La noción de cultura política
| Autor | Sonia Milena Jaimes Peñaloza |
| Páginas | 15-61 |
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Capítulo uno
La noción de cultura política*
“Nuestra concepción y percepción de la política nunca
es directa ni inmediata sino que esta mediad a siempre
por un referente cultural”.
Fernán González**
Este capítulo está dividido en cuatro se cciones. Sus objetivos generales son: efectuar
un breve balance de la noción de cultura política, presentar un esbozo de balance
sobre la producción de la historiografía política colombiana vinculada al tema y
mostrar las opciones de trabajo que ella ofrece a lo que hoy se conoce como la nueva
historiografía política. En este orden de ideas, en la primera sección se busca trazar
un mapa general sobre la noción de cultura política contemporánea. Por ello, nos
concentraremos en presentar una síntesis de la producción más signicativa de la
ciencia política norteamericana, lugar que consideramos es la cuna de la noción
contemporánea. En esta sección, se señalarán los tres principales paradigmas aso-
ciados y derivados de la propuesta pionera de Gabriel Almond y Sidney Verba.
* Un primer borrador de este capítulo fue presentado en el Congreso Colombiano de Historia,
celebrado en Bucaramanga en agosto de 2006. Al respecto, véase: Sonia Milena ,
“Cultura política: de la ciencia política a la ‘nueva’ historiografía política, historia de una noción,” en
Memorias del Congreso de Colombiano de Historia [CD–ROM], Bucaramanga: Universidad
Industrial de Santander (UIS), 2006. Mauricio Ardila de la Universidad Nacional. Agradezco los co-
mentarios que sobre el primer borrador de este capítulo hicieron los profesores Riccardo Forte, Natalia
Silva Prada, Tiziana Bertaccini y Victoria Livia Unzueta, de la Universidad Autonóma Metropolitana
de México, y a Pablo Milanese, de la Universidad ICESI de Cali; sus sugerencias y las de los asistentes
al panel en el que se presentó la primera versión de este trabajo me ayudaron a enriquecerlo y anarlo.
** Fernán , “Relaciones entre cultura y política. Aproximaciones a los modelos culturales
implícitos en nuestra percepción de la política,” en Imágenes y reexiones de la cultura en Colombia.
Regiones, ciudades y violencia (Bogotá: Colcultura, 1990), 35.
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Teatrocracia y leg islación electoral colombiana 1886-1938
En la segunda sección, presentaremos brevemente una parte de la producción
europea. Ubicaremos algunos de los trabajos de mayor trascendencia e impacto en
la historiografía política de los últimos veinte años, de modo que mostraremos las
que distinguimos como las principales entradas a los estudios de y sobre cultura
política. En este sentido, daremos cuenta de la producción francesa y menciona-
remos algunas anotaciones muy generales sobre la británica.1 En el primer caso,
referiremos a la producción de la última generación de Annales y las obras que
siguen la línea de François-Xavier Guerra. Con relación a la producción británica,
nos concentraremos en algunos de los trabajos de la escuela marxista británica y
mencionaremos algunos concernientes a la nueva historia cultural. En la tercera
sección, presentaremos unas breves y muy generales notas acerca de la producción
de y sobre cultura política latinoamericana. Esta sección tiene má s sentido de glosa
que de balance exhaustivo, y con ella buscamos dejar sobre el tapete algunos puntos
de debate general sobre el tema. Consideramos que nuestro rápido recorrido p or
la producción europea, norteamericana y latinoamericana en el tema de la cultura
política nos posibilitará demostrar que, si bien se ha pensado que la categoría en sí
misma es de carácter laxo, impreciso y ecléctico, ello no obedece exclusivamente a la
naturaleza de la noción. También es producto de las diversas metodolog ías con que
se la ha trabajado y, ante todo, de los procesos de apropiación que hemos efectuado
de los distintos paradigmas disciplinares con los que se han desarrollado estudios
monográcos sobre el tema en Colombia.
Adicionalmente, la falta de reexión y discusión epistemológica en el área
han contribuido a hacer de la cultura política una temática etérea, en la que caben
todo tipo de trabajos; en los que el eje se remite a las formas de hacer política, las
percepciones de lo político y la política, o en los que se sitúan discusiones, análisis
e historias de procesos electorales. En este sentido, creemos que son justamente
los procesos de apropiación teórico-metodológica que hemos adelantado en la
1 Del marxismo, solo se referirán las obras de lo que Harvey Kay denominó neomarxismo británico, por
considerar que dichos estudios han sido los de mayor impacto en la historiografía política colombiana
vinculada con el tema de la cultura política. Cabe anotar que este estudio no es un trabajo sobre el
cambio en las ideas políticas ni es un análisis de toda la historiografía política colombiana; por ello,
solamente se escogieron obras producidas desde los años ochenta del siglo , principalmente, que
pueden catalogarse como trabajos sobre cultura política, o que están relativamente cercanos a esta
temática y que fueron publicados desde 1980 hasta 2007. El capítulo, en su versión denitiva, se ter-
minó de escribir en 2007, razón por la cual los trabajos de reciente publicación asociados con el área
de interés—cultura política—, publicados entre 2008 y 2012, no se incorporan en esta reexión.
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La noción de cultura política
historiografía colombiana los que nos posibilitan distinguir dos grandes tenden-
cias en nuestra producción sobre el tema: una que reere la relación entre cultura
y política, y otra que aborda la noción de cultura política, asunto que trabajamos
en la cuarta sección de este capítulo.
Mostraremos que dado el tipo de mecanismos de apropiación que hemos
adelantado en nuestra historiografía nacional, paulatinamente hemos constitui-
do una producción historiográca mestiza, en cuanto a la cultura política se trata.
Esta característica es producto de la apropiación acrítica y automática de modelos
teóricos y metodológicos franceses, británicos, norteamericanos, e inclusive latinoa-
mericanos. La apropiación de los modelos de las distintas generaciones de la escuela
francesa de los Annales ha superado las demás perspectivas de análisis referidas a
la cultura política colombiana, de manera que hemos constituido un camp o his-
toriográco aancesado, que nos ha inclinado a “descuidar” los estudios y análisis
electorales desde las vías conductistas norteamericanas, tan comunes cuando de
estudiar la cultura política se trata.
De otra parte, analizaremos algunas obras concernientes a la noción de cul-
tura política; primero, presentaremos aquellas donde esta se asume tácitamente, y,
posteriormente, nos ocuparemos de aquellos autores que remiten a ella de manera
directa. No hacen parte de este análisis los trabajos cuyo centro es la reexión sobre
la relación entre cultura y política, pues consideramos que a pesar de tener víncu-
los con la idea de una cultura política en ese tipo de estudios, la noción de nuestro
interés puede estar mencionada, pero no usada.2
1. Ciencia política norteamericana, cuna de la no ción
contemporánea de cultura política
¿ué es la cultura política?, ¿dónde surge y por qué? Son los interrogantes que orien-
tarán esta sección. La categoría cultura política puede plantearse como una herra-
mienta muy antigua; tanto, que podría llegar a considerarse que las generalizaciones
relacionadas con el poder y sus diversos rostros son parte de su objeto de estudio. Es
posible considerar como antecesores del concepto contemporáneo a Platón, con sus
“disposiciones”; a Montesquieu y su “espíritu de las leyes”; a Rousseau, con su idea
2 Para conocer más a fondo el debate sobre las relaciones existentes en la historiografía contemp orá-
nea acerca del problema ente cultura y política, ver: Ingrid , “La interacción histórica entre
política y cultura,” en La historia política hoy–sus métodos y las ciencias sociales, ed. César ,
361-385 (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2004).
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