Organización personal
| Autor | Rafael A. Campos |
| Páginas | 19-41 |
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Organización
personal 1
L
a organización personal es un tema crucial para un ge-
rente, independientemente del tipo de negocio. La se-
guridad debe ser siempre una prioridad. Es deseable que
todos los empleados entiendan que su seguridad dentro
del lugar de trabajo, está siendo tomada en consideración
constantemente. También, se desea mantener la seguri-
dad de la empresa, en una etapa donde los desafíos téc-
nicos siguen en aumento y la propiedad intelectual es fre-
cuentemente robada.
Contar con un plan bien organizado que contemple to-
dos los problemas de seguridad, debe ser una prioridad en
el ambiente de trabajo de esta época.
Es también importante ser capaz de dar seguimiento a
todas y cada una de las propuestas de acción en las que se
ha comprometido usted y todo su equipo. Estar bien orga-
nizado permite conocer exactamente, cuáles son sus res-
ponsabilidades al tener un plan para completar esas tareas
a tiempo.
Aunado a eso, un gerente bien organizado es capaz
de enfocar su atención en las consecuencias de solventar
problemas y en la toma de decisiones cruciales, tomando
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RAFAEL A. CAMPOS
siempre en cuenta, cómo esas soluciones y/o decisiones
van a impactar a otros.
Gran cantidad de decisiones deben ser tomadas todos
los días y abordarlas en una manera organizada, le permi-
tirá a usted como gerente, enfocarse más claramente en
cada una de ellas.
En cambio, un gerente desorganizado, a menudo está
muy ocupado tratando de organizar su horario y que no es
capaz, de cuidadosamente, considerar estas importantes
áreas que pueden afectar al equipo.
En este capítulo, daremos un vistazo a estas áreas en las
cuales, estar bien organizado y preparado, pueden llevarnos
a obtener mejores resultados en el ambiente de trabajo.
Regla # 1.
La seguridad debe ser siempre su prioridad
Un gerente excepcional, reconoce esto y hará lo que
sea necesario para asegurar un ambiente de trabajo segu-
ro para su equipo, compañeros y colegas. Cada empleado
debe regresar a casa al nal de la jornada de trabajo en el
mismo estado físico que cuando salió de casa en la maña-
na. No deberá existir un perjuicio, en lo absoluto, a su inte-
gridad personal.
Cuando el puente “Golden Gate” fue construido en 1930,
había estimaciones de que habría una fatalidad por cada
millón de dólares de costo de construcción. Se pensó que
35 personas perderían sus vidas, pero los registros mos-
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