The business judgment rule en los Estados Unidos: una regla con dimensión procesal y fuerza sustantiva - Núm. 127, Julio 2013 - Revista Vniversitas - Libros y Revistas - VLEX 521690890

The business judgment rule en los Estados Unidos: una regla con dimensión procesal y fuerza sustantiva

AutorFelipe Suescún de Roa
CargoAbogado de la Universidad de los Andes con Especialización en Derecho Comercial de la misma universidad.
Páginas341-371

Page 344

Ver nota 1

Introducción

Los administradores de una compañía tienen la responsabilidad de supervisar los distintos aspectos y negocios relativos a la misma2,

para lo cual tienen que cumplir, principalmente, con tres deberes iduciarios o de conianza, a saber: debida diligencia, buena fe y lealtad3. Cuando una decisión de negocios no resulta adecuada para los intereses de los accionistas, estos pueden interponer una acción de responsabilidad contra los administradores de la misma por incumplir sus deberes iduciarios4. Generalmente, a través de este tipo de demandas los accionistas acusan a la junta directiva de haber adoptado decisiones que una persona prudente en circunstancias similares no hubiera tomado5. Sin embargo, siempre que se cumplan con ciertos requisitos, the Business Judgment Rule (en adelante BJR) protege a los administradores de no ser declarados responsables por las consecuencias que puedan ocasionar dichas decisiones.

Muchos abogados, incluso aquellos que no tienen ninguna relación con temas corporativos, probablemente han oído mencionar la BJR. No obstante lo anterior, a la gran mayoría de estos, incluso a algunos que son experimentados en dicho campo, les cuesta trabajo describirla como una regla y, en cambio, señalan que es un mecanismo para evitar que las cortes interieran en las decisiones de negocios adoptadas por los administradores de una compañía. Si bien dicha airmación es verdadera, no es menos cierto que se trata de un efecto de la aplicación de la BJR y no de la regla como tal.

En aras de despejar esa y otras dudas, este artículo en la primera parte describe, de manera general, la BJR en los Estados Unidos. En el segundo apartado se indican los efectos de no aplicar la BJR y se hace énfasis en el estándar de revisión que en ausencia de la BJR se aplica. Después se mencionan algunos requisitos adicionales que se han establecido para que aplique la BJR en casos relativos a fu-

Page 345

siones y adquisiciones (en adelante, por sus siglas en inglés, M&A). Posteriormente se hace alusión brevemente al requisito de la buena fe y a las diferencias entre la BJR y el deber de diligencia. Adicionalmente, se señalan distintas teorías que justiican la adopción de dicha regla, al igual que algunas de las críticas respecto de la misma. El artículo continúa haciendo una breve descripción de distintos casos relacionados con la aplicación de la regla a administradores de bancos. Finalmente, termina concluyendo que no obstante la

BJR no ha sido adoptada en muchos países del derecho europeo continental, un gran número de criterios utilizados por las cortes de los Estados Unidos en relación con ella resultan ser aplicables en dichos países y, sin duda, sirven para orientar a jueces, árbitros y abogados en casos relacionados con acciones de responsabilidad contra los administradores

I The business judgment rule en los Estados Unidos

La Corte Suprema de los Estados Unidos, en el caso Edgar v. MITE Corp., estableció que los aspectos de derecho corporativo, "especíicamente aquellos que envuelven relaciones iduciarias entre administradores y accionistas"6, han de ser gobernados por la ley del lugar de constitución de la compañía. En el estado de Delaware, en los Estados Unidos, están constituidas más de 945.000 compañías, incluyendo el 63% de las 500 empresas más grandes de dicho país por ingresos brutos7.

Además de ser Delaware el "hogar legal" de un gran número de compañías norteamericanas, dicho estado es reconocido por tener la legislación más avanzada en materia de derecho corporativo de los Estados Unidos, al igual que por tener los "jueces mejor preparados" en dicha materia y porque sus jueces tienen "un historial de producir resultados racionales"8. De este modo, otras cortes de los Estados Unidos, al resolver aspectos complicados relativos a derecho de los negocios, frecuentemente hacen referencia a decisiones de

Page 346

cortes en Delaware, pues dichas cortes tienen la reputación de ser las "cortes madre del derecho corporativo"9en los Estados Unidos.

La BJR ha existido por cerca de dos siglos10y ha sido prácticamente adoptada a través de todo Estados Unidos11. Otros países del common law, sin embargo, tales como el Reino Unido, no lo han hecho. La visión general de los ingleses a este respecto es que no existe la necesidad de adoptar dicha regla, toda vez que existen principios tanto del common law como contenidos en su legislación que protegen las decisiones comerciales y de negocios adoptadas por los administradores de las compañías de la excesiva intromisión de las cortes. De este modo, para evaluar la posibilidad de que las cortes inglesas revisen decisiones comerciales y de negocios de los administradores es necesario analizar el alcance de los deberes de los mismos de acuerdo con la ley inglesa (Companies Act 2006)12.

En Delaware la BJR ha sido descrita como "una presunción de que en la toma de una decisión de negocios los administradores de una compañía actuaron de manera informada, de buena fe y en la creencia sincera de que la medida adoptada era en el mejor interés de la compañía"13.

Existe una segunda formulación de la BJR, la cual ha sido adoptada por el American Law Institute (ALI) en sus Principles of Corporate Governance. Dichos principios comienzan señalando que los administradores de una compañía tienen frente a la misma la obligación de actuar de buena fe, en una forma que estos razonablemente crean que es en el mejor interés de la compañía, y con la diligencia que razonablemente se esperaría que ejerciera una persona prudente en una posición similar y bajo circunstancias similares14. Los principios también señalan que un administrador que toma una decisión de buena fe cumple con el deber de diligencia si: (1) no tiene un interés personal en la decisión de negocios; (2) está debidamente informado; y (3) razonablemente cree que la decisión

Page 347

de negocios ha sido tomada en el mejor interés de la compañía15.

Consecuentemente, si las condiciones para la aplicación de la regla son cumplidas, no hay posibilidad de que proceda una demanda contra los administradores sustentada en una violación al deber de diligencia. Adicionalmente, los principios disponen que quien pretenda impugnar la decisión tendrá la carga de demostrar que el administrador no satisizo los mencionados requisitos16.

No obstante las distintas interpretaciones y alcances que se le han dado tanto a la formulación de la BJR de Delaware como la de ALI, existen ciertos aspectos relacionados con la BJR que son generalmente aceptados, tales como: que esta aplica para administradores17; que la BJR protege a los administradores cuando actúan de manera colectiva, esto es, como junta directiva18; que es aplicada solo a decisiones de los administradores, no a omisiones de los mismos19; que protege a administradores "desinteresados", esto es, aquellos que no sean parte de la transacción ni que puedan esperar que se derive para ellos un beneicio económico20; que la regla únicamente es aplicada para decisiones que hayan sido tomadas con la debida información, de manera que los administradores tienen la obligación de considerar "toda la información material razonablemente a su alcance"21; que la regla no está destinada a proteger a administradores que han cesado en sus funciones o que no hayan actuado de buena fe22; que la BJR protege decisiones que hayan sido adoptadas de acuerdo con el deber de lealtad23; que la regla aplica cuando los administradores actúan con la debida diligencia24, la cual es medida con el estándar de la culpa grave, no la simple negligencia25; que la regla es aplicable en aquellos casos en que la decisión de los administradores no contraviene lo dispuesto

Page 348

en los estatutos sociales de la compañía26; y, inalmente, algunos casos han señalado que la BJR no protege a administradores que intencionalmente han incurrido en una conducta ilegal27.

Así las cosas, la BJR se enfoca en los mecanismos y procedimientos utilizados por los administradores en llegar a su decisión y no en un examen ex post facto de la conveniencia y/o astucia de la misma28. De este modo, los administradores no serán responsables, y las decisiones adoptadas por estos no serán anuladas, por un simple error de juicio29.

En suma, la BJR es una formulación de distintos aspectos de hecho y de derecho que deben ser tenidos en cuenta por el juez para determinar si puede existir intervención judicial en una determinada decisión de negocios30. Únicamente cuando el juez haya concluido que todos esos prerrequisitos de hecho o de derecho han sido cumplidos cabalmente, este no entrará a revisar la decisión adoptada por los administradores. En cambio, si existe prueba de que no se ha cumplido con uno o más de los elementos requeridos para la aplicación de la BJR, el juez entrará a revisar la decisión de negocios y determinará si hay lugar a declarar la responsabilidad personal de los administradores31.

A ¿Qué sucede cuando la regla no aplica?

Dado que la BJR protege las decisiones de los administradores del escrutinio judicial, la parte interesada en impugnar dichas decisiones tiene la carga de demostrar los hechos que puedan...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR