Se necesitan más firmas de auditoría
Autor | Samuel Alberto Mantilla B. |
Páginas | 46-65 |
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SE NECESITAN MÁS FIRMAS
DE AUDITORÍA
Junio 27, 2011
Uno de los temas que mayor atención está recibiendo en auditoría actualmente es
el relacionado con la concentración del mercado de la auditoría y, en ese contexto,
el riesgo latente de que las 4G [4 Grandes] se conviertan en 3G o 2G o 1G.
Este tema es clave porque toca el núcleo del ejercicio de la auditoría en sus más
diversos componentes y perspectivas.
Se destaca principalmente lo que tiene que ver con el interés público y el funcio-
namiento de los mercados, especialmente los mercados nancieros.
Pero también sobresale la problemática de quién es el auditor, ya sea porque
tiene la competencia profesional o la habilitación legal, pero también si tiene la
aceptabilidad del mercado.
Este último elemento tiene extrema importancia porque dado el aseguramiento
que a la información nanciera le da la auditoría, los mercados solamente aceptan
a quienes realmente pueden mostrar que son capaces. Ello, sin lugar a dudas, le da
una ventaja a las 4G, ventaja que cada vez se aanza más porque disponen de los
recursos (tecnología, personal, metodologías, redes, etc.) para realizar el trabajo
requerido con la calidad que demandan los mercados más exigentes.
Por otro lado, quienes no son aceptados por los mercados quieren lograr tal acep-
tación y para ello buscan diferentes alternativas.
La más común es la crítica visceral, resentida, a todo lo que hacen las 4G, su
monopolio, oligopolio y dominio absoluto del mercado. Como todo lo que hacen
es, según esta crítica, ‘malo’, se convierten en el objetivo a destruir. Si bien esta
alternativa no logra los objetivos que se propone, de todas maneras, consigue
crear caos y dudas.
Otra alternativa es la presión en búsqueda de acción regulatoria, gubernamental
o legislativa para crear mecanismos que modiquen las condiciones de mercado.
Esta es una vía eciente para lograr reformas y conseguir unos avances, pero no
necesariamente los mercados reaccionan favorablemente para acoger tales nuevos
mecanismos.
Una tercera alternativa es, partiendo de la aceptación de la realidad, buscar solu-
ciones pragmáticas que consigan resultados en forma eciente. La realidad es que
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4: SE NECESITAN MÁS FIRMAS DE AUDITORÍA
el auditor es la rma, no la persona natural1. En consecuencia, se requiere crear
y gestionar rmas de auditoría que sean ecientes, trabajen en red y obtengan
economías de escala, y, sobre todo, sean capaces de aportar soluciones de la más
alta calidad.
En esta tercera alternativa la condición no es ser 4G, pero sí el ejercicio de la
auditoría a través de rmas. Ello implica, de manera adicional, que los mercados
sean capaces de reconocer a los nuevos actores, esto es, a las nuevas rmas, como
que realmente son capaces de entregar una auditoría de alta calidad.
Para las rmas pequeñas implica necesariamente el riesgo de especializarse: en
la búsqueda de crecimiento su primera opción es ‘recoger todo lo que aparezca’,
generan una falsa imagen de interdisciplinariedad y en últimas no consiguen que
los mercados los identiquen como auditores.
Es el caso de las rmas que ofrecen hacer de todo (auditoría externa, revisoría scal,
auditoría interna, consultoría, auditoría tributaria, asesoría legal, implementación
de sistemas, etc.) y en últimas no son fuertes en nada, no tienen un producto de
alta calidad que sea competitivo en el mercado.
La realidad constatable es que existen muchos mercados para la auditoría de
estados nancieros, principalmente, no los que ya tienen las 4G. Esos mercados
también requieren que la auditoría sea realizada por rmas. Ello conlleva, por una
parte, un aprendizaje (hay que aprender a crear y gestionar rmas de auditoría,
capaces de ofrecer servicios profesionales), pero por otra un des-aprendizaje
(dejar de vender empleo y dejar de vender servicios personales y, mucho menos,
intentar ajustarse a tarifas profesionales).
El tema es más complicado de lo que parece y tiene muchas más aristas que las
mencionadas. Lo arriba señalado es extremadamente sintético y he sido muy
cuidadoso en las expresiones utilizadas, lo cual hace que no sea fácil de ser
entendido y aceptado.
Por eso conviene hacer el intento de explicarlo a través de otros instrumentos.
Existen muchos. Dadas mis limitaciones puedo recomendar dos:
1 Los estándares internacionales de auditoría señalan que el auditor es ‘la rma,’ esto es, el con-
tador público persona natural y su organización. En la base de esto se encuentra la separación
fundamental entre el ‘patrimonio profesional’ (aportado a la rma) y el ‘patrimonio familiar’
(inherente a la persona natural). Cuando no se realiza esta separación el riesgo de conictos
familiares es muy alto y por eso los mercados preeren contratar con una rma y no con una
persona natural. La constitución de la rma puede ser ya sea como sociedad unipersonal, socie-
dad anónima simplicada, sociedad limitada, etc.
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