La moneda y los precios
Autor | Ramón Abel Castaño Tamayo |
Cargo del Autor | Abogado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Antioquia y economista de la Facultad de Ciencias Económicas de la misma universidad. |
Páginas | 365-390 |
Capítulo 20
La moneda
y los precios
Variaciones del valor de la moneda
Teoría cuantitativa de la moneda: la ecuación de cambios
La teoría cuan titativa reformulada
Las crisis económicas
Enfoque keynesiano de las fl uctuaciones
Políticas contra la defl ación y la infl ación
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Ramón Abel Castaño T. - Humberto González G.
IDEAS ECONÓMICAS MÍNIMAS
1. Variaciones del valor de la moneda
Como unidad de medida del valor, la moneda no es constante; así, una casa
que en el año 2000 medía 10 metros de frente y te nía un valor de 50.000 pesos,
hoy mide los mismos 10 metros de frente y vale 5 millones de pesos. ¿Por qué?
Porque la moneda se ha desvalorizado; porque ha perdido poder adquisitivo,
porque como unidad de medida se ha encogido.
En el argot del mercado estamos acostumbrados a hablar de los precios, o
sea del valor de las casas en términos de moneda; así, en un mercado de maíz
entendemos perfectamente la relación 3.000 pesos / 1 kilo, como un precio;
pero lo mismo podemos invertir en relación y afi rmar que el precio de 3.000
pesos es un kilo de maíz; si los pesos abundan y el maíz escas ea, lo más probable
es que este suba; estamos acostumbrados a la expresión, el maíz está caro,
pero encontramos sorprendente su equivalente, los pesos están baratos. Por los
boletines de la bolsa sabemos, por ejemplo que el dólar se cotiza a 700 pesos,
esto es un tipo de cambio o precio de una moneda en función de otra; válido
también a la inversa: 700. pesos / l dólar = 0,00147; esta apreciación podemos
generalizarla y hablar de los precios de la moneda en función de todas las cosas
que se intercambian por ella. La difi cultad deriva de que el valor de todas las
cosas se mide con la moneda, mientras que no hay una unidad de medida
sencilla para medir el valor de la moneda misma.
2. Tipo de cambio exterior
Podemos aproximarnos a la solución de este problema volviendo al tipo de
cambio exterior. Este no es otra cosa que el resultado de una relación de
ofertas: si en un merca do libre de divisas (Ver Capítulo noveno, No.8) se ofrecen
700.000 millones de pesos y 1.000 millones de dólares, el tipo de cambio del
dólar en función de pesos será: 700.000/1.00 0 = 700 pesos por un dólar, y el
precio del peso en función del dólar sería: 1.000/700.000 = 0,000147 de dólar
por un peso. Es obvio que si cambia la oferta de pesos o de dólares, el tipo
de cambio varía; si la cantidad de pesos se duplica sin variar la de dólares, el
precio del peso en función del dólar se duplica igualmente, o sea que el dólar
se habrá devaluado y el peso se habrá devaluado; o bien, si la cantidad de
dólares se duplica sin variar la de pesos, el precio del dólar en función de pe sos
se reducirá a la mitad, o sea que el dólar se habrá revaluado y el peso se habrá
revaluado. Es, pues, relativamente fácil medir el valor externo de la moneda,
porque aquí la conf rontamos con cantidades d e otra mercancía ho mogénea: la
divisa extranjera. Ahora bien, es claro que también podríamos medir su valor
o poder adquisitivo interno, relacionando la moneda con el Producto Nacional
Bruto, si pudiésemos reducir éste a cantidades de una mercancía homogénea,
por ejemplo 1.000 millones de cascabeles de igual calidad.
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