Pax americana. Guerra Fría y la Izquierda Cultural Venezolana (1959-1964)
| Autor | Luis Ricardo Dávila |
| Páginas | 31-114 |
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Pax americana
Guerra Fría y la Izquierda Cultural
Venezolana (1959-1964)
Luis Ricardo Dávila
Columbia University*/Universidad de Los Andes-Venezuela
Para Luis Ra, ambos compartimos
nuestra propia Guerra Fría.
I. Pax americana, paraíso del liberalismo
Si quieres una imagen del futuro, piensa en
una bota aplastando un rostro humano […]
para siempre.1
* Dejo testimonio de mi agradecimiento sincero a la profesora Graciela
Montaldo y a la Sra. Eunice Rodríguez Ferguson, del Department of Latin
American and Iberian Cultures de la Columbia University, por su solidaridad e
invalorable apoyo académico.
1 Frase escuchada durante una sesión de tortura por Winston Smith, héroe
de Orwell en la novela 1984. Véase Orwell, George, 1984, Nueva York: Harcourt
Brace, 1949, p. 267.
Guerra Fría, política, petróleo y lucha armada
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Si desde la literatura se es capaz de construir este tipo de imáge-
nes, estas visiones que generan temores y valoraciones, es desde
la historia donde se determina la lógica que de verdad preva-
lece. ¿Cómo dudar que desde la segunda mitad del siglo ,
y hasta nuestros días, luego de experimentar dos grandes con-
agraciones mundiales, continuaron prevaleciendo sobre los
seres humanos la bota militar, los dictadores, los mecanismos
de la guerra, el permanente acecho totalitario? Retrospectiva-
mente, la lógica de la Guerra Fría luce simple. Luego de una
alianza coyuntural entre la Unión Soviética y el eje Europa-
Estados Unidos, el mundo se encontró entre un sistema comu-
nista mundial en expansión y el sistema capitalista liberal ya
instalado. De manera que al nalizar la Segunda Guerra Mun-
dial (abril de 1945) ese mismo mundo quedó en estado de
guerra latente, caracterizado por la aparición de dos grandes
superpotencias, Estados Unidos de América (E E. U U.) y sus
aliados y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ()
y sus satélites, liderando dos grandes bloques ideológicos: el
capitalista y el comunista. Europa, a su vez, se dividía en dos
bandos hostiles, separados por una “cortina de hierro” bajada
a lo largo del continente, de Stettin en el Báltico, a Trieste en el
Adriático, según la acertada metáfora de Winston Churchill
en 1946.2 La disponibilidad de un arsenal atómico convertía en
apocalíptica la perspectiva de nuevos conflictos bélicos. De
explorar para comprender la naturaleza compleja, las dinámicas
2 La atractiva frase —hasta cierto punto predecesora de la llamada “Doctrina
Truman” (12 de marzo, 1947)— fue pronunciada en un discurso de Churchill del
5 de marzo de 1946 durante una visita a Fulton, Missouri. Véase Caute, David, e
Dancer Defects: e Struggle for Cultural Supremacy during the Cold War, Oxford:
Oxford University Press, 2003, p. 623.
Pax americana
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y temporalidades del proceso histórico conocido como la
Guerra Fría, primero en su construcción discursiva original,
para luego pasar a revisar su contexto en Latinoamérica y,
nalmente, revisar algunas de sus expresiones en Venezuela,
trata este capítulo.
De ese provisional cese al fuego llamado paz, había que
dejar testimonio literario, sin quitar la mirada del futuro.
El momento histórico así lo exigía. Es que también desde la
literatura se puede iluminar la forma en que experimenta-
mos la compleja realidad. Eso fue lo que hizo George Orwell
(Eric Blair) en su novela 1984. El título era una inversión
del año en que la concluyó. Pero también era premonitorio de
lo que vendría: a solo tres décadas y media de distancia se
vaticinaba el triunfo del totalitarismo, o lo que es lo mismo,
se proyectaba el n de la individualidad, de la ley, de la ética,
de la historia y hasta de la lengua. Orwell no lo vio, falleció
el 21 de enero de 1950, en un hospital de Londres, sabiendo
que el triunfo literario de su reciente libro fue inmediato. Su
visión se convirtió en convincente tendencia histórica de lo
que se avecinaba en aquella realidad surgida de la Segunda
Guerra Mundial. En 1945 creer que el comunismo autoritario
soviético sería la tendencia del futuro era tan fácil como creer
que lo sería el capitalismo democrático euronorteamericano. Si
bien no todo el mundo cayó bajo el totalitarismo, buena parte
estaba en manos de dictadores. El peligro de una guerra entre
las superpotencias fue anticipado por el escritor británico. Pero
más importante aún, surgió otro conicto sin nal aparente,
conocido como Guerra Fría que opuso Occidente al bloque
comunista, marcando el destino de la política internacional
durante el medio siglo siguiente.
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