Obstinación terapéutica: ¿un evento adverso?
Autor | Francisco González López |
Páginas | 119-134 |
119
Capítulo 10
Obstinación terapéutica: ¿un evento adverso?
La limitación terapéutica, una opción considerada
hoy en día, dentro de la cultura de seguridad hospitalaria,
como un estándar de calidad.
e Ethics Commitee of the Society of Critical Care (1)
Abordar desde la cultura de la prevención y el control de los eventos adver-
sos el tema de la limitación del esfuerzo terapéutico (LET) puede resultar
inesperado para algunos observadores y para otros, polémico. La conside-
ración de la obstinación terapéutica en ancianos con enfermedad terminal,
como un evento adverso, representaría un paso adelante en la consolida-
ción de la cultura de la seguridad hospitalaria. La obstinación terapéutica
consiste en hacer todo lo posible por retrasar la ocurrencia de la muerte:
[…] por todos los medios, proporcionados o no, aunque no haya
esperanza alguna de curación y eso signique infringir a la persona
unos sufrimientos añadidos a los que ya padece, y que, obviamen-
te no lograrán esquivar la muerte inevitable, sino solo aplazarla
unas horas o unos días en unas condiciones lamentables para el
enfermo. (2,3)
Conocida también con los términos de distanasia, ensañamiento o
encarnizamiento terapéutico, se relaciona con la prolongación fútil de los
medios de soporte vital y que apunta a la instauración de medidas que no
tienen más sentido que la prolongación de la vida biológica, las cuales, en
la mayoría de ocasiones, empeoran la calidad de vida, aún más qu e la pro-
pia enfermedad.
120
El ascenso de Geras. Seguridad en la atención del anciano hospitalizado
Para Sabafrén, ponente del documento de la Real Academia de Medi-
cina de Cataluña en junio de 2005, tanto la expresión de encarnizamiento
como la de distanasia implican intencionalidad, lo cual no se corresponde,
por lo general, con el juicio y con el actuar del médico, por lo que sugiere
adoptar el término de obstinación terapéutica, qu e “suprime la intenciona-
lidad maliciosa de causar un daño” (2).
Al evocar la denición de evento adverso, se hace necesario reiterar que
se reere a una situación que conduce a daño no intencional del paciente,
el cual ocurre por causa o con ocasión del servicio asistencial. Como res-
puesta a ello y dentro del marco de una cultura programática de atención
segura, se debe subrayar entre otros aspectos: el trato humanizado, el con-
sentimiento informado y la consideración insoslayable de los principios
de benecencia, no malecencia y autonomía , vulnerados en la decisión de
obstinación terapéutica (cuadro 25).
Cuadro 25. Estructura jerárquica de los principios de benecencia y no malecencia
1. Uno no debe causar mal o daño.
2. Uno debe evitar el mal o daño.
3. Habría que eliminar el mal o daño.
4. Uno debe hacer o promover el bien.
Fuente: adaptado de Dunphy K. Futilitarianism: knowing how much is enough in end-of-life health care. Palliative Medicine.
2000; 14(4): 313-22.
La historia de la humanidad describe desde sus comienzos y sin am-
bages las diferentes concepciones acerca de la enferm edad terminal de los
ancianos y de las formas de enfrentarla: el abandono, la muerte por pied ad
o el suicidio ritual, entre otras.
Los relatos anecdóticos se mezclan con evidencias arqueológicas s obre
la tradición de los pueblos nómadas del centro de Europa, de abandonar a su
suerte a los mayores del grupo afectados por alguna enfermedad, durante las
épocas de sequía o en tiempos de guerra. Diversas narraciones describ en la
costumbre griega de festejar a los individuos que alcanzaban una edad avan-
zada para arrojarlos después a un abismo y así evadir la vejez y la decrepitud.
Hipócrates, durante el siglo IV a. C. exhortó a sus seguidores de abste-
nerse de prescribir terapias a los viejos con enfermedades crónicas e incu-
rables, por la inseguridad del resultado. Más tarde, Aristóteles relacionó el
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba