Pensando la hispanidad: estrategias para el estudio critico de la historia del pensamiento filosofico-politico hispanico. - Núm. 15, Julio 2006 - Revista Desafíos - Libros y Revistas - VLEX 634464885

Pensando la hispanidad: estrategias para el estudio critico de la historia del pensamiento filosofico-politico hispanico.

AutorTorregroza Lara, Enver Joel
CargoIV. Análisis de procesos históricos
Páginas341(29)

Resumen

En este artículo se exponen características generales de la forma como habitualmente se narra la historia del pensamiento filosófico-político de la hispanidad, desentrañando y analizando sus presupuestos conceptuales y metodológicos básicos desde una perspectiva crítica y meta-teórica. A partir de este examen crítico se argumenta cómo las tradiciones de pensamiento filosófico-político de origen judío, musulmán o converso deben ser pensadas como componentes determinantes de la tradición del pensamiento hispánico, indispensables a su vez para definir el concepto mismo de hispanidad o de hispanidades. Con este propósito, se reseña el amplio debate existente en España y en Hispanoamérica desde hace más de un siglo en torno a los criterios que permiten definir la existencia de una filosofía hispánica, debido a que este debate refleja sintomáticamente el problema general de definir la identidad de lo hispánico y su tradición histórica.

Palabras clave: hispanidad, conversos, filosofía política, filosofía hispánica, pensamiento hispanoamericano, deconstrucción.

Abstract

This article presents general features of the usual way of telling the history of the philosophical and political thought on Hispanicity, by deciphering and analyzing its basic conceptual and methodological assumptions from a critical and metacritical approach. This critical examination claims how the political and philosophical thought traditions of Jewish, Muslim, or converse origin should be examined as factors that determined the Hispanic thought tradition, in turn mandatory to define the Hispanicity or Hispanicities concept itself. Keeping this purpose in mind, a review is provided on the debate that has been ongoing in Spain and Hispanic America for more than a century about the criteria that allow defining the existence of a Hispanic philosophy, since such debate reflects symptomatically the overall issue of defining the Hispanic identity and its historical tradition.

Key words: Hispanicity, converse, political philosophy, Hispanic American philosophy, Hispanic American thought, deconstruction.

Introducción

El propósito de este artículo es exponer características generales de la forma como habitualmente se narra la historia del pensamiento filosófico-político de la hispanidad, desentrañando y analizando sus presupuestos conceptuales y metodológicos básicos desde una perspectiva crítica y meta-teórica. Este examen de los procedimientos característicos de los relatos sobre el pensamiento filosófico-político de la hispanidad constituye una herramienta rigurosa y fructífera en la comprensión de la historia y sentido de los proyectos políticos hispánicos; permite analizar componentes determinantes de la tradición hispánica en su despliegue histórico, a la vez que le da cuerpo al concepto mismo de hispanidad a partir de un balance crítico de su función política. Por historia del pensamiento filosófico-político de la hispanidad se entiende tanto la historia del pensamiento cultivado en la extensa y compleja tradición hispánica como la historia de las ideas sobre la hispanidad. Ambos sentidos de la expresión dependen mutuamente y han sido objeto de discusión en un contexto muy preciso: el amplio debate existente en España y en Hispanoamérica desde hace más de un siglo en tomo a la existencia de una filosofía política propia. La discusión en torno a los criterios que permiten definir la existencia de una filosofía hispánica, ya sea en su vertiente española o en su vertiente hispanoamericana, refleja sintomáticamente el problema general de definir la identidad de lo hispánico y su tradición histórica. La comprensión y reconstrucción histórica de esa tradición y la definición misma del concepto de hispanidad que la articula requiere tomar distancia de la forma segmentada como se ha relatado la experiencia hispánica, integrando el acervo musulmán, judío y converso, mediante una hipótesis que explique su continuidad en la configuración de la civilización católica hispanoamericana, más allá de las usuales fronteras históricas que limitan ese acervo a la estrechez de unos siglos superados y de unos sujetos históricos supuestamente ausentes.

Estrategias historiográficas, hermenéuticas y deconstructivas para el estudio del componente judío, musulmán y converso en el pensamiento de la hispanidad

Valorar y explicar el pensamiento del pasado en función de su posible papel legitimador de opciones ideológicas coyunturales es por supuesto reduccionista y no da cabida a una interpretación sólida de su contenido. La interpretación sólida se realiza cuando la lectura desarrolla una discusión de los problemas tratados por filosofías pasadas y cuando se enfrenta a preguntas análogas e invoca conceptos similares para otorgarles una nueva vida. Leer filosofía del pasado con un afán puramente explicativo, considerando cada acontecimiento o creación filosófica de ayer como un fenómeno que puede ser suficientemente aclarado en virtud de sus causas históricas, puede conducir a la trampa de subsumir eventos pasados en conceptos rígidos, con el único fin de adaptarlos a propósitos locales y temporalmente limitados.

Parte considerable del esfuerzo de historiógrafos, traductores, comentaristas y filósofos que hablan con el pasado consiste en revisar la aplicación de categorías con las cuales se pretende juzgarlo, porque basta el examen detenido de una sola creación textual para que se subrayen elementos que, en su singularidad, no encajan con juicios previos que buscan determinarlos. Semejante examen permite sacar a la luz, cada vez que se ejecuta, la tensión existente entre explicaciones historicistas, es decir, aquellas que agotan el significado de un pensamiento en sus circunstancias históricas, y la discusión anacrónica que considera las ideas como tesis independientes de la experiencia que les ha dado lugar. Sin embargo, todo acontecimiento filosófico implica una singular experiencia histórica consubstancial al gesto trascendental o a la vocación atemporal que lo invoca. No hay por qué escoger entre los extremos de la explicación historicista y el debate anacrónico. Mirar la filosofía del pasado como una filosofía del presente no es ningún error, siempre y cuando no se lean sus términos asumiendo ingenuamente que tienen el mismo significado con que son usados hoy.

Sin prejuicios no es posible pensar y por supuesto se necesitan marcos de referencia y conceptos previos como puntos de partida útiles para toda interpretación, sea del pasado o del presente. Pero hay que aprender a reconocer su carácter histórico. El reconocimiento de la actualidad del pasado, de herencias vivas y, por tanto, de modos de ser presente, pasa a través del reconocimiento de aquello que es distinto en el pasado y ya no nos pertenece del mismo modo. Contentarse con someter acontecimientos filosóficos singulares a rejillas conceptuales previamente diseñadas, ubicándolos y definiéndolos, solo otorga una aparente sensación de seguridad y control, de dominio del pasado, que detiene el movimiento del pensamiento. El lugar propio de la filosofía y de la lectura filosófica es justamente el extravagante lugar de la inquietud, de la pregunta que se lanza abierta a la sorpresa. Caminando sobre espadas filosas, el filósofo se somete al continuo riesgo de la herida. Su pensamiento, que es su vida, termina habitando sin satisfacción los vaporosos lugares de la historia, si no se lo asume en su condición concreta. (1)

Cuando se cuenta la historia del pensamiento parece inevitable recurrir a categorías útiles para agrupar ideas, textos y pensadores en escuelas, corrientes y épocas. Tales categorías sirven de punto de partida para la comprensión de cada acontecimiento singular, en la medida en que permiten acercarse a lo desconocido a partir de lo que se cree conocer. Suele ser más fácil ir de lo más conocido para nosotros a lo más conocido sin más. (2) Sin embargo, en los relatos más divulgados de la historia del pensamiento filosófico y político es habitual que la mayor parte de esas categorías sean asumidas de forma acrítica. Se apela a su supuesta transparencia o simplemente se las usa suponiendo que su sentido es de común aceptación y que por ello no debe ser cuestionado.

Desde el punto de vista pedagógico, las periodizaciones históricas y las clasificaciones en escuelas y corrientes son instrumentos benéficos. Facilitan un punto de partida mucho más consciente de lo que podría ser una lectura que cree falsamente en la capacidad para desprenderse de condicionamientos mentales cotidianos. En este sentido, la forma adecuada de protegerse del prejuicio no es pretender liberarse de todos los presupuestos de lectura. Sólo es posible desprenderse de un prejuicio si al mismo tiempo y de forma clara se apela a otro. Sin embargo, desde el punto de vista científico, recurrir a hábitos de periodización o recursos clasificatorios comunes o de amplia aceptación puede resultar en un serio obstáculo de comprensión si no hay desde el comienzo una sería reflexión a propósito del papel de esos prejuicios, de su contenido, de lo que iluminan y de lo que oscurecen.

Por ello es necesario imprimirle a la investigación sobre la tradición del pensamiento filosófico-político hispánico una orientación hermenéutica: de lo que se trata es de permitir, ampliar o fusionar horizontes de lectura del pasado. (3) El objetivo de una investigación hermenéutica es interpretar una obra o un texto para hacerlos más cercanos a la experiencia actual y no para tomar distancia de ellos, así el distanciamiento sea requisito metodológico de objetividad en las ciencias. En verdad, el distanciamiento y el acercamiento no son incompatibles en una hermenéutica que se entrega a los textos y al mundo que estos abren: "explicar es extraer la estructura (...); interpretar es tomar el camino del pensamiento abierto por el texto, ponerse en ruta hacia el oriente del texto". (4)

Además, es necesario preparar la tarea hermenéutica con una...

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