El Petróleo en Venezuela - Petróleo y Estado - De Chávez a Maduro: balance y perspectivas - Libros y Revistas - VLEX 691033729

El Petróleo en Venezuela

AutorRafael Quiroz Serrano
Páginas3-26

Page 3

Entre riscos y cumbres andinas, y rodeado de laderas, riachuelos y potreros con olor a eucaliptos y cafetos, el chorro petrolero surgió por primera vez en suelo venezolano el 18 de mayo de 1875. Sucedió en las cercanías de Rubio, municipio Junín del fronterizo estado Táchira, en la finca La Alquitrana, de Manuel Antonio Pulido Pulido. A este pozo petrolero se le llamó Eureka. Un terremoto producido en la ciudad de Cúcuta, Departamento de Norte de Santander (Colombia), hizo sentir sus efectos sísmicos en la frontera colombo-venezolana, y los impactos telúricos estremecieron las poblaciones de Capacho, Rubio y San Antonio del Táchira. Tres años más tarde, en 1878, se fundó la primera compañía petrolera venezolana, llamada la Petrolia del Táchira, de capital enteramente nacional, y en 1883 llegó la New York & Bérmudez Company, la precursora de las transnacionales que poco a poco arribarían tras el olor del petróleo.

Para aquel entonces, mientras el estado Táchira era lejano y ajeno a las lógicas de la capital de la República, Venezuela venía de ser sacudida por repetidas guerras civiles desde 1830, desde el mismo momento del alba de la Patria libre; una Venezuela en la que parecía que el tiempo se detenía, estancada, adormecida en su destino y en la que reinaban el pesimismo y la autarquía política, debido a los caciques o caudillos regionales. A partir de aquí, el país

Page 4

relegó al sector agrícola y productivo, y se plegó a la capacidad de absorción de capital de "un país rentista, y que tomó la vía cómoda del parasitismo y de la vida fácil" (Uslar Pietri, 1947, p. 30).

1. El Petróleo y el Estado

Fue de esta forma como las principales fuentes en la formación y acumulación internas de capital, así como el elemento de vinculación al mercado capitalista mundial, vinieron dadas por la renta del suelo y la condición rentística de la economía y del Estado venezolanos, y ello permitió que se asentaran las bases teóricas y empíricas de la política económica del "Capitalismo Rentístico" (Baptista, 1987, p. 115). Esto planteó necesariamente el dilema petróleo versus desarrollo, y el Estado se inclinó gradualmente por utilizar, sólo en un principio, buena parte de la renta petrolera en función del desarrollo agrícola e industrial del país, a la vez que ampliaba su radio de acción para llenar el espacio que aún no podía ocupar un capitalismo nacional privado incipiente, timorato y nada audaz.

Se trataba de una riqueza que, como regalo del Altísimo, había llegado por azar de la naturaleza y no tendría que ser producida, sino simplemente extraída del subsuelo y ser vendida a los mejores precios de realización en el mercado mundial de los hidrocarburos. Es decir, hace un siglo que Venezuela empezó a gravitar bajo la órbita del barril; petróleo, concesiones, renta, opulencia y dinero se convirtieron en los signos de la historia cuando, por las grietas del tiempo, apenas se filtraban las primeras luces matinales del siglo xx.

1.1. Siembra del Petróleo

Pero no fue sino hasta la década de los años veinte cuando realmente en Venezuela comenzó la "era del petróleo", pues ya para finales de aquel decenio el país se había convertido en el primer exportador y el segundo productor de petróleo del mundo. No obstante, transcurrían los años 30 cuando Alberto Adriani1(1870-1956) y Vicente Lecuna2(1898-1936) protagonizaron

Page 5

un debate sobre cómo administrar los ingresos que sobrevendrían producto de la actividad petrolera. Adriani sustentaba la tesis de que el Estado debía utilizar la renta petrolera en el desarrollo de los sectores productivos internos (agricultura e industria), y así promover y definir una estrategia que, a largo plazo, garantizara una economía generadora de riqueza permanente, en pro del desarrollo económico del país, y para no depender únicamente del subsuelo y esquivar así a la Venezuela mono productora y mono exportadora del "oro negro".

Fue entonces Alberto Adriani, considerado como el reformador de la economía moderna venezolana, el primero en exponer y desarrollar en forma amplia, conceptual y estructurada la tesis de la "Siembra del Petróleo" como prevención de buscar en la agricultura una nueva y estable riqueza, para la consecución de una economía diversificada.3Después sería Arturo Uslar Pietri4(1906-2001), cuando ya la muerte se había adjudicado la victoria sobre la vida de Adriani (10 de agosto de 1936), el encargado de propagar fraseológicamente la tesis, y con tal expresión tituló el editorial del diario Ahora, el 14 de julio de 1936. Sin embargo, el hecho cierto es que Juan Vicente Gómez,5pese a ser un agricultor próspero, interiorano y aldeano, extrañamente se inclinó por la tesis de Vicente Lecuna, quien denotaba cierto desestímulo por las actividades económicas tradicionales de entonces, básicamente del sector agrícola.

1.2. Concesiones, Petróleo y Poder

Es de subrayar que Juan Vicente Gómez se consolidó en el poder por obra y gracia del petróleo. El binomio petróleo-poder se hizo indisoluble, cuando la ruleta de concesiones a granel favoreció a sus albaceas y a las grandes empresas transnacionales que ya recorrían los confines de la tierra buscando yacimientos que les proporcionaran reservas probadas para sus jugosos negocios en hidrocarburos. Fue lo que más tarde alguien llamó la "danza de concesiones" (Betancourt, 1956, p. 40); concesiones, capital internacional, latifundio, transnacionales, opresión y dictadura rural, fueron los elementos

Page 6

que se refugiaron bajo el paraguas petrolero del hombre campesino nacido en la frontera colombo-venezolana. La industrialización dio sus primeros pasos y el Estado, ansioso de horizontes para germinar en el hallazgo del desarrollo, se fortaleció para completar la adecuación de éste a la nueva dinámica social, política y económica que vivía el país.

La explotación del petróleo se impuso y de esta forma, como deslave embravecido e incontenible, arrolló y avasalló para siempre al sector agrícola. Y el petróleo se tragó al café, pues éste dejó de ser un elemento cardinal en la vida venezolana, y desde entonces esta materia prima fósil ha reinado en solitario, sin acompañamiento alguno. Aquí nació el Estado poderoso, omnipotente y omnipresente, que todo lo puede, todo lo subsidia, todo lo regala o todo lo subasta. Igualmente la riqueza petrolera permitió transformar a Venezuela en todos los aspectos, y asomarla a la modernidad que ofrecía el siglo xx, y así alfombró el camino para la supremacía del sector público a través del Estadopropietario del ingreso petrolero. A partir de allí, no quedaría duda que la condición básica de la economía venezolana y su elemento articulador al mercado capitalista mundial, es su condición de país eminentemente petrolero.

1.3. La renta petrolera y la era democrática

Secularmente se entiende por renta petrolera el ingreso monetario que queda en manos de los diferentes agentes (Estado, empresa estatal y/o compañías) que participan en la explotación petrolera, deducidos ya los gastos operativos y de producción. En dicha explotación se conjugan los tres factores de producción: capital, trabajo y tierra. Este último origina lo que clásicamente se denomina como renta, que proviene fundamentalmente de la propiedad de la tierra o de la condición que ostenta el Estado como terrateniente o propietario de los recursos naturales. Sin embargo, para los efectos de este trabajo, se entiende por renta petrolera toda la recaudación fiscal derivada de la triada: regalías, impuesto sobre la renta y dividendos.

La Ley de Impuesto Sobre la Renta y la Ley Orgánica de Hidrocarburos de 1943, cuando el país era gobernado por el general Isaías Medina Angarita,6 así como la Reforma a la primera Ley -antes citada- del 12 de noviembre de 1948 (conocida como la ley del 50-50, debido a que estableció un impuesto

Page 7

adicional del 50% a los beneficios netos de las compañías), cuando ya la alevosía militar tenía sus garras sobre el gobierno de Rómulo Gallegos,7trajeron como objetivo reforzar la figura del Estado en la actividad petrolera, frente a la presencia de las empresas transnacionales, pues las mismas dotaban al Estado de un mayor ingreso por la explotación de los yacimientos petrolíferos.

En el lapso comprendido entre 1952 y 1959 se produjeron las mayores inversiones de las compañías transnacionales en el sector petrolero; en tales años la refinación de crudos se incrementó en más de 600%. Además, la dictadura militar coadyuvó notablemente a la acumulación de ganancias por parte de la burguesía nacional y estableció medidas represivas sobre el sindicalismo. En estos términos, el régimen militar fue altamente generoso y benéfico para los intereses de las compañías petroleras y de la burguesía local.

Ya instaurada la era democrática, también conocida como el "puntofijismo",8

Venezuela ratificó su adhesión al capitalismo rentístico, y esto va a reflejarse el 19 de diciembre de 1958, cuando el presidente provisional Edgar Sanabria9 aumenta la participación del Estado en las utilidades de la industria, en una relación 60-40% en favor del Estado. Se trataba (y aún se trata) de cobrar un ingreso petrolero que cada día debía incrementarse, para ponerlo al servicio del desarrollo nacional.

El Estado...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR