El Médico y la Dignidad Humana - Ética Médica - Ética Médica, abusos y atropellos - Libros y Revistas - VLEX 426583982

El Médico y la Dignidad Humana

AutorJorge Merchán Price
Páginas119-121
PARTE II. ÉTICA MÉDICA: FUNDAMENTOS
119
Capítulo 7
EL MÉDICO Y LA DIGNIDAD HUMANA
Quedará claro en este brevísimo, pero sustancial capítulo, que para el médico,
por ser el n de la medicina la salud, está primero la dignidad de la vida que
la dignidad humana. Y lo repito: para el médico está primero la dignidad de la
vida que la dignidad humana.
Y lo anterior es obvio por cuanto el respeto que tiene el médico por las potencias
del hombre y por su dignidad como persona no tienen para él sentido práctico
ninguno si primero no se respeta, por sobre todas las cosas, el valor singular de
la vida biológica de las personas. Y esa, y no otra, es precisamente la función
del médico ante sí mismo y ante la sociedad. Para el médico, la vida de sus
pacientes no es, ni puede convertirse para él mismo, en un medio que sirva a
ningún propósito personal (del médico) o de la sociedad.
Para el paciente, por el contrario, su dignidad como persona puede estar por
encima de la dignidad de su vida. Es su decisión denir si vive por el solo hecho
de seguir viviendo siendo entonces para él su vida un n en sí mismo o si, por
otro lado, su vida ha de tener un sentido más elevado y trascendente en cuyo
caso su vida podrá ser considerada por él mismo como un medio para lograr
ese n superior. No es decisión del médico denir ello y su función es solo, en
la medida de lo posible, mantenerlo vivo.
Quedó claro en capítulos anteriores que sólo el valor de la vida y el valor de la
verdad son los valores esenciales de la medicina y quedó claro también que
todos los demás, incluidos el valor del respeto por la persona y por la dignidad
humana (ver Tabla 1) les son subordinados.
Quiere decir lo anterior que el respeto por la persona y por su especial
dignidad nunca podrán estar para el médico por encima de los valores
esenciales y primarios de la medicina porque ello implicaría necesariamente la
instrumentalización del paciente.

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