Luis Bernal - Luis Tejada - Aportes a la construcción del país. Selección de pensadores antioqueños - Libros y Revistas - VLEX 588767686

Luis Bernal

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4. Luis Bernal*
¿Cómo vive “Luis Bernal” en la Estrella? Yo no lo sé. La Estrella es un pue-
blo triste y pequeño. Aún recuerdo con cierto pavor una noche que me dejó
el tren allá. Como a las 9 llegaron el doctor Juan Saldarriaga y “Luis Bernal”
y me dijeron:
—Aquí no hay más que hacer sino dos cosas: o nos subimos a la torre de
la Iglesia a conversar, o nos vamos para el Cementerio.
Había llovido todo el día; estaba la noche oscura y severa; sin embargo
creí menos peligroso el viaje al Cementerio y opté por él. Nos fuimos con
el boticario del pueblo, atravesando pantanos y cercos; saltamos con trabajo
la alta verja de madera y nos sentamos sobre una bóveda húmeda, a hablar
de difuntos. La melancolía de esas montañas cercanas, ingentes, calladas, y
el ambiente de esos alrededores bárbaros, sin gritos, sin ruidos urbanos, sin
los innumerables sonidos ciudadanos que hemos oído siempre y amamos
y necesitamos, todo eso tan cerril y tan lleno de romanticismo anticuado y
conmovedor, me dejó una impresión torturante; sin contar los dólares reu-
máticos que he empezado a sentir después y que sin duda provienen de esa
bóveda mojada. Aquella noche me di cuenta de que mi pobre amigo va a con-
cluir por enloquecerse en su pueblo, o por caer en las uñas de una neurastenia
feroz.
“Luis Bernal” se ha empeñado en acomodar su temperamento al tem-
peramento masculino dominante en La Estrella, en Itagüí y en Copacabana,
donde los hombres son a menudo románticos en un sentido nietzscheano, en
* Publicado en El Espectador, Medellín, 27 de octubre de 1920.
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