Los jefes tienen un doble papel: lograr los objetivos y
metas propios del equipo de trabajo que dirige y los
que tienen asignados en forma personal. Para alcanzar
los mejores resultados en ambos niveles de gestión
necesita una dosis importante de planeación y organi-
zación de su trabajo, debiendo considerar como punto
de partida la dirección sistémica de su labor y otros fac-
tores clave como la toma de decisiones, la delegación, la
tecnología, el conocimiento, y el cambio.
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C - R M B.
Ser productivo es una condición especial para el jefe, lo cual signi-
ca alcanzar los mejores resultados producto de su liderazgo y del
desempeño de sus subalternos, dentro de los mejores estándares
de eciencia -uso de recursos y ecacia -- cumplimento y logros
de objetivos y metas--. Eso supone la organización del trabajo, la
acertada toma de decisiones, el uso de la tecnología, entre otros
elementos clave.
6.1 El jefe organizado
Buena parte del tiempo laboral de los jefes se esfuma por la de-
ciente planeación del trabajo, el desorden, el cambio de agenda
permanente, el uso indebido de las modernas tecnologías de
información y comunicación, la asistencia a reuniones improduc-
tivas o innecesarias, el aplazamiento de las cosas.
En materia de organización del trabajo, el jefe puede llevar a cabo
actividades como:
• Manejar esquemas apropiados de planeación del trabajo, y ser
metódico en su ejecución.
• Ceñirse a los procesos y procedimientos con sus tiempos.
• Hacer todo lo posible por trabajar en un solo proyecto a la vez,
hasta terminarlo.
• Saber distinguir las actividades urgentes de las importantes,
y actuar en consonancia con el manejo adecuado de las dos
variables.
• Enfocarse en la orientación de áreas clave, donde una ejecu-
ción sobresaliente producirá excelentes logros.
• Obligarse a sí mismo a establecer prioridades y a respetar el
orden de ejecución de las decisiones.
• Ordenar su escritorio antes de marcharse de la ocina a des-
cansar y mantenerlo en el mayor orden posible, aplicando el
aforismo “un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar”.
• Manejar la agenda de trabajo con disciplina.
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