E.L.I.S.A, sexo, drogas, rock and roll.Construcciones farmacopornográficas del cuerpo abyecto en la ciudad de Medellín (1984 - 1989) - Núm. 168, Julio 2019 - Estudios de Derecho - Libros y Revistas - VLEX 808664313

E.L.I.S.A, sexo, drogas, rock and roll.Construcciones farmacopornográficas del cuerpo abyecto en la ciudad de Medellín (1984 - 1989)

AutorDaniela Gómez Giraldo
CargoPolitóloga de la Universidad de Antioquia

Ver Nota1

El presente artículo es producto de la investigación adscrita al Centro de Investigaciones de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas titulada “E.L.I.S.A, sexo, drogas, rock and roll. Biopolítica, tanatopolítica y resistencias contrafarmacopornográficas en la era de la producción postfordista inmaterial”, proyecto desarrollado por la estudiante Daniela Gómez Giraldo en asesoría del profesor Edwin Jader Suaza Estrada, finalizado el 1 de Agosto del año 2018.

1 - Introducción

Para el año de 1963, Michel Foucault nos propone en su libro, “El nacimiento de la clínica”, una lectura de las transformaciones socioculturales y económicas de la sociedad europea occidental entre los siglos XVIII y XIX; esto a partir de la observación o mirada atenta de las estructuras lingüísticas y las técnicas anatomopatológicas que la institución clínica construye como prácticas recurrentes. El autor sugiere que a cada modelo de poder corresponde un cuerpo encuadrado en el orden de lo normal o en alguno de los subórdenes de lo patológico, los cuales, vinculan directamente cuerpos sanos y enfermos a discursos y prácticas de producción y gestión de lo vivo.

Para los años 80 del siglo XX, el contexto político cambia radicalmente en la mayoría de sociedades occidentales y occidentalizadas: la nueva gestión neoliberal, la economía de la deuda, el desmonte del Welfare State y los recortes de servicios sociales anunciarían el fin de la clínica como paradigma de la gestión biopolítica. ¿Cuál será entonces el modelo de gestión política de la vida que caracterizará a las sociedades neoliberales contemporáneas?

Aquel modelo de sociedad que veríamos caer en los años 80, el fordismo, se sintetizaba y definía como un modo de producción y de consumo que “taylorizaba”2 la vida en una suerte de banda de montaje en serie y una estética definida en relación a las formas de habitar el espacio interior y la ciudad como centros del agenciamiento3 conflictivo del cuerpo y la máquina. Con su caída emergen nuevos sectores portadores de las transformaciones de la economía global, en donde las industrias bioquímicas, electrónicas y de la comunicación pasarán a ser los nuevos soportes industriales del capitalismo. Es una época en donde la ciencia ocupará un lugar hegemónico como discurso y práctica cultural, gracias a su capacidad para inventar y producir artefactos vivos, tales como las prótesis, los fluidos y fármacos somáticos; la construcción de genitalidad y sus roles asignados, entre otros. Una suerte de régimen donde las manifestaciones científicas del saber/poder (sicología, endocrinología, sexología, cibernética, bioingeniería, nanotecnología, etc.) convierten sus representaciones de la normalidad/anormalidad en realidades materiales, en sustancias químicas, prótesis y moléculas susceptibles de ser comercializadas; en cuerpos y biotipos humanos que pueden ser gestionados como bienes de intercambio por las grandes multinacionales, como son las farmacéuticas. Hablamos así del estatuto de gestión de la potencia de vida al que el filósofo Paul B. Preciado llamará farmacopornográfico.4

En este régimen emergen nuevas técnicas de gestión de lo vivo, agenciamientos que producen y patologizan mediáticamente el cuerpo anormal: migrantes, discapacitados, autistas, depresivos, hiperactivos, obesos, infértiles, intersexuales, transexuales, drogadictos; serán otredades que devienen nuevas o resignificadas a partir de la “autoridad material” de la ciencia. Esto es, crear y no simplemente describir la realidad. Así, la sociedad contemporánea es habitada por subjetividades que se definen: por las terapias de lo normal/sano híper representadas en la imagen y el deseo, por las sustancias que dominan sus metabolismos, por las prótesis cibernéticas a través de las que se vuelven agentes. En general por los tipos de deseos farmacopornográficos que orientan sus acciones.

Frente al modelo farmacopornográfico el sujeto/cuerpo seropositivo y las coaliciones de activistas del SIDA representan un ejemplo temprano y paradigmático tanto del agenciamiento como de la resistencia en la era de la reproducción/producción neoliberal. Agenciamientos que tendrán en la potencia de vida que transita por los cuerpos herederos de la fuga que implicó el sexo, las drogas y el rock and roll en los años 60 y 70 del siglo pasado, a sujetos que disputarán y demandarán el acceso a los aparatos de verificación de la verdad y normalización de los cuerpos como válidos.

De ahí que el cuerpo portador del VIH-SIDA estratégicamente se defina como una de las tantas subjetividades somáticas5 que produce el neoliberalismo, una entidad patológica que se construye a partir de test virales como E.L.I.S.A, el cual, lo califica no como enfermo o sano, sino como positivo o negativo en relación a un estatuto viral, que implica para su portador ser cuerpo/objeto de una determinada producción de capital basada en las terapias que consuma o deje de consumir.

En este orden de ideas, el artículo buscará evidenciar los contenidos y las márgenes de la producción semiótico-política que en la ciudad de Medellín durante la década de los 80, producen y reproducen un régimen de gestión farmacopornográfico en relación a los cuerpos portadores de VIH – SIDA.

La realización de una lectura como la propuesta parte de un hecho importante y pertinente para el contexto actual. Este es la necesidad de revisar la óptica desde la cual se está pensando los escenarios y procesos de tramitación de la vida y lo vivo y las formas en que se ha pretendido, desde eliminar hasta modular los cuerpos “otros”. Es decir, aquellas manifestaciones abyectas de vida que de una u otra forma han intentado, y en algunos casos han logrado, escapar a los tentáculos del biopoder.

En cuanto al abordaje metodológico, se partió de un análisis cualitativo de los discursos que tratan sobre las relaciones políticas y culturales existentes entre el neoliberalismo y las prácticas de configuración y control social de los cuerpos a través de biopolíticas que obedecen a un modelo de gestión farmacopornográfico. Para ello, se prestó particular atención al lenguaje -signos y símbolos- que aparece en el corpus de las noticias que fueron analizadas: periódico El Mundo años 1984 a 19896.

Se aprovecharon y aplicaron algunos métodos de análisis documental útiles para las fuentes de información que se privilegiaron y que sirvieron de apoyo al método histórico básico, la heurística y la síntesis que, en resumidas cuentas, partió de un tratamiento crítico, tanto descriptivo como analítico, de contenidos significativos.

Además, se acudió a planteamientos e instrumentos metodológicos del Análisis del Discurso (AD). En este sentido se estudiaron los textos puestos en contexto, es decir, se propuso un análisis situado que incorporó el contexto mediático, productivo, social y cognitivo que rodea al texto y explica su producción, forma, significado y posible comprensión.

Así las cosas, el artículo se desarrolla en cuatro momentos; en el primero de ellos se introduce la discusión teórica en general acerca del modelo farmacopornográfico, para después presentar la problemática en concreto acerca del SIDA como gestión de la vida en Medellín; el segundo momento, describe algunos de los conceptos necesarios para la comprensión del fenómeno de estudio, e historiza el SIDA, ubicando algunas coordenadas de su origen y expansión; en el tercer momento se presenta el análisis empírico y teórico que desarrolla el objeto y problemática de estudio. Finalmente, se proponen algunas conclusiones que sintetizan y dejan algunas claves de posibles lecturas a realizar en tanto agenda de investigación.

2 - Entrecruzamientos entre vida, política y poder: elementos conceptuales para la comprensión de la farmacopornografía
2. 1 - Mecanismos disciplinario y de regulación: la anatomopolítica y la biopolítica

Según Foucault (1998), el capitalismo “no pudo afirmarse sino al precio de la inserción controlada de los cuerpos en el aparato de producción y mediante un ajuste de los fenómenos de población a los procesos económicos” (p.170). Así, para el autor francés, existen dos series de mecanismos en los que se articula la invasión política de la vida –biopoder– en cuanto fenómeno decisivo para el desarrollo del capitalismo. En primer término, señala la que toma al cuerpo de los individuos como una máquina a la que es preciso educar para producir riquezas, bienes, o producir otros individuos; hacerla útil y dócil, arrancándole fuerza para obtener ciertas ventajas, para integrarla eficazmente en sistemas de control a partir de técnicas de individualización del poder.

Esta es la serie de la disciplina como tecnología que se ejerce sobre el cuerpo/máquina, es una especie de anatomía política que abarca el conjunto de la sociedad alcanzando los átomos sociales mismos, es decir, los individuos, hasta anatomizarlos; que Foucault denomina anatomopolítica. Para estas técnicas de poder los problemas fundamentales son “cómo vigilar a alguien, cómo controlar su conducta, su comportamiento, sus actitudes, cómo intensificar su rendimiento, cómo multiplicar sus capacidades, cómo situarlo en el lugar en que sea más útil” (Foucault, 1999, p. 243).

La segunda forma en que se desarrolla el biopoder la constituye una tecnología que Foucault llamará biopolítica, dicho mecanismo no disciplinario del poder, se aplica a la vida de los seres...

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